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Tras una tarde de películas llena de risas por lo bajo por parte de Red y un sinfín de puñetazos leves —y no tan leves— por la mía, llegó el lunes, y con ello, el principio de una nueva semana. A diferencia de básicamente el resto de la humanidad, a mí me gustaban los lunes, pues significaban ir a clase, e ir a clase significaba aprender.

Pero ahora, con Dizzy aquí, los lunes suponían un refuerzo de mis habilidades interpretativas, ya que tenía dos horas de Economía, y esa clase no solo la compartía con mi prima, sino con mis dos mejores amigas, mi novia falsa y el mejor amigo de mi novia falsa. ¿Había dicho mis habilidades interpretativas? Quería decir las habilidades interpretativas de todos nosotros. Un desliz de cualquiera de ellos y sería mi ruina.

Así pues, nada más entrar en el aula, me aseguré de que Dizzy y yo nos sentáramos la una al lado de la otra, de modo que, si quería hablar con alguien, solo pudiera ser conmigo. Jane y Loonie se sentaron justo detrás de nosotras, y en ese momento aparecieron los chicos por la puerta. Se dirigieron hacia donde estábamos y Red me saludó con un rápido beso en los labios que me dejó cuanto menos sorprendida antes de tomar asiento una fila delante de nosotras.

—Buenos días, chicas. —dijeron casi al mismo tiempo cuando se giraron para mirarnos.

Red me sonreía como si la escena fuese la más graciosa en la que se hubiera encontrado jamás, y es que, como me estaba empezando a dar cuenta, le encantaba verme perder los nervios cuando no podía controlar la situación.

—¿Qué tal el fin de semana? —preguntó Jay.

—De película, ¿verdad, Chloe? —contestó Red con una sonrisa burlona y subrayando la palabra 'película' de una forma que solo yo podía entender—. O quizá debería decir que fue algo fuera de lo normal, incluso inusual. O mejor, fue...

Pero no le di tiempo a acabar, ya que, con un valor que no sabía que tenía en mi interior, me levanté de mi silla para sentarme en el regazo de Red, rodearle el cuello con los brazos, y juntar mis labios con los suyos, obligándola a callarse de una vez. Por primera vez desde aquel primer beso en mi casa, era yo la que había iniciado el gesto, lo que había sorprendido a Red hasta tal punto que al principio no fue capaz de corresponderme al beso.

No me corté; no fue un beso suave ni superficial, sino más bien todo lo contrario. Si iba a interpretar el papel de novia de Red, al menos me iba a asegurar de ganarme un puesto en la lista de nominados a los Oscars. Y si con ello conseguía descolocar a Red, eso que me llevaba.

Me separé de él para encontrarme con su expresión de desconcierto, y no pude evitar soltar una risita. Loonie y Jane, al estar una fila detrás de Dizzy y por tanto fuera de su campo visual, no se esforzaron en ocultar sus ojos abiertos como platos y sus mandíbulas caídas tras presenciar mi repentino ataque de toma de control.

Pero esa sensación tan poderosa no podía durar siempre, y es que, en el momento en que Melody apareció por la puerta del aula, la sonrisa se borró de mi rostro. Aparté rápidamente los brazos del cuello de Red y salté de encima de ella para volver a sentarme en mi sitio, rezando internamente porque no me hubiera visto tan pegada a Red. Lo último que quería era que pensara que tenía novia, pues entonces mis posibilidades con ella quedarían definitivamente enterradas en las profundidades.

Sin embargo, Melody ni me miró. Lo único bueno era que Red seguía tan extrañada por el beso que ni siquiera se había dado cuenta de por quién me había alterado hacía unos segundos.

—¡Buenos días! —La voz del entrenador resonó por toda la clase, acompañada del sonido de la puerta al cerrarse tras él—. Veo que se han sentado como quisieron, para variar, pero hoy me he despertado con unas ganas tremendas de hacer lo que me dé la gana, así que he preparado unos temas para que realizaran unos trabajos por parejas. Conforme los vaya nombrando, siéntense con su nuevo compañero y ahora les pasaré una lista para que eligen el tema que más les guste.

Do we have a deal? Chloe/RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora