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𝐙𝐀𝐇𝐈𝐑𝐀
Habían pasado unas cuantas semanas después de aquel directo, y justo como Produ lo había predicho la idea de que había algo más que una amistad entré Osvaldo y yo, ya rondaba por la cabeza de la gran mayoría de sus seguidores.
Aunque no estaban para nada equivocados, pues después del beso comenzamos a salir y a pasar más tiempo juntos. Paro nada era oficial todavía.
—¿Que ves? — me pregunta Samy, acercándose a mi laptop.
Frunce el ceño cuando se da cuenta de que estaba viendo el stream de Osvaldo.
Esa era otra de las cosas que habían pasado estás semanas, me había vuelto la mayor fan de ver streams, aunque solo los veía a ellos dos. Eso sí, era raro verlos de otra forma que no fueran mi hermano y el chico con el que salía.
— ¿Porque ves los de él y los míos no? — se hace la ofendida.
— Claro que los veo. — digo — me gusta reírme de ti.
Me da un ligero golpe en el hombro.
— Aun sigo creyendo que podrías ser buena como streamer. — dice, sentándose a mi lado.
— El también y no por eso significa que no sea. — digo refiriéndome a Osvaldo — Además soy muy aburrida, ¿quién querría verme?
— Yo, obviamente. — dice Félix llegando con nosotras.
Sonrió enternecida.
— Gracias, pero aun así no creo que sea lo mío. — digo.
— Por cierto ¿vas a salir con el hoy? — pregunta, cambiando de tema.
Asiento.
— Si, cuando termine su stream vamos a ir al cine. — contesto.
— Últimamente pasas mucho tiempo con él. — opina, mi hermana — ya casi no estas
— Déjalos, — dice Félix, poniendo una mano sobre el hombro de Samy— se los debes por lo de hace años.
Ella rueda los ojos.
— No se lo recuerdes. — pide.
Rio.
La verdad era que ya no estaba molesta con ella por lo que había hecho.
— Mama quiere que vayamos a cenar con ella mañana. — me avisa Samy.
— Bien, aunque van a intentar convencerme de regresar con ellos. — respondo.
— Solo se preocupan por ti. — habla, mi hermana — Estuviste ausente algunos años, es obvio que quieren pasar más tiempo contigo.
Frunzo los labios.
— Lo se.
Nuestra conversación fue interrumpida cuando tocan el timbre.
Instantáneamente dirijo mi mirada a la pantalla de la laptop. No me había dado cuenta de que Osvaldo ya había apagado su directo.
