Capítulo 13

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En el sueño, Thomas podía verse a sí mismo acostado y dormido sobre la blanda cama, después divisó la figura de Dylan, quien se recostó a un lado de él, mientras jugueteaba con los rubios mechones del cabello de Sangster le susurraba algo al oído;  después de un rato Thomas se giró, quedando frente a frente con O'Brien; el cual sonrió ampliamente y le plantó un casto beso en los labios. Brodie pareció abrir los ojos por lo cual Dylan,un tanto alarmado, se irguió de manera brusca pero en cuanto se percató de que el rubio seguía dormido, sacó su celular y le tomó varias fotos, con una boba sonrisa en los labios. Thomas despertó después de unos pocos segundos, hablaron y después comenzaron a pelear por el celular.
Ese no parecía un sueño, más bien un recuerdo...

El escenario cambio y ahora se encontraba en otra habitación, podía ver a Dylan recargado en una esquina de ésta, el castaño se miraba reflejado en un enorme espejo de la habitación, sus ojos estaban inyectados de sangre. Se puso de pie, caminó hacia el espejo y empezó a gritarle a su reflejo.

-¡Maldito estúpido! Eres idiota, idiota, idiota.

Dylan estampó los puños contra el espejo, logrando que éste se viniera abajo en miles de pedazos. Los puños del castaño sangraban, y Thomas no quería ser otra cosa más que salir de donde quiera que se encontraba. Quería detener a Dylan, gritarle que se detuviera... pero las palabras no le salieron.

-¡Idiota, idiota, idiota!-blasfemó el morocho. Sus manos se estrellaban una y otra vez contra la blanca pared de la habitación, que poco a poco comenzaba a teñirse de un rojo carmesí debido a la sangre.
Thomas quería intervenir, sin embargo: no le era posible. Lo único que podía hacer era presenciar todos aquellos acontecimientos.

Sentía miedo, frustración, culpa... ganas de morirse.

Abrió los ojos de golpe, se encontraba bañado en sudor y con el cuerpo tembloroso. Al lado de él se encontraba la distorsionada imagen de su hermana.

-¿Otra vez?-preguntó ella, con un ligero claro entre sus cejas-. Tom, estabas exactamente igual que ayer. No respirabas... y, parecía que... Olvídalo. ¿Te encuentras bien?
-¿Sin mentir?

La rubia asintió.

-Pues no, no lo estoy. ¿Por qué no me di cuenta, Ava? Todo aquel tiempo estuve junto a la persona correcta, la que siempre me hace olvidar los problemas que tengo, pero jamás lo valoré...Hasta ahora, ahora que lo he perdido. ¿De qué sirve percatarme de eso ahora que ya no lo tengo a mi lado? ¿De qué sirve valorar algo hasta que lo pierdes? Debí cuidarlo, sé que es la persona correcta. Creo en el destino, Ava. Si encontré a Dylan en mi camino, por segunda vez, debe ser por algo. Pero lo he echado a perder, todo esto es culpa mía, debí haberme quedado con él sin importar lo que dijera mi madre... pero supongo que ya estoy acostumbrado a hacer todo lo que me dicen, a ser la jodida marioneta de los demás.
-No es así Tom. No eres así, tú eres capaz de cambiar eso... no necesariamente tienes que hacer todo lo que te dicen. Tú puedes cambiar las cosas-le dijo su hermana, intentando levantarle el animo.
-Da igual, no sirvo para nada... más que para arruinar las cosas.
-Siempre habrá algo o alguien que estará dispuesto a arreglarlas.
-Pero yo siempre encontraré la manera de echarlas a perder nuevamente.

Ava chasqueó la lengua y lo miró con rigor.

-Tom, quiero ayudarte pero si tú no me lo permites, no puedo hacerlo.
-No, no es eso... es que, no me siento muy bien, quizás debería dormir otro poco.
-¡¿Otro poco?! ¿Tienes idea de qué hora es?-exclamó.
-Eh... no, ¿por qué?
-¡Son las tres de la tarde, Thomas! En dos horas llegará Isabella, ¿ya has planeado lo que vas a decirle?
-Joder, no. Ya ni siquiera lo recordaba-suspiró-, ¿de verdad dormí tanto?
-Sí, dormiste tanto. Y... más te vale que hagas lo que madre te ha dicho, tal vez si regresas con Isabella haga que la calmes un poco.
-Sí,-bufó-. Pero, no lo se...

De pronto la puerta se abrió de golpe y Thomas divisó la figura de su madre.

-Thomas-pronunció la mujer, quien iba adentrándose a la habitación-. Veo que has dormido muy bien, así que te sugiero que arregles, porque Isabella se ha ofrecido a ayudarnos con la cena. Está abajo y tú vas a ayudarle.
-Madre, no creo que Tom se sienta...
-¡Ava!-la interrumpió su madre-. Te he dicho, muchas veces, que no te metas en lo que no te corresponde. Y tú-señaló a Brodie-, ayuda a Bella y arreglen las cosas.
-Está bien-respondió Thomas, a regañadientes.

Se puso de pie y se dirigió al baño para darse una corta ducha. 

-Te esperamos abajo. Ava, vámonos.
-Espera madre, tengo que decirle algo.

Su madre resopló y abandono la habitación.

-Tom, por favor, has lo que madre te ordena-sugirió ella-; así tendré más posibilidad de ayudarte. ¿Está bien?
-Está bien.
-Vale, te veo abajo.

Se dirigió a la ducha. Una vez que el rubio se hubiera deshecho de toda su ropa giró el grifo de la regadera dejando caer el agua fría sobre su cuerpo. Cuando finalizó su baño, se enredó una toalla blanca alrededor de su cintura y se dirigió a la habitación, en donde había vivido toda su infancia, para buscar un poco de ropa; pues Ava le había dicho que aún quedaba eso.
Al salir de la habitación el viento gélido golpeó su desnudo cuerpo; había comenzado el invierno y eso era perceptible.
Se vistió rápidamente con algunas de las prendas que había encontrado-unos viejos jeans de mezclilla negra y una camiseta roja cuadrada-, bajó por los peldaños blancos de las escaleras, mientras planeaba lo que le diría a Isabella... pero ahora que lo recordaba, las cosas no habían ido tan mal con ella desde la última vez que la vio. No sería tan difícil arreglar las cosas, y regresar a su relación con Bella.
Pero por más fácil que fuera, no la quería a ella; él quería a Dylan.

-Hola, Tommy-le saludo Isabella, cuando lo vio entrar a la cocina dándole un beso en cada mejilla-¿Cómo has estado? Disculpa si ayer me fui tan de repente, lo que pasa es que...-se interrumpió a sí misma y lo miró como si hubiese hablado de más-¿Cómo es que has regresado aquí?-preguntó, intentando cambiar el tema.
-Oh, es verdad... ayer.- Thomas no podía creer que todo eso había pasado tan sólo un día atrás... él sentía como si hubieran pasado años-. No te preocupes por eso. He estado bien y, estoy aquí debido a algunos inconvenientes que tuve con Dylan.
-Dylan-repitió la chica del cabello color zanahoria-, que mal. Se te veía muy contento con él y, se nota que es una buena persona y que se preocupa por ti.

Thomas la miró, extrañado. ¿Cómo podría ella saber siquiera quien era Dylan, si, según él, jamás le había llegado a hablar de él? Ni siquiera estaba seguro de que alguna vez lo hubiera visto.

-¿Cómo es que sabes acerca de Dylan?
-Hum, mete ese pollo al horno o no estará listo a tiempo-dijo ella, tendiéndole una charola con pollo y varios condimentos más en el interior y, finalmente, le dedicó un amplia sonrisa-. Anda mete eso al horno, más tarde hablamos sobre aquello.

Thomas asintió y colocó la charola en el interior del horno.
Mientras preparaban la cena, el tiempo transcurría acompañado de bromas y risas; Isabella podía llegar a ser una muy buena amiga. Pero sólo eso, nada más que una amiga.

-Tu madre me comentó que tendrías algo que decirme-le dijo Bella, mientras servía la comida en varios platos-¿Qué es?
-Bueno, es que ella... es decir, yo, quiero que lo nuestro vuelva a estar bien y a ser lo de antes.
-Ah, era eso-, ella lo miró con desdén y esbozó una sonrisa forzada.


Hola :3
Capítulo nuevo 7u7 eh, espero que les guste. Disculpa enorme por no actualizar pronto ;-; pero sigo con muchísimos asuntos y problemas que me tienen muy desgastada u.u Ya pronto saldré de todo eso, y voy a compensar mi falta de seriedad.
PREGUNTAAAAA:
1) ¿Cómo creen que Bella se haya dado cuenta de lo de Dylan?
Esa es la única que haré hoy. Muchas gracias por leer, comentar, votar y agregar a sus listas. Los amo mucho.

McCargentilinski Off.


Serendipia. (Dylmas)Where stories live. Discover now