Capítulo 9

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24 de febrero de 1995

Sirius Black llega a la segunda prueba con una mezcla de expectación y preocupación por su ahijado, Harry. Sin embargo, lo que ve supera cualquier cosa que pudiera haber imaginado. Allí, en medio de una gran multitud de observadores curiosos y murmullos, Harry está besando apasionadamente a Draco Malfoy. La escena, tan dramática y romántica, parece sacada de una novela sentimental.

Sirius no puede evitar sonreír ante la imagen de su ahijado encontrando un momento de felicidad en medio del caos. Pero su sonrisa se congela en su rostro cuando Draco, de repente, propina un fuerte golpe a Harry. La fuerza del impacto es tan sorprendente que Sirius no puede evitar pensar, ¡Merlín, qué golpe tan potente!

El rostro de Harry, a pesar del dolor evidente, brilla con una expresión de devoción pura. No hay duda de que Harry está dispuesto a luchar por Draco, sin importar las dificultades que surjan. La confirmación de sus sentimientos llega cuando ve a Harry sonreír de manera tonta, a pesar de tener la nariz claramente rota. La imagen de Harry con esa sonrisa en medio del dolor hace que Sirius se dé cuenta de lo profundamente comprometido que está su ahijado.

Sirius suspira, dándose cuenta de que ya no es tan joven para estos dramas emocionales. Murmura para sí mismo mientras se aleja.

—Quizás sea mejor que me vaya. Ya no estoy para estos enredos sentimentales. —Se vuelve con una ligera mueca de diversión—Harry debería tener más cuidado con Draco que con las pruebas. 

24 de febrero de 1995

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24 de febrero de 1995

—¡Maldito, Potter! —grito, lanzando una almohada con fuerza hacia la puerta de mi habitación. Mi respiración agitada, el enojo brotaba de cada poro, pero no lograba disipar esa rabia que me carcomía por dentro.

—Sí, un maldito —murmura Pansy desde un rincón, con la voz impregnada de una calma que solo lograba irritarme más.

—¡Es un idiota! —vuelvo a gritar, lanzando otra almohada con aún más furia.

—Un idiota completo —susurra Blaise, casi con desgana, sentado junto a su novia, quien ahora se concentraba en sacarse de encima la monotonía mirandose las uñas.

—Un idiota tan sexy... —las palabras escaparon de mis labios antes de que pudiera detenerlas. Otra almohada salió volando, como si con ella pudiera borrar la vergüenza que comenzaba a teñir mis mejillas.

—Sí, un idiota sexy —repite Pansy, sacando la botella de esmalte que había "tomado prestada" de una pobre hufflepuff. A ella no parecía importarle en lo absoluto la frustración que me retorcía por dentro.

Miré a mis amigos con irritación. 

—¿Por qué repiten lo que digo? —pregunto, la molestia evidente en mi tono, mientras mis ojos los escrutaban, buscando alguna señal de comprensión.

Draco Malfoy y la Magia de los Retratos [Harco] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora