Hasta Que El Infierno Nos Separe.

14. ¿Sentimientos encontrados?

Clyde se acercó a Caspian y sin mediar palabra se agarró a él como si fuera una lapa. El demonio le devolvió el abrazo, dándole esa sensación de protección que estaba buscando.

—¿Qué te pasa? ¿Porque tan cariñoso de repente?— Dijo con tono dulce, esbozando una pequeña sonrisa.

El cazador soltó un ligero gruñido.

—Pensaba que me odiabas y querías verme muerto…

—Escúchame bien, fuera de aquí, tú y yo somos enemigos, ¿Entendido?

—Entonces, ¿Aquí que somos? ¿Amigos o…?

Clyde le clavó el puño en las costillas.

—Solo cierra la boca de una vez…— con un leve sonrojo en sus mejillas.

—Yo… Yo también te quiero, Clyde…— Dijo sonriendo tiernamente ante la reacción del joven.

—¿Qué hacemos ahora? ¿Quieres ver una película?

—Suena bien, mientras no sea una película romántica super cursi…— Con tono indiferente recostándose un poco en el sillón.

—Iré a por algo de comer, espérame ahí.

Después de un rato ambos estaban recostados en el sillón viendo una película de zombis. La lluvia seguía cayendo en el exterior, pero por suerte tenían una pequeña chimenea que era suficiente para mantener una temperatura decente en la casa. Hicieron un maratón de películas toda la tarde, y realmente vieron todo tipo de estas. Empezó a anochecer y Clyde se dio cuenta de eso, al mirar la hora era justo la hora de cenar.

—Qué tarde se ha hecho… Pero aún sigue lloviendo… Da igual, voy a preparar algo de cenar, ¿Quieres que te prepare algo?— Dijo el joven levantándose del sillón.

—Tengo una idea, ¿Qué tal si me ayudas a preparar algo?— El demonio sonrió de medio lado enseñando sus afilados dientes.

—Mhm… Me da miedo esa sonrisa, lo dices como si yo fuera el plato principal, jeje…

—Créeme que no como carne humana, al menos no en ese sentido…— Soltó una risa traviesa.

—Bueno, cuéntame, ¿Qué quieres preparar?

—Verás… Encontré unas setas esta mañana. Son comestibles, no tengo pensado envenenarte, sé perfectamente de lo que estoy hablando.

—¡Oh, cómo no! El demonio de las setas… Debí haberlo imaginado, jajaja.— Rió ligeramente burlándose.

—Sí, sí, ríete pero tú no sabes tanto de setas como yo, así que podría estar mintiendo ahora mismo y tú nunca lo sabrías…

—Es cierto, pero aunque seas mi peor enemigo estoy seguro que no serías capaz de envenenarme.

—¿Cómo estás tan seguro?

—Ninguno de los dos hemos muerto todavía desde la primera vez que nos vimos, está claro que el odio tiene un doble fondo por alguna parte…— Hizo contacto visual con Caspian por un momento. Este se levantó del sillón también y lo abrazó.

—Está claro que eres tú quién me ama, cielo…— Le susurró al oído.

—¡Ah! ¡Cállate! ¡Eres tú quién se la pasa buscándome por el bosque!— Exclamó agachando la cabeza muy sonrojado.

—De hecho yo solo busco setas, eres tú quién me busca para cazarme, ¿No es así, "Cazador Sombrío"?

—Bien jugado… Bueno, ¿Vamos a preparar esa receta o no?

—Afirmativo. Vamos a la cocina.— Dijo despeinando el cabello de Clyde ligeramente.

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Khe bonito gente :')

Aún no son pareja >:v

Ni se emocionen perres >:^

Dije que todavía queda para eso, ambos se aman, pero el tema de su relación lo voy a dejar para por lo menos uno o dos capítulos más si es que no se alarga demasiado :^

Sinceramente me encantó este capítulo, el siguiente también será lindo, ya pueden descansar de drama, traumas, etc. (Pero aviso que no se acabaron las desgracias aún-)

Bueno bandita, me despido

–Kay.