Siempre a tu lado (Ponny y Vondy).

Capítulo 11: Recuerdos (Diego y Roberta).

Narrador:

Era el último día en el Vacance Club, Reverte había organizado una última actividad, ya que al día siguiente muy temprano regresarían a México.

Terminaron de desayunar y enseguida todos fueron hasta el muelle.

Miguel: -Bueno prof, ya nos va a decir qué hacemos aquí, ¿Si o no?.

Martín: -Si si...no sean impacientes.

Mía: -Ya díganos, prof, nos tiene muertos de la curiosidad.

Martín: -Bueno pues me contaron que la primera vez que estuvieron aquí algunos de ustedes, por no decir todos, no se llevaban muy bien y que hicieron una actividad que ninguno disfrutó. Así que hoy vamos a hacer lo mismo pero ahora si todos van a disfrutar.

Tomás: -Profesor, ¿Se refiere al paseo en barco?.

Martín: -Exacto, a eso me refiero.

Roberta: -¿Qué?...No, ni loca me voy a ese paseo.

Martín (mira a Roberta): ¿Porqué no, Roberta?.

Jose Luján: -Bueno es que creo que la que peor lo pasó aquel día fue Roberta, profesor.

Martín: -¿Ah si?, y me cuentan porqué.

Roberta: -Pues porque aquí el muñequito de plástico (dándole un golpe en el hombro a Diego). Me aventó al agua y casi me ahogo.

Martín (mira a Diego): ¿Enserio hiciste eso, Diego?.

Diego (avergonzado): -Pues la neta si, profesor, pero es que en ese tiempo Roberta y yo...bueno...

Roberta (mira a Diego): -Nos odiábamos. Dilo, no importa.

Martín (mira a Roberta): -Bueno hija, pero no creo que Diego haga eso hoy (mira a Diego). ¿Verdad?.

Diego: -Por supuesto que no, prof...el día de hoy sería incapaz de hacerle algo así a Roberta.

Roberta: -De igual manera yo me quedo, ustedes vayan.

Martín (mira a Roberta): -Hija, no te puedes quedar aquí sola.

Diego: -No se preocupe, profesor, yo me quedo con ella.

Mía: -Anda prof, deje que se queden y nosotros vamos.

Todos: -Si, prof, por favor deje que se queden.

Martín: -Bueno está bien (mira a Diego y a Roberta). Se me comportan, ¿Eh?.

Roberta: -Si, pa.

Todos se dirigieron a los dos veleros donde dos instructores los esperaban...Antes de subir con los demás chavos, Reverte se acercó a Diego aprovechando que Roberta se estaba despidiendo de sus amigas.

Martín (mira a Diego y susurra): -Luego me tienes que explicar con detalles...¿Cómo es eso que casi ahogas a mi hija?.

Diego (nervioso): -Profesor, le juro que...

Martín (se ríe): -No te preocupes, era una broma...yo sé que no lo hiciste aposta, y aunque lo negaran siempre se quisieron aunque se trataran pésimo.

Diego (suspira aliviado): -Eso si...yo amo a Roberta, ella me cambió.

Martín (sonríe): -Lo sé, me la cuidas, ¿Eh?.

Diego (sonríe): -Siempre, prof.

Ambos se dieron un abrazo y Reverte se despidió de su hija...Todos subieron a los veleros para disfrutar del paseo todos juntos. Diego y Roberta decidieron quedarse sentados en el muelle, abrazados, recordando viejos tiempos mientras se regalaban tiernos besos.

Roberta: -¿Recuerdas lo que pasó la primera vez que estuvimos aquí?.

Diego: -Claro que me acuerdo...me tiraste la guitarra al lago.

Roberta: -Si...y luego tú casi me ahogas, muñequito.

Diego: -Si...y no sabes como me arrepiento...Perdimos tanto tiempo discutiendo por tercos.

Roberta: -Pues si, pero ya estamos juntos y eso es lo importante.

Diego: -¿Sabes?, yo creo que he estado enamorado de ti desde el día que te conocí, pero me chocaba tu forma de tratarme...Tú me bajaste de la nube en la que vivía...Gracias a ti luché por mi sueño.

Roberta: -No, mi amor, yo solo te di el empujoncito que te hacía falta, tú solo conseguiste tu sueño.

Diego (sonríe): -¿Sabes que te amo?.

Roberta (sonríe): -Y yo a ti, mi muñequito.

Ambos se fundieron en un beso apasionado mientras recordaban todos y cada unos de sus momentos juntos...Recordaron su primer encuentro en el colegio, su primera discusión en aquel muelle, su primer beso, ese beso que ambos deseaban aunque lo negaran...En fin, recordaron todos y cada uno de sus besos, sus peleas y sus reconciliaciones durante esos dos años que sin duda cambiaron la vida de ambos.