𝓝𝓸 𝓯𝓾𝓮 𝓽𝓾 𝓬𝓾𝓵𝓹𝓪 •ᴜʀss x ʀᴇɪᴄʜ• |ᴄʜ|

Capítulo 4

El alemán después de todo ese rato pintando solo llevaba un cuarto de la pintura, y eso no es malo, más bien todo lo contrario, hasta el momento era el que mejor le estaba quedando y seguramente de todos los cuadros que ha echo antes, ese será el más apreciado.

¿Y qué hacía URSS en eso? Escribía en un computador lo que parecía ser una historia, quien sabe de que trataba, solo que ese era su pasatiempo que nadie sabía. Estaba más inspirado para aquello, todo lo que le había pasado últimamente le dio un montón de ideas, la música que colocaba Reich, buscaba la letra y le sirvió bastante.

Resulta que al eslavo se le pasó la hora por alto, era tarde como para alcanzar hacer la cena, no tenía hambre pero capaz que Third si, no iba aguantar reclamos después por lo que prefirió prevenir. Pero tenía una pereza impresionante, así que tomó la forma más escandalosa pero lo importante es que sirve.

—¡¿REICH, TIENES HAMBRE?!

—¡¿QUÉ DIJISTE?! ¡NO TE ENTENDÍ!

—¡QUÉ SI TIENES HAMBRE!

—Ah... ¡SÍ, UN POCO!

—¡YA, TE VOY A TRAER ALGO Y NO ME INTERESA SI NO TE GUSTA!

URSS fue a la cocina revisando todo, no le servían la mayoría de las cosas porque tendría que prepararlas. Se preguntaba como podía ser que lo único viable era un pedazo de un pastel de cumpleaños de uno de sus hijos 《¿Cómo no le va gustar esto? Maldito alemán, saliste con suerte hoy》 Solo se resignó a cortarle un pedacito, ponerlo en un plato y llevárselo.

Al tocar la puerta, europeo no escuchó por la música, él estaba cantando en voz un poco baja "Have You Ever Seen The Rain" de Creedence Clearwater Revival.

—I wanna know, have you ever seen the rain. Comin' down on a sunny day? —entró cantando en voz baja el ruso llamando la atención del alemán quien recibió el plato —. Veo que ahora vas por los 70s, creí que te quedarías en los 40s y 50s pero estas avanzando rápido.

—Me agrada, solo eso, lo más seguro que ni pase los 2000. Oye, ¿seguro que no le echaste algo a esto? —dijo inseguro, para él era raro que le dieran una cosa así.

—Tienes suerte, no había más que unas miserables cuatro galletas ya vencidas.

—Tienes la tremenda casa, ¿y me dices eso? Come un trozo de esto si es que no tiene nada —ordenó Third, no se iba confiar tanto en algo que ya de por si es tentador.

El ruso agarró el pedazo de pastel y de un mordisco se comió la mitad.

—Exquisito.

—... Eres detestable.

—Jaja, no te preocupes, te traigo más.

—Nah, mejor yo voy, solo dime donde está.

—Al lado del refri'.

El alemán fue a buscar otro trozo, regresó a su habitación y URSS seguía ahí, observaba la pintura que se había dedicado toda la tarde.

—¿Qué miras? —dijo Reich de mal genio, no le agradaba que vieran las pinturas en proceso, porque no alcanzan a ser decentes aún.

—Nada... buenas noches —se despedía mientras salía de la habitación.

—Buenas noches... Sowjet —se sorprendió el soviético al oír como lo llamó, durante de 1939 a 1945 no lo llamó de esa manera, era un apodo que le colocó a los pocos días que se conocieron.