Mi Vida, Mi Destino

Extra

Malik

Tres años atrás. Londres.

—papá va a matarnos —se queja Walter —es como si nosotros mismos nos estuviéramos suicidado.

—¿quieres saber si en verdad tienes una hermana?

—si.

—entonces valdrá la pena el suicidio.

Nos detemos cerca de un grupo de chicos no muy mayores.

Walter me dijo que a la chica que buscamos, la reconoceríamos en cuanto la viéramos. Puesto que el ya la conoce mediante fotos que le mostraron.

—¿crees que tenga ojos verdes? —ruedo los ojos.

—por milésima vez te lo digo; seguro que si.

Admito que Walter me creo la duda sobre sus ojos. Es como si necesitara saberlo para vivir tranquilo y seguir con mi vida.

—es menor que nosotros y su vida es más arriesgada que la nuestra.

—que la tuya —lo corrijo 

Busco al chico que de vez en cuando, se queda a dormir y se pasea por la casa de Isaias. No lo soporto, pero según Walter, el es el novio de su "hermana"

Vine para ayudar a mi mejor amigo y aprovecho para ver si puedo correr con la Reina Negra, eso sería como un logro personal. Ese sobre nombre tiene pocos meses que comenzó a sonar en las carreras ilegales. Se dice que es una chica muy hermosa y que es originaria de Londres. Otro rumor es que nunca se quita el casco, solo lo hace si le ganan y eso no pasa muy seguido, los pocos que le han ganado son quienes alardean sobre su belleza.

Después de un rato y de varias carreras, mi amigo es quien habla, rompiendo el juego de miradas que estaba teniendo con una chica.

—ya la vi —me giro hacia donde el está viendo y realmente es... Es hermosa.

Esta junto a varios chicos riendo divertida.

—no es tu hermana —hablo sin pensar.

—¿por que?—pregunta confundido.

—es demasiado hermosa para serlo —bufa ofendido.

—¿eso importa? —parecemos acosadores viéndola desde lejos —hay que hacer un plan para acercarnos a ella.

Sonrió con malicia, Walter niega con la cabeza.

—yo tengo una...

—ni se te ocurra.

—no me dejaste decirte nada —me quejó.

—necesitamos ideas realistas  y yo tengo una —sonríe y yo ruedo los ojos —podemos acercarnos a ella, buscando una carrera o a alguno de sus amigos, en especial a Harry.

—¿Eres idiota? —hago una pausa —no respondas, mi error preguntar lo obvio.

—el idiota eres tu...

—ese inepto es amigo de Isaias —le explico —y si esa diosa es tu hermana, el es capaz de contarle que estas indagando en la vida de esa hermosura. Al venir aquí nos pusimos la soga en el cuello...

—es como  si nos dejáramos caer, apretando la soga —termina por mí.

—exacto.

—¿entonces cuál es tu idea?

Sonrió malicioso.

—¿vez al chico que está con ella? —es el único —corro compitiendo con el, haciendo un apuesta de que si le ganó me deja besar a esa diosa, le ganó, la llevó a un lugar lejano...