Quinta Parte.

1.4K 162 11
                                    

Sus ojos.

Su mirada.

Su manera de mirarme.

Parece mirar más allá que solo a mí, descubrir todos mis secretos. Y eso me parece terrorífico.

Sin embargo, podría pasarme el día entero mirando sus ojos.

Son oscuros, bonitos, y transmiten seguridad, no como esos ojos claros que parecen débiles.

Desde el primer momento en que la vi, fueron sus ojos los que me flecharon, siempre miro a sus ojos, no puedo evitarlo.

¿Qué sería de mí, si no veo más sus ojos?

No puedo imaginarlo, no quiero.

Me he vuelto adicto a su mirada, y podrá sonar extraño, pero no sería feliz sin aquellos ojos oscuros mirando mi rostro todo el tiempo. Amo cuando ella me mira, dice que soy hermoso.

Me encanta cuando despierto a su lado y ella abre los ojos, una mezcla de marrón oscuro y claro, raros, pero tienen ese no-sé-qué, que me hipnotiza.

Me gusta cuando jugamos a mirarnos y quien pestañee primero pierde. Así puedo mirarlos más tiempo, y no importa si ella pierde, le digo que tiene otra oportunidad, y así, yo puedo seguir mirando sus ojos.

Lo sé, soy un chico extraño, pero, ¿Me culpan por enamorarme de ese par de ojos preciosos?, me declaro loco entonces, loco por sus ojos.

No son los anti-depresivos los que me calman cuando tengo mis representaciones suicidas constituidas por imágenes mentales de mí mismo, expresando que me he imaginado de diferentes maneras terminando con mi existencia, son sus ojos. Su mirada, su manera de mirarme.

Razón número uno: Maldita sea, lo he dicho ya mil veces, sus ojos.

26 de agosto de 2014.

-Shawn Mendes.

¿Cuántas veces he llorado esta noche?

No tengo ni idea, solo sé que si no me detengo voy a inundar la habitación con mis lágrimas.

Miré a Nash, quien no se ha ido aún, ya que le pedí que se quedara a leerme el libro.

-Esto ha sido tres días después que te pidiese ser su novia.

Asentí, limpiando mi nariz con otro pañuelo.

-¿Ya dormían juntos antes?

-Sí, desde que dormí en su casa la primera vez.

Nash sonrió de lado.

-No perdieron tiempo.

Me eché a reír para posteriormente golpear su hombro.

-Lo único que se atrevía a tocarme era la guitarra.

Sonreí melancólica ante el recuerdo.

-Desde que apareciste en su vida todo dio un giro de trescientos sesenta grados.

-Siempre me lo decía.

-Él nunca dice mentiras.

-Lo sé. y lo arruiné todo, Nash.

-En realidad lo arruinaste, chica.

Vuelvo a golpear su hombro.

-No puedes culparme, mi sueño siempre fue estudiar Medicina, por eso me fui a Nueva York.

Nash no dice nada.

-Le dije que me espere, que volvería.

Empezaba a llorar nuevamente.

-Y él no me creyó, pensó que me olvidaría de él y empezaría una nueva vida con alguien más.

Nash dejó el libro de lado al percatarse de mis sollozos, se acercó y me rodeó con sus brazos.

-La culpa no ha sido tuya.

Consuela y besa mi cabello, acariciando mi espalda.

-¿Qué pasa si me rechaza?, seguro que debe odiarme.


Nuevamente, Nash no pronuncia palabra alguna.


¿Por qué no me dice que no será así?

¿Por qué no me dice que él no me odia?

¿Por qué no me dice que estará feliz de verme?

----------------------


Volvió la yo.

¿Cómo están, mis amores?

Me gustaría saber qué opinan de este capítulo.

Personalmente, me encantó.

Ahora ustedes, exprésense en los comentarios y los votos.


Nos leemos mañana. y Gracias a todas.


10 Reasons [#WOWAwards] ♛s.mWhere stories live. Discover now