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"Somewhere deep inside you must know I miss you"

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Una semana había transcurrido y durante está Taehyung evitó lo que más pudo al duque Jeon, ignorando sus visitas y sus invitaciones a bailar en cada fiesta en la que asistía. Sabía que lo que estaba haciendo no estaba bien y era injusto para el duque, pero no sabía qué más hacer para detener los sentimientos que estaba teniendo, se sentía tan desdichado e ingenuo que de solo pensar en los vergonzosos pensamientos que tuvo. No quería seguir ilusionando por nada, por una mínima muestra de cariño que solo iban dirigidas a él con un mero sentimiento de fraternidad. Sin embargo, su corazón dolía por no ver a Jungkook, le ardía y afligía no ver su sonrisa o aquellos oscuros ojos, los cuales siempre le recordaban al océano, tan incontrolable e impredecible.

—Taehyung. —Dejó de tocar las frías teclas del piano y sin interés miró a su hermano, el cual de lejos se podía notar su descontento, probablemente porque algo lo había molestado, pero no solía entrometerse mucho en su vida, Jaehyun lo alejó de esta con sus crueles acciones y palabras. —Te compré un vestido, quiero que lo uses en la feria. —Extraño. No había otra palabra que pudiera definir mejor lo que estaba sintiendo en ese momento.

Por lo general Jaehyun solo le entregaba el presupuesto a su madre para comprar los vestidos y trajes, y ella se encargaba de pedirselos a la modista. Por lo que escuchar a su hermano decir que él le había comprado un vestido era de lo más inusual.

— ¿Lo escogiste tú? —Intentó demostrar indiferencia por el vestido, no quería que se notará la chispa de felicidad que había crecido en su corazón.

— ¿Por qué?, ¿crees que tengo mal gusto? —Una pequeña sonrisa de burla se asomó por los labios del rubio, provocando que el mayor se irritara mucho más de lo que ya estaba.

—Tus palabras, no las mías. —Se levantó del asiento y aún con aquella burlona sonrisa en su rostro pasó a un lado de Jaehyun. —Gracias. —Fue un leve susurro que apenas y se escuchó, pero fue lo suficiente claro para que su hermano lo escuchará, instalándose un sentimiento de satisfacción.

No es como si quisiera que aquello se hiciera una costumbre, pero le desagradó la forma en que Taehyung se mantuvo desanimado durante toda la semana, sin querer salir o hablar con alguien. Se decía a sí mismo que lo que estaba haciendo por él era para que sus planes de encontrarle un esposo fueran exitosos. Solo era eso.

Taehyung subió las escaleras y se encaminó a su habitación, al abrir la puerta se encontró sobre su cama una enorme caja rectangular de color lila, teniendo encima un lazo blanco. Sin poder detener su manos se deshizo del lazo y abrió la caja, encontrándose con un un precioso vestido rosa palo, al tocarlo pudo sentir la suave seda entre sus manos y los pequeños relieves que tenían los detalles en un discreto verde pastel.

Una sonrisa se dibujó en sus labios y sin poder ocultar la emoción que lo invadió hizo llamar a su doncella, pidiéndole que preparará un baño con pétalos de rosa y esencia de cacao.

Y sin poder evitarlo, a sus pensamientos solo le llegó la imagen de una persona, la cual quería impresionar y que le dijera lo hermoso que se veía.

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— ¡Tae! —A lo lejos escuchó la voz de su amigo y con una pequeña sonrisa miró en su dirección, viendo como este venía en su dirección con emoción. —Tienes que venir conmigo, ¡ahora! —Apenas llegó a su lado tomó una de sus manos, tirándolo por el mismo camino que había llegado, alejándose de su familia que estaba centrada en un puesto de pasteles.

Atravesaron la multitud que había llegado a disfrutar de la feria hasta que Jimin se detuvo frente a una carpa azul con lineas amarillas, no era muy grande, pero sí resalta en comparación de las otras tiendas que solo contaban con unas mesas y sombrillas para que no llegarán los rayos de sol.

Al entrar en la carpa los ojos del rubio se abrieron con asombro y quedó mudo ante la hermosa vista que lo rodeaba. Estaba lleno de cristales con distintas formas y algunas de estás tenían luces dentro, dándole un toque mágico y extraordinario.

—Esto es hermoso. —Con una sonrisa en sus labios se acercó a uno de los cristales que tenía forma de rosa y brillaba, sin poder evitarlo tocó la flor delicadamente. —Muy hermoso.

—Lo es. —Dejó de tocar el cristal y giró su rostro al reconocer aquella voz que tanto había extrañado, pero que a la vez no quería volver a escuchar por el miedo que le daba darse cuenta que sus sentimientos no habían cambiado, pero temía más saber que jamás lo harían, hiciera lo que hiciera no cambiarían y eso le destrozaba el corazón.

—Duque Jeon. —Fue un pequeño susurro que no pudo evitar que se escapara de entre sus labios, tan suave que fue como una caricia en los oídos del pelinegro.

—Taehyung, ¿podemos hablar?, pero esta vez de verdad. —Intentó buscar con la mirada a su amigo con la intención de huir de ahí y huir del hombre frente suyo. No le gustaba esa nueva faceta de él que había descubierto, esa parte cobarde que no afronta las situaciones difíciles que se le presentaban, esa parte que no quería seguir oyendo lo que ya sabía desde el momento en que conoció a Jungkook.

Al no encontrar a Jimin en ninguna parte soltó un suspiro y volvió su vista al pelinegro, el cual lo miraba de forma tan intensa que no pudo evitar sentirse presionado a darle una respuesta.

— ¿De qué?

—De lo que está sucediendo entre nosotros. —Giró su rostro y se quedó observando la rosa de cristal, no quería mirar al duque, sentía que cada vez que estaba en su presencia se volvía más y más transparente, dejando que todos sus sentimientos se escaparan de su corazón sin su permiso.

—No sucede nada entre nosotros, no comprendo a qué se refiere. —Sin poder detener sus movimientos, Jungkook posó una de manos en el hombro desnudo del rubio y lo giró, haciendo que quedarán de frente, pero aún así los ojos del menor se desviaban para no ver los suyos, provocando que una parte del corazón del duque doliera tan fuerte que no supo cómo hacer que se detuviera.

—Lo sabes, volviste a evitarme y no sé el porqué, por favor, Taehyung, hablemos. —Los ojos de ambos se encontraron y fue inevitable para el rubio no caer ante estos una vez más, tan tristes y desesperados por algo que no sabía.

—De acuerdo, hablemos. 

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qpasa mi gente, aquí otro cap, ya se viene lo chido fmdmdmdm

espero q les haya gustado y denle mucho amor ♡!

Ⱄⱄ. .ⱄⰔ𓍊𓋼

-She's fine.

lover of mine ୨୧ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora