capitulo 9: Contactos.

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Luzón es y será por las próximas generaciones, la capital de las Filipinas.

A lo largo de las islas, la población vive relativamente tranquilos aún siendo parte de España, luego de haber cortado su administración con Nueva España, ahora llamado México. Los filipinos han tenido ciertos roces con los españoles desde siempre, pero en lo que cabe de convivencia, ambas etnias podía llevarse bien entre si.

Sin embargo, eso cambio partir del 8 de Marzo de 1847, cuando navíos de hierro llegaron a los dominios del archipiélago asiático dominado por los españoles. La bandera de los navíos demostraron quienes eran estos nuevos invitados.
El primer contacto que se dio en Luzón, sin duda fue algo histórico.

Pero cuando avanzaron al edificio de gobierno que mantenían al archipiélago bajo la sumisión española, fue cuando se supo las intenciones del país de México.

Los Estados Unidos Mexicanos habían entrado en guerra contra España hace relativamente poco tiempo, terminando la guerra por Cuba con bajas devastadoras por el lado de España, ante el tratado que se había dado entre ambas naciones, una de las demandas mexicanas era la sucesión de las Islas filipinas a territorio mexicano. De primera vista, esto simplemente fue tomado cómo algo de mal gusto, sin embargo, la vista de los navios mexicanos hizo que muchos de los españoles se cuestionaran si de lo que se decía era cierto.

Debido a las distancias que hay de un territorio a otro, la comunicación normalmente entre la península y el resto de tropas era algo simplemente lenta. Apenas se había sabido que México había entrado en guerra de nuevo contra España, no solo la guerra duró demasiado poco. Saber que ahora, la corona española debía ceder su colonia asiática a la nación Azteca fue una revelación impactante cuando se dio a conocer a los líderes del Archipiélago.

Luego de unos cuantos días en alta mar, la flotilla mandada a Filipinas había establecido contacto con el país Hispano-asiático, que pasaría a ser una extensión mexicana en Asia.

Por otro lado, la segunda flotilla, había llegado al Reino de Hawái.

Las islas del pacifico, habían presenciado la llegada de la imponente armada mexicana a las costas de la isla principal, entablando contacto diplomático con los Hawaianos.

En ambos cuerpos diplomáticos que habían sido mandados a ambos lados del pacifico, tuvieron que decir unas palabras que bien uno dijo con más fuerza que el otro, por parte de los diplomáticos en Hawái, el ultimátum que se dio, no solo tenso las cosas para los diplomáticos si no también para los soldados que habían viajado junto al cuerpo haciendo papel de escolta.

La nota relataba sobre cómo, El Reino de Hawái debía ceder cómo extensión de territorio de los Estados Unidos Mexicanos para mantener la seguridad de las islas y de su población, para impedir que alguna nación los invada y esclavice; Anexión. Esa era la palabra más redundante y que daba a entender las intenciones de México con Hawái.

Por otro lado.

En Luzón, el diplomático Mauricio Alexander, Simpatizante y seguidor del presidente Josep, hablo en un tono grave y autoritario sobre cómo México reclama la soberanía de las Filipinas cómo territorio mexicano.

--...es por eso, que se les dará alimentos para su viaje de retorno. A partir de ahora, Filipinas es parte de México.-- con una lengua afilada, el Diplomático termino de relatar bajo la mirada asesina del gobernador.

Este mismo, ante la soberbia con la que le hablaron, no pudo evitar enfurecer.
No solo contra los mexicanos, si no con parcialmente su propia nación al permitirle al país mexicano hablarle de esa manera tan arrogante.

¿¡¡¿MEXICO MODERNO EN EL AÑO 1846?!!? (adoptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora