Skylynn al despertarse notó varias cosas; la primera su dolor de cabeza, lo segundo el cansancio que tenía en su cuerpo, lo tercero una respiración en su nuca, acompañada por un brazo enganchado a su cintura. Su mano movió la manta que les cubría y una sensación de alivio le recorrió al verse vestida.Las manos pasaron por su cara y soltó un quejido entre medias, tirando de su cuerpo hacia atrás, chocando con un cuerpo. Se tensó de nuevo, girándose con lentitud.
—Oh, no —murmuró bajo su aliento, lo que hizo que una mueca de asco saliera de sus labios ante aquello—. Mierda, Sky, mierda.
La castaña tiró de su cuerpo hacia delante, alejándose del chico que dormía plácidamente. Skylynn entrecerró sus ojos y su mano se alejó de su propio rostro, moviéndose hacia Alexandre de manera temblorosa.
Un suspiro leve se escapó de los labios de Alexandre, y la mano pálida se quedó a un centímetro de la mejilla del joven, que no tardó en abrir sus ojos asustado cuando tocaron su puerta;
—¡Mukasa!
—Mierda, mierda, mierda —susurró Alexandre acelerado. Skylynn miró la puerta con panico—. ¿Qué hago?
—¡Baja ya!
—Pero...
—Tu madre ha hecho el desayuno —interrumpió tras la puerta, la chica alzó sus cejas.
—Genial, genial... —apretó sus labios mirando a Skylynn, que levantó sus manos—, ahora bajo.
—Bajáis.
—¿Q...Qué?
—Tú y tu amiga —se quedó unos segundos en silencio—, no tardéis.
Ninguno de los dos se movió cuando escuchó los pasos del padre de Alexandre bajar la escaleras.
—¿Qué mierda? —se quejó Skylynn tras unos segundos, para después pasar las manos por su cara y negar—. ¿Qué jodida mierda?
—No tengo ni idea —admitió Alexandre sin saber muy bien qué decir. Ella negó con su cabeza de nuevo—. ¿Bajamos?
La chica quitó las manos de su cara con una expresión incrédula que hizo que Alexandre chasqueara su lengua y después sacudiera sus hombros.
—O no, también podemos no bajar —rectificó lentamente, después miró hacia la puerta cerrada—. Aunque mi madre se enfadará bastante sí no bajamos.
—¿Tu madre? —repitió Skylynn. El chico quiso reír ante su expresión—. ¿Tu madre, Alexandre?
—Si, mi madre.
—Y una mierda —soltó bajando de la cama, agachándose a recoger su ropa—. ¿Tu padre y tu madre? No.
—Eso es grosero.
—¿Que?
—Te han invitado a desayunar, irse así es de mala educación, Sky.
—¿Me estás vacilando? —preguntó con la voz un poco más fina, apretando la ropa en su pecho. Alexandre negó—. Pero, ¿¡Cómo estás tan tranquilo?!
—No sé —admitió, una risa airosa se escapó de sus labios y Skylynn apretó la mano en forma de garra hacia él con rabia—. No te pongas así.
—Si, sí que pongo así —se quejó con su cara arrugada—. ¿Por qué coño me invitan a desayunar?— preguntó al aire—. Ni que fuéramos...
No acabó su frase y a Alexandre no le hizo falta. Sintió enfado hacia ella, y hacia sí mismo por creerse una palabras de ella en tal estado la noche anterior.
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[SOMBRÍA]
Teen Fiction¿Cuántas cosas serías capaz de hacer para salvar tu relación? Su reputación fue una de las cosas que Alexandre Mafire dejó en las manos del rumor más odiado y ardiente del pueblo, Skylynn Mickler, todo con tal de poder estar con Amanda, aunque fuera...