Once

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>>A muchas personas les quedó grande el sitio de nuestras vidas que les dimos<<


Tres días y dos botellas de whisky barato luego del entierro de la innombrable y de meditar mucho he decidido hacer lo que posiblemente sea la peor decisión de mi vida.

¿Lo divertido?, le he roto todos los vidrios del carro a Luka.

Bueno, en realidad no es tan divertido porque en estos momentos tengo a un Luka muy pero muy enojado frente a mí.

El alcohol y la rabia siempre han sido una muy, pero muy mala combinación, si lo buscan debe estar escrito en la biblia o la constitución no tengo pruebas pero tampoco dudas; así como estoy totalmente segura de que la mayoría de las estupideces cometidas en el mundo las habrá hecho una persona borracha, dolida, o enojada, y en este momento yo era las tres.

-¡MALDITA LOCA!- me arranca el tubo de las manos y lo arroja causando un escándalo.

Si fueran mis vecinos ya estarían observando pero acá no logro ver a nadie.

-¡MALDITO DESGRACIADO, MENTIROSO E INFIEL!- le grito de vuelta y como puedo logro empujarlo –Era mi amiga, y murió por tu culpa.

-Yo no la obligue a nada, grábatelo en tu borracha y desquiciada cabeza – me señala en la frente y me da un golpe que me hace chocar con el coche –Me tire a tu amiga porque era menos aburrida que tú, y la culpa es de ella no mía.

-Eres una porquería- susurro.

-La porquería que tanto quieres, me equivoque pero su muerte no fue mi culpa.

-¿Y engañarme, eso tampoco fue tu culpa?- se queda callado -¡RESPONDE HIJU'E PUTA.

Intento empujarlo ya que me tiene acorralada entre el auto roto y él. En un segundo su mano golpea en mi rostro enviándome contra el auto, el dolor estalla y mi visión se vuelve borrosa, caigo sobre los vidrios rotos y puedo sentir que varios se me clavan en el cuerpo, sobre todo en mis brazos y puedo asegurar que más de uno ha roto mi piel.

-No eres más que un puto problema.

Golpe.

-Una chiquilla insolente.

Golpe.

-No eres nadie Adora Marval.

-¡¡LUKAA DETENTE!!


. . .


Dos días luego de pasar la noche en el hospital y de medio recuperarme de la paliza que me dio mi queridísimo hijo de puta, decidí continuar con mi racha de malas decisiones.

¿Qué si no aprendí las consecuencias de tomar ,alas decisiones?, pues tristemente no.

Sigo triste, confundida y enojada, con todo el mundo y con nadie en particular y solo quiero que llegue ese momento del que tanto hablan como la calma luego de la tormenta.

Y todo ese proceso que el doctor dijo que era parte del duelo me llevo a este parque a querer cerrar el ciclo mas agotador de mi vida.

-Me odias- le dije a Romina sin rodeos, no en forma de pregunta sino como una afirmación.

-Definitivamente, te odio.

Allí esta, ¿necesitaba escucharlo? Probablemente, ¿duele escucharlo? Claro, y mucho.

Que me lo dijera sin titubeos fue un golpe bajo, nunca en mi vida había hecho algo con la intención de lastimar o molestar a alguien, y que alguien a la que en algún momento consideré mi mejor amiga me diga que me odia, definitivamente duele.

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⏰ Última actualización: Oct 26 ⏰

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