༻բҽlíղօ soñoliento༺թαɾԵ 8

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Finalmente, isagi prosiguió y sumergió sus tres dedos en la lujosa crema blanca. Nunca había hecho esto antes, así que lo hizo como pudo, deseando estar haciendo un buen trabajo. Bachira se tumbo de espaldas; las piernas se agitaron sobre el hombro del otro. Con sus manos libres, se llevó las manos a las nalgas, tirando de sus nalgas aún más hacia adentro aparte para que isagi lo viera.

Con cuidado de no arañarse con las uñas, isagi introdujo sus dos dedos untados de crema en el culo rosado y abierto del otro. Isagi observo cómo sus dedos desaparecían lentamente en el. —Ahh mmh— bachira dejó escapar un lindo gemido agudo. La crema estaba fría; isagi podía sentir sus dedos siendo apretados mientras el felino se tensaba por la repentina sensación.

Isagi tuvo cuidado, sacandolos antes de empujar los nuevamente hacia adentro. Parecía estar funcionando, y mientras  los dedos de isagi se movían estirando las paredes del suave interior de bachira, podía sentir los aflojarse, permitiendo que los dedos viajaran más profundamente.

Bachira gimio suavemente mientras sentía los dedos de isagi jugar con su interior húmedo y lubricado con crema. El adolescente yacía allí, derritiendo se en la almohada entregándose a isagi, sabiendo muy bien que mañana o incluso pasado mañana, definitivamente caminaria de forma extraña.

—Estoy listo—dijo bachira. Reuniendo la energía necesaria para levantar la cabeza de la almohada a la que estaba pegado, sus ojos se encontraron con los de isagi, que irradiaban un cálido resplandor de felicidad.

Isagi saco sus dedos. —¿Esto realmente va a estar bien? — le preguntó el adolescente nervioso al otro.

—Tranquilo, ya lo he hecho antes, puedo con ello— lo consoló bachira. Aunque una polla de dieciocho centímetros sería definitivamente la primera vez que lo hacía.

Volviendo a la crema facial de chigiri, isagi raspo mucho más, aplicandola generosamente sobre su polla dura, que se moría por entrar.

Isagi acerco su cuerpo, posicionando la punta de su pene en la entrada del otro. No cerro los ojos, mientras empujaba lentamente, a punto de ser golpeado por una ola de placer. 1 pulgada, 2 pulgadas... 3 pulgadas. Isagi trago saliva cuando vio que su pene entero desaparecía en las profundidades desconocidas de bachira, resistiéndose a empujar con fuerza como quería.

Pudo sentir inmediatamente la calidez de bachira. Isagi sintió que su sangre se calentaba y su mente se aturdia.

—Mierda... — isagi movió sus caderas hacia atrás... Sacandolas hasta la mitad antes de volver a empujarlas hacia adentro por completo. Bachira lo estaba disfrutando muchisimo, sin duda. La forma en que su rostro se retorcia y se tensaba con cada movimiento era algo que a isagi le encantaba.

—No vayas tan profundo, pero si más rapido— pronunció el felino entre sus gemidos, isagi solo asintió, sus ojos se clavaron en su propia polla, todavía hipnotizado por la visión de su longitud penetrando en la del otro. La gente solía decir que el sexo gay era profano o antinatural. Fueron esas frases las que le hicieron contener los supuestos "pensamientos desviados" que tenía sobre hacerlo con otro chico.

—Que demonios— dijo entre risas. Bachira lo había liberado de toda presión anterior. Se preguntó por que, si no era natural, <<¿porque domonios esto se siente tan bien?>>

Levanto las piernas de bachira por encima de sus hombros, sujetandolas con más fuerza que antes. El ángulo era mejor. Como un pistón, su pene se movía hacia dentro y hacia fuera. A esa velocidad, la fricción era tan intensa que parecía que ardía. Después de todo, el dolor y el placer son lo mismo. Pero lo más espectacular fue bachira, que ahora parecía un gato, arañando las sabanas, tratando de aferrarse.

one shot de Bachira x isagi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora