Fin de Temporada I

1K 221 46
                                    


Estos últimos días no había sido nada fácil entre prepararse para el extranjero y seguir con su trabajo de niñero. Aún así, les había contado a los chicos más cercanos y sus familias que pronto se iría a América, Estados Unidos y su trabajo terminaría.

La noticia sacudió notablemente a muchos de los niños, especialmente a dos de ellos.

- ¡¿Cómo que te vas a ir de Japón?! ¡¿Nos estás abandonando?!

Había ido al asilo de ancianos donde vivían Izana y Kakucho para darles la noticia. Les explico lo más lento posible y que no dejaría de llamarlos día y noche, que les mandaría regalos y que estaría con ellos siempre, aunque a larga distancia. Aún así, los niños no se lo tomaron muy bien.

Izana le gritaba entre lágrimas mientras Kakucho tenía los ojos hinchados y rojos, pues anteriormente había llorado y ahora reprimia las ganas de hacerlo de nuevo.

- Izana, no te estoy abandonando, no los estoy abandonando. Sabes bien que siempre me tomo el tiempo de venir a verte, Shinichiro también lo hace. - dijo mientras subía al pobre niño en sus piernas.

Izana no era de llorar mucho, pues demostraba su tristeza a base de gritos y golpes, pero toda su ira se apaciguaba cuando Takemichi estaba a su lado. No podía enojarse con él.

- P-pero no quiero estar lejos de ti... - balbuceo entre sollozos.

- Y créeme que yo tampoco quiero estar lejos de ti, pero tengo que aceptar esta oportunidad que se obtuvo gracias a todo mi sacrificio y trabajo limpio. Yo nunca podría abandonarlos, tu hermano mayor no lo haría.

Izana solo atino a llorar más pero en silencio. Kakucho se acercó y lo abrazó para consolarlo, pero desde hace un rato también estaba llorando. Takemichi los abrazo a ambos con firmeza y cariño, brindándoles su cariño y calidez que tanto amaban.

Le resultaba un poco difícil informar de esta despedida tan reciente, pero era por un bien mayor.

Varios minutos después, ambos niños al fin se calmaron y dejaron de llorar.

Takemichi les volvió a explicar sobre su situación, que no los estaba abandonando y que regresaría a Japón cuando tuviera suficiente dinero y haber conseguido el trabajo de sus sueños. Los niños se quedaron en silencio escuchando el relato con rostros tristes pero más calmados.

No paso mucho tiempo cuando al fin lo comprendieron y pidieron disculpas por su comportamiento tan invasivo, pero Takemichi les dijo que no había problema, que él también hubiera reaccionado de esa manera.

Estuvo un rato más con ellos hasta que el tiempo de visitas terminará. Se despidió de Izana y Kakucho con un beso en la frente y dándoles unos caramelos blandos.

Salió del asilo con un gran suspiro. Sinceramente no se quería ir de Japón, había vivido aquí desde antes de nacer y amaba su país. Sin embargo, siempre soñó con conocer otros países y cumplir su sueño de ser cuidador de niños. Sabía que allá en Estados Unidos habían muchas oportunidades para él en Harvard o en otras universidades prestigiosas que le darían las mejores condiciones de trabajo para su adultez. Era joven, pero sus sueños eran más grandes que tan solo las inseguridades.

A pesar de no tener padres, su abuela fue su mejor figura materna, tanto así que muchas veces llego a llamarla mamá, a lo cual su abuela sonreía con nostalgia y un poco de pena. Ella estaba enojada con su hija, o sea la madre de Takemichi, pues esta quedó embarazada muy joven por sus malas decisiones y dejo solo a su nieto por salir con hombres con dinero. Aún así, ella nunca culpo a Takemichi por ello.

Takemichi fue como un ángel que llego a ella de milagro. Su hija no la quería y constantemente se olvidaba se cuidarla o ayudarla debido a su avanzada edad. No tenía otros familiares, su esposo murió hace décadas y no tenía más hijos. Takemichi fue como su segundo hijo y no nieto, así que lo cuido de la mejor manera hasta que este tuvo sentido de razón.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 27 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

 ♡◇ Soy un Niñero◇♡  ● AllxTakemichi●          Where stories live. Discover now