84. Humillante

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Mc salió corriendo de su casa, su corazón latiendo con fuerza y su mente llena de imágenes de Jessy tirada en el suelo. Sabía que no podía perder tiempo.

Mientras corría le marcaba a Alan pero no contestaba así que dejó de insistir, empezó a sentir dolor en la pierna y evitaba pensar en eso, estaba tan sumida en sus pensamientos que no escuchó una voz familiar llamándola desde detrás.

—¡Mc, espera! ¿Qué está pasando? —gritó Lilly, corriendo para alcanzarla.

—¡Lilly! —respondió Mc, sin detenerse—. Jessy está en peligro. La atacaron. Tenemos que encontrarla.

Lilly, al escuchar la gravedad en la voz de Mc, no hizo más preguntas y comenzó a correr junto a ella por las calles de Duskwood.

—¿Dónde está Jessy? —preguntó Lilly, respirando con dificultad mientras trataba de seguirle el ritmo a Mc.

—No estoy segura —respondió Mc, su voz llena de desesperación—. La última vez que la vi en la videollamada, estaba cerca de la calle que te lleva a la iglesia y cerca del Aurora. Vamos hacia allí.

Ambas continuaron corriendo, sus pasos resonando en las calles desiertas. Las casas y los edificios pasaban borrosos a su lado mientras se dirigían hacia el bar Aurora. A medida que se acercaban, Mc sintió que el miedo y la adrenalina se mezclaban, dándole fuerzas para seguir adelante.

—Mira, ahí está —dijo Mc, señalando con el dedo tembloroso.

En la distancia, vieron el teléfono de Jessy tirado en el suelo, todavía mostrando la videollamada. Se acercaron rápidamente y encontraron a Jessy inconsciente, exactamente como Mc la había visto en la pantalla.

—¡Jessy! —gritó Lilly, arrodillándose junto a su amiga y tratando de despertarla—. Por favor, despierta.

Mc marcó rápidamente el número de Alan para avisarle donde la encontró mientras observaba los alrededores, buscando cualquier señal del atacante.

—Alan, estamos cerca del bar Aurora. Jessy fue atacada. Necesitamos ayuda, ahora —dijo Mc con urgencia.

—Voy en camino —respondió Alan al otro lado de la línea—. Mantengan la calma y asegúrense de que estén seguras.

Lilly, con lágrimas en los ojos, seguía intentando reanimar a Jessy, quien comenzaba a moverse débilmente.

—Mc, ella está despertando —dijo Lilly con alivio en su voz.

Jessy abrió los ojos lentamente, su mirada confusa y llena de dolor.

—¿Qué pasó? —preguntó, su voz débil.

—Te atacaron, Jessy. Pero estás a salvo ahora. Alan está en camino —dijo Mc, tomando la mano de su amiga y apretándola con fuerza.

El sonido de sirenas en la distancia les dio un pequeño consuelo. Sabían que la ayuda estaba cerca, pero el miedo persistía. Mientras esperaban a que Alan llegara, Mc no podía dejar de pensar en la palabra que el hombre enmascarado había pronunciado: "venganza".




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Tú eres mi melodía (duskwood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora