|17| Capítulo

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Nos movemos rápidamente hacia la salida, pero justo cuando llegamos al umbral de la puerta, un grupo de hombres armados aparece. La situación se torna crítica en cuestión de segundos. Sin pensarlo dos veces, Spencer se lanza hacia uno de los guardias, desarmándolo con una rapidez y precisión sorprendentes. En el caos, recibo un disparo en el hombro y Spencer en el abdomen.

— ¡Spence! — grito, sintiendo un miedo profundo al ver la sangre manando de su herida.

Caemos al suelo, pero no puedo dejar que el pánico me paralice. A pesar del dolor, sé que no puedo permitir que Spencer muera. Mi mente se acelera, recordando las palabras de mi padre sobre la transformación. No hay otra opción.

— Spencer, escúchame... Tengo que hacer esto. — Le digo, mientras el horror se dibuja en sus ojos.

— Diana... — murmura, su voz débil y quebrada por el dolor.

Muerdo mi muñeca, permitiendo que la sangre fluya antes de acercarla a sus labios. — Bebe, Spencer. Es la única manera.

Duda por un segundo, pero el dolor y la necesidad de sobrevivir lo empujan a seguir mis instrucciones. Mientras bebe, siento una mezcla de esperanza y temor. ¿Funcionará? ¿Sobrevivirá a la transformación?

Rebecca y el equipo de la UAC, habiendo asegurado el área, se acercan a nosotros. Hotch, viendo lo que está sucediendo, se queda sin palabras, pero no interviene. Sabe que esto es algo fuera de su control.

A medida que la vida regresa a Spencer, su herida comienza a sanar lentamente. La transformación está en marcha. Lo sostengo mientras su cuerpo se adapta al cambio, esperando que sobreviva a este proceso doloroso.

— Aguanta, Spencer... Aguanta... — susurro, sin soltarlo.

Finalmente, después de lo que parecen horas pero que solo son minutos, los ojos de Spencer se abren. Su mirada ha cambiado, ahora es más aguda, más intensa. Me mira, reconociendo lo que ha sucedido.

— Diana... — dice, su voz ahora más firme y clara.

— Lo lograste, Spence... Lo lograste. — Digo, una mezcla de alivio y emoción llenando mi corazón.

Nos levantamos lentamente, listos para salir de ese lugar infernal. Con Aaliyah recuperándose y Spencer ahora como uno de los nuestros, salimos al exterior, donde el equipo de la UAC nos espera.

— Tenemos que irnos, ahora. — Dice Hotch, entendiendo la urgencia de la situación.

Antes de que podamos avanzar más, un técnico de la UAC corre hacia nosotros con una expresión alarmada.

— Hemos encontrado un laboratorio subterráneo — dice con urgencia. — Está lleno de frascos etiquetados como ántrax. Parece que estaban planeando liberar una cepa modificada.

Spencer, ahora adaptado a su nueva condición, asiente con determinación. — No podemos dejar que eso suceda. ¿Dónde está el laboratorio?

El técnico nos guía a través del edificio hasta una puerta escondida que conduce a un nivel subterráneo. El aire se siente más denso y cargado de peligro a medida que descendemos.

Dentro del laboratorio, encontramos filas de frascos cuidadosamente almacenados. Spencer y Rebecca comienzan a inspeccionarlos, buscando una manera de desactivar el peligro.

— Aquí está — dice Rebecca, señalando una consola. — Puedo activar el sistema de contención, pero necesitaré unos minutos.

— Hazlo rápido — dice Spencer, vigilando la puerta.

De repente, escuchamos más pasos acercándose. Un grupo de hombres armados irrumpe en la sala, disparando sin previo aviso. Spencer y yo respondemos al fuego, protegiendo a Rebecca mientras ella trabaja frenéticamente en la consola.

Un disparo me alcanza en el brazo, y otro golpea a Spencer en el pecho. A pesar del dolor, seguimos luchando. Finalmente, Rebecca logra activar el sistema de contención, sellando el laboratorio y neutralizando la amenaza del ántrax.

— ¡Lo logramos! — grita Rebecca, justo cuando el último de los hombres armados cae.

Spencer, herido pero aún en pie, me mira con una mezcla de agradecimiento y admiración. — Gracias, Diana... Por todo.

Le doy una pequeña sonrisa, sintiendo que, a pesar de todo, hemos ganado una batalla importante. Con el laboratorio asegurado y la amenaza del ántrax contenida, salimos del edificio, sabiendo que hemos salvado muchas vidas.

Estábamos frente a frente, a escasos centímetros... Su mirada baja a mis labios y los míos a los suyos.

— Tenemos mucho de que hablar ¿no crees? — Me pregunta y yo asiento.
— Lo sé... Pero tengo que ir a buscar a Shawn. — Ambos seguíamos muy cerca. — Hasta mañana, Spence.

Empiezo a caminar pero siento como me jalan, Spencer me atrae hacia él y me besa.

Dark Romance - Spencer Reid © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora