30 - Solo me gustas tú

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PDV Chiara

- Ven - ella me señaló sus piernas y yo la miré con los ojos entre cerrados. - Acuestate, Kiki - sus pupilas se dilataron y me acerqué a ella con pequeños pasos.

Me acostó en sus piernas boca abajo dejando mi culo a la vista.

- Que lindo - sentí un leve ardor en esa parte ¿en serio me dio una nalgada? Suspiré un poco y miré hacia la puerta de la Oficina. Estaría muy mal que alguien nos encuentre así.

- Vio, alguien puede vernos - dije jadeando mientras su mano levantaba mi falda.

- Me gusta más la ropa interior transparente... Deberías anotarlo - murmuró.

Sentí como bajaba mis bragas lentamente y pasaba su dedo por mi entrepierna. Eso me hizo jadear.

- No te he tocado y ya estás más que mojada, amor - mi respiración se agitó y me removí un poco. La necesito mucho, necesito que me toque..

- V-Vivi - gemí bajito mientras sentía como Violeta pasaba uno de sus dedos por detrás de mis rodillas.

- ¿Qué pasa, Chiara? - sentí su dedo tocar mis labios vaginales y me tensé.

- T-tocame V-Vio - estar en esta posición lo hacía todo más intenso, tenía ganas de sentir sus dedos en mí y es algo nuevo.

Masajeó mi clítoris y jadeos se escucharon por parte de
Violeta.

- Hmmm - gemí.

Cerré mis ojos con fuerza y mordí mi labio evitando gemir. No quiero que me escuchen, sería inapropiado. De repente me levanté de golpe y miré a Violeta sin entender nada. Ella tenía su rostro serio y cogió su portátil como si nada.

Hace unos segundos me iba a masturbar y ahora parece que no quiere verme.

- ¿Q-que pasa? - la miré preocupada.

Mis piernas temblaban y quería sentirla adentro de mí, aún.
Acomodé mi falda avergonzada y Violeta no respondió.
La miré sin entender pero aún así me incliné a recoger mis bragas, las iba a tomar pero ella las cogió muy rápido.

- Como te gusta estar coqueteando con mi secretaría, creo que tu castigo será más grande. - me sonrió cínicamente y yo hice un puchero.

Aún no se me iba lo excitada que estaba y su rostro que por alguna razón se ve tan... Tan bien, no ayudaba mucho.
Ví como abría un cajón de su escritorio y guardó mis bragas en él, lo cerró y volteó a mirarme.

- No te tocaré y espero que tú tampoco lo hagas, Oliver - se paró de su silla y yo retrocedí mientras ella parecía estar acorralandome.

Su mano se fue a mi barbilla y mordió mi labio con un poco de fuerza. Gemí y ella sonrió.

- Lo haces muy difícil, Chiara - acarició mi mejilla con ¿amor? Sus ojos brillaron y me acerqué a sus labios.

Ella gustosa me aceptó el beso y llevé mis manos a sus mejillas. Ambas suspiramos en el beso y nos separamos lentamente. Fue un beso de sólo labios pero se sintió muy bien, como siempre.

- Sólo me gustas tú - balbuceé.

Las palabras salieron sin querer aunque era verdad. Sólo me gustaba ella, no su secretaria.

- Aún así no quiero compartirte, si ves que alguien tiene intenciones más allá de una relación amistosa, aléjate y no le hables... ¿Si? - ví como hacía un leve puchero y sonreí.

- Okey pero no me castigues, odio que me ignores y que estés enfadada conmigo - susurré.

¿Podemos mezclar los sentimientos con un contrato que probablemente esté arruinado? Siento que lo estamos arruinando.

- Tampoco me gusta ignorarte y castigarte, Kiki... No creas que tú eres la única que se siente mal, así que por favor, pórtate bien... Sólo pido que seas mía... Por siempre
- eso último lo dijo en un susurro casi inaudible. Por suerte escuché bien o eso creo.

Me robó un beso y antes de que pudiera decir algo ella me tomó de la mano y nos llevó hasta su escritorio, se sentó en su silla y yo me senté en sus piernas porque así lo quiso.

- ¿Estás cómoda? - su mano se fue a mi muslo expuesto y lo acarició sin segundas intenciones. Su mirada dice que sólo quiere hacerme cariñitos.

- Sí, pelirroja - besé su mejilla tímidamente y ella sonrió con la lengua entre sus dientes.

Una llamada interrumpió el momento y Violeta contestó con fastidio.

Al parecer es su secretaria.

A los pocos segundos, Nicole había entrado a la Oficina.
Sentí la mano de Violeta apretar con fuerza mi pierna y ví que su rostro cambió por completo a uno serio y sin emociones.

Le di una mirada rápida a la secretaría de la pelirroja y ella me sonrió tiernamente y yo le devolví la sonrisa por educación. La mano de Violeta de una dejó de tocarme y se fue apartando lentamente de mí. Es muy celosa, me gusta pero lo malo es que me castiga por esos celos.

Miré a Violeta y ¡wow! su perfil es muy lindo, no lo había notado nunca, es muy bonita.

Ella movía sus labios pero no sé que decía ya que estaba
ocupada viendo su belleza.

En un momento a otro la tomé del rostro suavemente y la jalé hacia mí para besarla. Se sorprendió un poco pero cuando metí mi lengua en su boca ella me sujetó fuertemente de la cintura. Mi lengua comenzó a juguetear un rato con la suya y me separé por falta de aire.

- Alvaro la verá a las 5pm para mirar la ropa - salté un poco por el susto y se me había olvidado que aquí estaba Nicole.
Salió muy rápido de la Oficina y me giré a ver a Violeta.

- Lo siento, pensé que y- me interrumpió poniendo su dedo índice en mis labios y sonriendo.

- No pidas perdón, eso fue lo mejor que se te pudo haber ocurrido - abracé a Violeta y dejé un pequeño beso en su cuello.

- Tengo sueño - murmuré. - Me levantaste muy temprano - dije frunciendo mis cejas. Esque despertar a las 4am es algo muy raro, ni siquiera sabía en donde o con quien

- Mañana también tendremos que levantarnos a las 4 ... O bueno, si tu quieres puedes quedarte todo el día en la casa, no me molestaría que descanses para guardar energías para la noche - mordió el lóbulo de mí oreja y me estremecí. Su
voz ronca es tan satisfactoria.

- Suena bien... Te mandaré ánimos desde casa - sonreí débilmente mientras sentía como me estaba quedando
dormida encima de Violeta.

- Puedes mandarme otra cosa desde casa...















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My Sugar Mommy - KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora