Dulce había llegado a Londres con una mezcla de nervios y determinación. Después de años de dolor y pérdida, el momento de enfrentarse a Alejandro y recuperar a Valentina finalmente había llegado. Christopher había coordinado todo con las autoridades británicas, y la operación estaba lista para llevarse a cabo.Dulce y Christopher se encontraban en la oficina de la policía, donde se estaban realizando los últimos preparativos. Las paredes estaban llenas de mapas y documentos relacionados con el caso. Los oficiales británicos estaban en constante movimiento, coordinando el plan para el arresto y la recuperación de Valentina.
— Todo está listo —dijo Christopher, su voz firme—. Las autoridades británicas han sido notificadas de la situación. Ellos están listos para intervenir.
Dulce asintió, tratando de controlar su ansiedad. Su corazón latía con fuerza mientras esperaba que todo saliera como lo habían planeado. No podía evitar pensar en el dolor que Valentina estaría sintiendo al ser separada de Alejandro. No sabía cómo reaccionaría su hija, y eso la llenaba de preocupación.
— Estoy lista para enfrentar esto, pero no puedo evitar sentirme aterrada por Valentina. No sé cómo va a reaccionar al ser separada de Alejandro.
Christopher tomó la mano de Dulce en un gesto de apoyo. Su mirada estaba llena de comprensión y amor.
— Lo sé, preciosa. Será difícil para ella, pero lo que necesitamos es darle un hogar seguro y amoroso. Confía en mí, lo haremos bien.
Dulce apretó la mano de Christopher con fuerza, tratando de encontrar algo de consuelo en su cercanía. Sabía que estaba en buenas manos, pero la ansiedad y el miedo seguían presentes. Miró a su alrededor, notando la eficiencia con la que los oficiales estaban trabajando. Todo estaba preparado para la intervención.
En la residencia de Alejandro, la operación comenzó con precisión. Los oficiales británicos se movieron con cautela, asegurándose de que todo estuviera bajo control. En el momento en que llegaron a la casa, Alejandro estaba en su salón, jugando con Valentina. La pequeña estaba sentada en el suelo, dibujando y riendo con su "papá".
De repente, la puerta se abrió y los oficiales entraron, rodeando la casa. Alejandro se quedó atónito, sin entender qué estaba ocurriendo. Los oficiales se dirigieron a él en inglés:
— Mr. Hernandez, you are under arrest for the abduction of Valentina Espinoza. You have the right to remain silent... ( Señor Hernández, está arrestado por el secuestro de Valentina Espinoza. Tiene el derecho a guardar silencio ) ...
Alejandro miró confundido, sin comprender lo que estaba pasando. Su rostro mostró una mezcla de sorpresa y pánico.
— What... what's going on? Why are you here? ( ¿ Qué... qué está pasando? ¿Por qué están aquí? . )
Su sorpresa aumentó al ver a Dulce y Christopher en la sala. Ellos estaban de pie cerca de la entrada, con expresiones de determinación y dolor. La presencia de ellos hizo que Alejandro se diera cuenta de la gravedad de la situación.
— Mr. Hernandez, you are being arrested for abducting a child. We have been informed that this child is Valentina Espinoza —dijo el oficial mientras le colocaban las esposas . ( Señor Hernández, está siendo arrestado por secuestrar a una niña. Nos han informado que esta niña es Valentina Espinoza. )!
Valentina, que estaba jugando en el salón, observó la escena con terror. Cuando los oficiales se acercaron a ella para separarla de Alejandro, empezó a llorar desesperadamente. El sonido de sus sollozos llenó el aire, y la tensión en la habitación aumentó.
— Don't take my dad! —gritó Valentina en inglés, aferrándose a Alejandro con todas sus fuerzas—. ( ¡No se lleven a mi papá! )
Alejandro trató de calmarla, pero su intento fue en vano. Su rostro mostraba desesperación mientras miraba a los oficiales que intentaban tranquilizar a Valentina.
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" La Máscara del Deseo "
FanfictionDulce María Espinoza está casada con un hombre influyente y poderoso, pero su matrimonio, aunque cómodo, es vacío y frío. Su esposo, Alejandro, está más enfocado en su carrera y en mantener una imagen pública perfecta que en su relación. Dulce sient...