El sonido insistente de mi móvil como despertador me hace despertarme cuando los primeros rayos de sol se empiezan a colar por la habitación que Luz y Brahim me habían dejado ocupar en su casa. Lo apago de un manotazo y con los ojos aún pesados por el sueño, desbloqueo el móvil. Tengo bastantes llamadas perdidas de Pedri y algún que otro mensaje. Soy consciente de que tendré que hablar con él pero estaba retrasando el momento lo máximo posible. Además tengo un mensaje de Ferran, un link que me lleva directa a un vídeo de TikTok. Es un vídeo de un periodista del corazón en el cual habla de mi ruptura con Pedri. La verdad que no me importaba lo más mínimo, era obvio que la gente se iba a acabar dando cuenta y cuanto antes me desvinculasen de él, mejor. Contesto a mi amigo y me levanto de la cama.
Llego al baño y como el día anterior, me detengo en el espejo. Mi reflejo, ahora con una melena pelirroja que apenas me rozaba los hombros, me devuelve una sonrisa no demasiado segura pero si más de lo que solía ser. Aún me estaba acostumbrando al nuevo look pero sentía que me gustaba de verdad. Me peino rápidamente y me pongo un poco de maquillaje, nada demasiado recargado. Me pongo un pantalón de lino blanco y un top azul marino. Tengo ya demasiadas ganas de que llegue el invierno para poder ponerme más estilos de ropa.
Una vez lista, bajo a la cocina donde ya están Luz y Brahim. Mi hermana me recibe con una taza de café y una sonrisa maternal. Porque eso había sido siempre para mi, tras la muerte de nuestra madre cuando yo tenía 11 años, ella se convirtió en mi tutora legal porque acababa de cumplir 18. Se había hecho cargo de mi y ella era mi segunda madre.
- Buenos días cariño- me da un beso en la sien dándome la taza- ¿Has dormido bien? ¿Tienes ganas de tu primer día oficial?
- Muy bien, gracias- contesto a la primera pregunta- Tengo ganas pero estoy nerviosa. Quiero hacerlo bien.
- Estoy seguro que si- dice Brahim uniéndose a la conversación mientras revisa algo en su móvil- Ayer David estaba muy impresionado contigo y con tus ganas de trabajar, es complicado sorprenderle y tú ayer lo hiciste.
Comienzo a tomarme el café tras rechazar la oferta de una tostada o algunas galletas de mi hermana. Después de desayunar, subimos al coche de Brahim rumbo a Valdebebas, con la promesa de que al día siguiente, yo llevaría mi coche hasta allí. La conversación en el coche es ligera, un par de anécdotas que consiguen relajarme un poco. Cruzamos juntos las puertas del complejo, rodeados de un ir y venir de personas constante. Brahim va saludando a todos y yo me limito a sonreír si alguien hacía contacto visual conmigo.
Me despido de Brahim con un abrazo a escasos metros de la sala de fisios. Allí dentro ya están Manuel, Carla y una Almudena que acaba de llegar porque está dejando el bolso en una mesa que hay en la sala.
- Bienvenida de nuevo, Claudia- me dice Manuel- Hoy va a ser un día tranquilo para que te vayas adaptando.
- Si- Almu se coloca a mi lado- Vente conmigo si quieres, Clau. Te enseño donde tenemos nuestro vestuario y te doy un uniforme.
- Perfecto- ambas salimos de la sala en un cómodo silencio.
- ¿Te puedo hacer una pregunta, con toda la confianza del mundo?- me dice la rubia.
- Eh... claro- digo no muy segura.
- ¿Tu eres la chica que ha estado saliendo con Pedri, el del Barça, no?- noto en el tono de su pregunta que no está muy cómoda haciéndola pero que la hace sin mala intención y desde la más pura curiosidad.
- Si, soy yo- digo de la manera más natural posible mientras ella me va guiando por las instalaciones- Pero bueno, ya no estamos juntos. Por eso estoy aquí.
- Algo he oído sobre eso. Perdona si te he hecho sentir incómoda con la pregunta, siento mucho que ya no estéis juntos.
- No te preocupes- digo quitándole importancia- Y no lo sientas, créeme que estoy mejor así. Por algo he vuelto a casa.
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𝐊𝐈𝐍𝐆 𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓 -Jude Bellingham
FanfictionA Claudia jamás le han gustado lo cambios. Le asustaban, le daban vértigo. Pero una vez que esos cambios son más que necesarios, no habrá manera de impedirlos. Cuando su propio cuerpo no puede más, se acabará arrastrando hasta Madrid, su verdadero h...