Enkhantto

Diez

>>Acá no hay "zona de confort", solo tenemos "Guerrilla de resistencia"<<

Cinco días después del aterrador suceso de la terraza, justo cuando pensé que todo estaba bien y la vida me sonreía, uno deseos días donde te preguntas si son reales porque todo te ha salido demasiado bien.

Uno de esos días radiantes, estaba lo suficientemente ocupada como para no preocuparme por nada que no fuera tener las cosas listas para el regreso a clase.

¿Conocen esa ley de Murphy que dice que cuando algo va mal, puede estar peor?.

Todo fue alrededor de las nueve de la noche, escuche un carro fuera de la casa y antes de que mi mamá lograra llamarme ya estaba llegando a la puerta.

O sea, todo iba sucediendo como película de terror, imagínense el ambiente de suspenso por favor.

-Hola.

Vaya sorpresa al recibir a mi amichi Romi con el chico que me defendió de Ian.

¿Que la vida da muchas vueltas?, pues si, ni se imaginan.

-¿Qué quieres?- le respondi a ella, si bien con él estoy agradecida a ella la quiero mandar al carajo.

-Adora, se que es algo raro que estemos aquí, pero necesitamos ayuda con tu amiga, y es urgente- dice él.

-¿Qué amiga?.

-Francis- responde Romina.

-¿Qué le ocurrió?.

-Adora enserio, necesitamos ir rápido, te explicamos en el camino.

-¿Qué pasó?- interfiere mi mamá.

Todo me parece un caos, comienza una discusión en la puerta y sucede algo nunca antes visto, Romina rogando, y a mi precisamente, luego de un par de minutos decido ir, solo porque parece importante, me coloco un pantalón de jean y recojo un suéter rápidamente y voy con ellos.

Fred da pequeños golpeteos ansiosos y mi conciencia esta inusualmente callada, y como ya dije, todo es un desastre.

Todo me da malas vibras y el ambiente está cargado de ansiedad.

Para mi sorpresa subimos los tres en una moto, dejándome Romina ir en medio, no me dice nada aunque igual hubiese sido difícil, además resulta sorprendente que no nos cruzáramos con ningún policía ya que vamos tres y ninguno llevamos casco. (No lo hagan en casa)

Llegamos a un viejo edificio, y por viejo me refiero a horrible y arruinado, bajamos de la moto y nos quedamos un momento viendo el panorama.

-Soy Rihel por cierto, no tuve oportunidad de presentarme- yo solo asiento y él se adelanta un poco, imagino para que sea la desteñida quien me dé la noticia.

-Creo que te odio, pero en la misma medida creo que te amo- eso me sorprendió, y mucho.

Ella saca un teléfono me enseña una foto de Fra y Luka, hace cinco días, la fiesta de la terraza, no solo se están besando si no que ambos están a medio vestir. Esta demás mencionar la actividad que estaban haciendo, ni pensar que se conocieron ese día.

-La tomo una amiga, ella quería publicarla para humillar a Francis pero la convencí de no hacerlo, una cosa es que yo te moleste en todo lo que pueda y otra es que te enteres así de que te traicionan con tu amiga, es horrible y eso que lo digo yo.

Sinceramente duele, y mucho, apenas hace dos días Luka me pidió ser su novia y estaba tan feliz que ayer celebre con ella y Luisana, enserio pensé que estaba alegre por mí.

-¿Eso que tiene que ver con que estemos aquí?.

-Vamos subiendo y te digo.

El interior es mucho mejor que el exterior, digo por lo limpio, se escucha ruido salir de varias puertas e incluso de algunas sale olor a comida.

-Este edificio es de mi familia, tuvo años abandonado pero mi madre decidió convertirlo en su pequeña obra de caridad haciendo una especie de refugio para mujeres con distintos problemas, todo se hace a través de la iglesia- explica Rihel uniéndose a nosotras.

-¿Y eso que en me importa?- nos detenemos al final del segundo piso y Romina toca la puerta hasta que sale una pequeña mujer bañada en llanto.

-No le digan a la señora Monic por favor- suplica mientras nos deja paso -yo solo necesitaba el dinero y ellos me dieron mucho..

No seguí escuchando luego de ver a Francis tirada en el suelo, Luka no estaba por ningún lado

-Ella llegó junto a Luka y otra chica, pagaron por una dosis pero discutieron y Luka trató de llevársela a la fuerza y a la final se fue y ella se quedó, tomo otra dosis y no lo sé pero creo que es una sobredosis, la otra chica esta vomitando en el baño- hablo tan rápido y medio llorando que apenas se le entendía.

Corro a su lado y gracias a dios tiene pulso.

-Hay que llamar una ambulancia- digo tratando de escuchar su corazón.

-No adora, no sabes toda la clase de problemas que tienen las personas del edificio, traer la policía por un problema de drogas arruinaría varias vidas, la llevaremos al hospital nosotros mismos- dice Rihel -Y tu Samantha, hablare con mi mamá, tu pequeño negocio no puede seguir si en realidad quieres recuperar a tu hijo.

Todo es demasiada información y de un momento a otro estamos en el hospital con nadie menos que mi mama que fue la única solución que conseguimos a una situación adulta que no sabemos manejar.

Los padres de Francis nos gritaron en media sala como si tuviéramos la culpa, a lo que Romina les gritó el doble, ella Rihel y yo terminamos sentados juntos en el pasillo hasta las cinco de la mañana mientras mi mamá estaba consolando o calmandoles, no se.

Francis Duarme murió a las cuatro y treinta y cinco de la madrugada por un paro cardiaco debido a una sobredosis de cocaína con un alto nivel de alcohol.

¿Lo curioso?.

La misma chica que estaba vomitando en el baño cuando fuimos confirmo que era la primera vez que ambas consumían, todos estaban muy borrachos y Luka a la final se fue enojado y ella por mero despecho se dio otra dosis mientras ella vomitaba en el baño, cuando llegó la dueña del departamento ya no había nada que hacer, su cuerpo no soportó tanta sustancia a la que no estaba acostumbrada.

Desmentido el mito de que nadie sufre una sobredosis a la primera.

De una forma rara y complicada no estoy triste, o bueno si lo estoy pero también estoy muy enfadada, me mintió, me engañó y se fue sin disculparse, nunca sabré si al menos por su cabeza pasó la idea de decírmelo o si seguiría esta mentira, y se supone que uno debería respetar a los muertos pero no puedo evitar pensar en que me traicionó, era mi amiga y ahora no podré gritarle que lo que me hizo me dolió.

Ahora no podré desahogar toda la rabia que siento por su maldita culpa.