Consideremos este quinto apartado como una excusa para seguir escribiendo, vivo situaciones que luego no recuerdo por mi pésima memoria pero adoptaré la costumbre de anotarlas en un cuadernito e inmolarlas en este quinto apartado. No serán muchas y ya se me ocurrirá algo mejor en el futuro. Eso espero
Hay momentos en los que necesito salir, sucede de pronto... son situaciones adversas las cuales desencadenan este deseo de salir por esa puerta y correr todo lo rápido que pueda para, aunque sea, poder disfrutar de algún logro en el día y drenar algunas emociones internas. Suena algo trágico pero es un método hermoso que encontré para poder descargar mis emociones.
La "situación adversa" más común que desencadenaba esta necesidad tiene una hermosa sonrisa, cuando ella cometía acciones que a mi me incomodaban debido al cariño que le tenía o cuando me enteraba, por otras fuentes, de cosas desagradables que hacía... sabía que era hora de salir de casa. ¿Débil?, ella muchas veces me lo dijo en tono burlesco pero creo que realmente lo sabía... ella era mi debilidad y provocaba en mí reacciones que no conocía antes, salir a correr por kilómetros con la cabeza llena de pensamientos se convirtió en mi suero en noches que moría por desilusión, en noches que la respiración se me agitaba y lloraba sabiendo que no faltaba mucho para sentir aquellas malditas hormigas, hormigas que recorrían desde los dedos de mis extremidades diciéndome a gritos que algo no estaba bien, que respirar compulsivamente y tan rápido no era normal y que sentir las lágrimas inundando mi rostro escenificaban el escenario perfecto de un perdedor que no supo ganar en este juego.
Al menos si algo puedo rescatar de esta comedia trágica, es que aprovechaba la situación para entrenar y mejorar para mi examen... al fin y al cabo debía mantenerme firme para afrontar un examen de postulación exigente y no me quedaría atrás.Acabo de recordar algo relacionado a la carrera.
Fue hace mucho, incluso antes de comenzar a prepararme para ser naval.Como si fuese ayer, aquella vez que salí con mi hermano y corrimos cinco kilómetros... ¿Cinco kilómetros? ni si quiera sabía si podía correr un kilometro... el me decía que iríamos despacio y lo siga, así lo hice. Que tortuoso fue el proceso y no fue para nada disfrutable, recuerdo cuando a mitad de camino me pesaban las piernas y yo solamente quería parar, pero cada vez la meta estaba mas cerca y sabía que tenía que llegar junto a mi hermano. Lo hice en aproximadamente 33 largos minutos, pero lo logré.
Hoy en día, ya con mas experiencia y entrenamiento, logré disminuir mi tiempo en carrera. Cinco kilómetros ya no se veían insufribles y disfrutaba el proceso tanto como el resultado al momento de llegar y revisar los minutos que hice en el celular.
25 minutos. Ese era mi tiempo habitual, sin embargo con las constantes escapadas nocturnas que me regalaba bajé mi tiempo casi sin percatarme... ¿23 minutos? esta bien, era de esperarse que mejoraría.
Hasta que un buen día por la mañana logré el que, hasta la fecha, es mi mejor tiempo. ¿20:40m? ¿Qué me pasó aquel día? No me sentía mal, únicamente salí porque me sentía motivado y era parte de mi entrenamiento... Supongo que ayudo el que no hayan muchos carros en circulación por la hora. Lo volveré a intentar a esa hora.
Hoy en día y con este recuerdo presente, me marqué la meta de rebasar los 20 minutos... mis últimos 5 kilómetros los corrí en 21:40m y sabía que lo pude hacer mejor... empecé mal, podía haber empezado calentando un poco más.
El entrenamiento es una buena forma de convertir el dolor en algo positivo, todos nosotros podemos decidir entre el dolor del arrepentimiento o el dolor de la disciplina... es una ecuación muy simple pero que requiere coraje.
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Consecuencias
Short Story¿Qué tanto una decisión puede cambiar el rumbo de tu vida? Desde una minúscula acción como enviar un mensaje de texto, hasta dejar los estudios por capricho e inmadurez. En este -ni idea de que se le puede llamar- se pueden explorar algunas posibili...