Red siempre tuvo de figura paterna al amable y soso Rey de Corazones y de figura materna a la inquebrantable e insoportable Reina de Corazones. Sin embargo, un viaje al pasado, trae sorpresa que hacen que se sienta a la intemperie, viendo que las co...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
De color Rojo | Red of Hearts
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Soltó el reloj inconscientemente. Por un lado estuvo dispuesta a agacharse para recoger el objeto, pero tras percibir la mirada de ambas personas sobre ella, irguió la espalda y jugó con sus manos.
Huyó del siniestro barco lleno de hombres y se imagina que volverá en menos de lo que se imagina. Tragó saliva con dificultad.
MC Twisp habría pasado su pata por sus largas orejas con evidente ansiedad. Red todavía era un diamante sin pulir.
Su pequeña figura había aparecido de repente frente a ellos, interrumpiendo la tensa conversación. Hook y Ella se quedaron sorprendidos al ver a Red. Sobre todo la mirada de Garfio que endureció luego de unos segundos.
Ella, conmocionada por la presencia repentina de un niño, se acercó y agachó para recoger el reloj. Sus ojos se encontraron con los de Red, llenos de confusión y curiosidad, la de la pelirroja no se despegó del pirata aún cuando Cenicienta estuvo en frente sosteniendo su valioso reloj.
—¿Quién eres tú, pequeña?— Preguntó Ella con voz suave, tratando de entender cómo Red había aparecido tan repentinamente.
Red abrió los labios para responder. Pero Hook, con un gesto cansado se interpuso cubriendo la boca de la niña.
—Es un niño perdido de Nunca Jamás. Se metió en problemas y me la encontré por ahí—Respondió con una sonrisa forzada, intentando ocultar la verdad a Ella.
Red, con una inocencia infantil, levantó la mirada a Hook y a Ella alternativamente, sin comprender la situación.
—¿Nunca Jamás?— Preguntó con confusión, sintiendo la tensión en el aire.
Ella, con una mirada que oscilaba entre la incredulidad y la pena, dirigió su atención a Hook.
—Como te atreviste.— Exclamó, siendo interrumpida de inmediato.
Hook, con un suspiro buscó la mano de Red, recogiendo la tela blanca de las mangas de su vestido y levantando su brazo como si la niña tuviera alguna enfermedad extremadamente contagiosa.
