Capitulo 8: Encuentro de almas

754 41 3
                                    

*Narra Emma:*

Pensaba que el cosquilleo que sentí la primera vez que lo vi iba a ser solo esa vez, pero aquí estoy, muriéndome por dentro de los nervios. Además, por la forma en la que me está mirando, es como si me analizara con la mirada, y tiene una expresión de sorpresa. Supongo que no sabía que era yo, igual que yo no sabía que era él. El ambiente se estaba poniendo tenso cuando mi padre habló. Se estaba presentando brevemente, al igual que mi madre. Entonces yo también hablé, diciendo mi nombre y dando dos besos a cada uno. Cuando pasé por Lamine, no sabía qué hacer, así que simplemente le di dos besos rápidos. El contacto de sus labios en mi piel me erizó como si de un erizo se tratase, aunque solo fuera por un segundo.

Después de ese breve saludo, nos sentamos. A mí me tocó sentarme al lado de Lamine. Lamine me hacía bromas, pero yo todavía estaba un poco incómoda por los sentimientos de antes, así que le dedicaba una risa un poco forzada y él lo notó. Empezó a hacerme preguntas.

-¿Y Emma, qué vas a estudiar?

-Quiero ser modelo, es mi sueño desde pequeña.

Él me sonrió y me dijo que lo iba a conseguir seguro.

-¿Y tú, Lamine? ¿Tienes pensado quedarte en ese club para siempre?

-Sí, ojalá que sí. También es mi sueño.

El ambiente se empezó a volver más cómodo conforme nos íbamos haciendo preguntas sobre nuestras cosas favoritas y nuestros hobbies. Empezamos a hacernos bromas. Me lo estaba pasando genial, y él realmente hacía que me sintiera cómoda. Después de haber estado hablando de temas normales, Lamine empezó a beber agua. Decidí darle un pequeño toque a la parte de abajo del vaso, haciendo que se le cayera todo encima. Yo me estaba aguantando la risa un montón, haciendo una mueca rara. Él, al verme, escupió el agua que quedaba por la risa y empezamos a reírnos como si nos estuvieran haciendo cosquillas todo el rato. Lo malo fue que nuestros padres lo vieron y nos echaron la bronca, pero seguimos riéndonos como si nada.

Seguimos hablando, pero ahora del fútbol. Yo era una chica a la que le encantaba el fútbol. De hecho, mi primer peluche cuando nací fue un peluche del Barça que, si le tocabas la pata, cantaba el himno. Entonces empezamos a hablar del fútbol en general. Después de unos treinta minutos, mi madre nos dice que iban a hablar de cosas de ellos, que si podíamos ir al balcón. Nosotros aceptamos y nos dirigimos hacia allí.

Cuando veo el balcón, le digo a Lamine:

-Es precioso. Necesito que me hagas fotos.

Él me dice que no, en broma, y yo le digo:

-Porfa, venga, porfisss.

Él acepta. Me apoyo en la barandilla de mármol y empiezo a posar. Cuando él me avisa que ya está, voy a coger el móvil. Las fotos eran preciosas. Le di las gracias y le dije que si quería que le hiciera fotos yo también. Él aceptó. Empezó a posar, y me quedé embobada mirándolo. Era tan guapo. Pero, ¿qué dices, Emma? Céntrate.

Le avisé que ya había terminado y él cogió mi teléfono para ver las fotos. Cuando las vio, las miró contento y dijo:

-El que es guapo, es guapo.

Yo le dije:

-No, si ego no te falta.

Me reí y él me contestó:

-Pues ya quisieras tener a este guapo.

Yo le dije que era al revés, que se notaba que estaba loquito por mí. Después de estar un rato con ese tonteo y risas tontas, nuestros padres nos llamaron avisándonos que nos teníamos que ir. Nos dirigimos a la puerta mientras hablábamos de temas triviales. Cuando tocó despedirse, él me dio un abrazo para despedirnos. No puedo negar que cuando sentí el calor de su cuerpo contra el mío, fue la mejor sensación que he sentido nunca. La sonrisa que me dedicó después iluminó toda la calle. Me dejó con un sentimiento confuso, con mariposas en el estómago. Pero no era como la primera vez, era diferente. Me sentía completa. Por un momento, la tristeza de haber dejado todo atrás por mudarme a Barcelona había desaparecido. No sé qué había hecho Lamine conmigo, pero no podía parar de pensar en él.

Pero una cosa que no sabía era que Lamine pensaba lo mismo de mí.

𝘾𝙤𝙣𝙚𝙭𝙞ó𝙣 /𝙇𝙖𝙢𝙞𝙣𝙚 𝙔𝙖𝙢𝙖𝙡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora