Capítulo 27: Entre el Éxito y los Ecos del Pasado

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Esta mañana es un poco diferente. Hoy por la noche se gradúa Loki, y como ya pasé la escuela de verano, podré ir a su graduación con la condición de que lleve a Revel, ya que mi progenitor no confía en que vayamos solo a la graduación, sino que, como él dice, vayamos a "hacer cosas indebidas".

Realmente estoy muy feliz por todo lo que está logrando. Ha conseguido tantas cosas; incluso dio la prueba para la universidad y aprobó, y pronto entrará. Por mi parte, ya solo me falta este año para estudiar, y también me graduaré.

Faltan muy pocas horas para la graduación de Loki, así que decido alistarme. Me doy una ducha a conciencia y escojo cuidadosamente la ropa. Me decido por un pantalón negro de tela de tiro alto, una blusa satinada en tonos negros, marmoleada en diferentes tonalidades de gris y plomo, y unos zapatos de tacón súper bajitos, ya que no tengo mucha experiencia con tacones. La mayoría de las veces opto por la comodidad de los zapatos deportivos.

Revel, por su parte, elige un pantalón de tela negro, una camisa de mangas largas y cuello del mismo color, y unos zapatos de charol. Como lo de Revel no es peinarse, lleva su cabello rojo, enrolado y despeinado, a la "rebelde".

Estamos a punto de irnos. Mi progenitora dice que espera que nos divirtamos mucho y que, ante cualquier cuestión, la llamemos. Al parecer, a mi progenitor lo rebasa la situación y se encierra en su habitación. Bug no muestra interés, y la Nonna nos toma varias fotografías, según ella, "para los recuerdos".

Últimamente, la Nonna escribe todo en una libreta y toma fotos de cada cosa que le gusta porque dice que las quiere recordar. Hay algo en su mirada que me indica que no me está contando algo doloroso para no aumentar su malestar. Hago caso omiso a sus miradas, porque si realmente quisiera contármelo, ya me lo habría dicho.

Estamos en camino a la graduación. Dijimos que nos veríamos en el lugar, y como estoy junto a Revel, no me da tanto miedo estar entre tanta multitud.

A lo lejos veo una mano conocida: es Magnus, la madre de Loki. A su lado están Alex, su esposo, y Fortis, su hija menor.

Me causa un poco de asombro no ver a Loki junto a ellos. Nos acercamos y los saludamos cordialmente. Magnus me comenta que Loki está con unos amigos, pero que vendrá en pocos instantes. Realmente ellos se ven maravillosos.

Alex lleva una camisa blanca muy elegante, unos pantalones beige de tela muy fina y mocasines cafés. Dora, la hermana de Magnus, es muy diferente, no solo físicamente sino también en su mentalidad.

Con su cabello lacio negro, siempre bien peinado, lleva una blusa con un precioso estampado de satén, un pantalón marrón que le queda espectacular, y unos zapatos bajitos muy elegantes. Magnus, por su parte, luce un hermoso vestido color rosa palo que resalta no solo sus ojos sino también su tez. Fortis, en cambio, tiene un estilo abismalmente diferente al de su madre. Lleva un vestido negro largo, de tela fina, que resalta aún más sus curvas, y unos tacones muy altos, cosa que me causa curiosidad porque parece dominarlos con tanta facilidad, como si fueran parte de ella.

Al poco rato de estar conversando, siento unas manos que tapan mis ojos. Reconocería esas manos donde fuera: son las manos de mi amado destino.

Giro y él me planta un beso delicadamente sobre los labios. Nos miramos un momento a los ojos y, sin decir una palabra, nos lo decimos todo.

No había caído en cuenta de que Jeremy estaba con un grupo de amigos, junto a Loki. Como siempre, con su jocosidad característica, Jeremy dice:

— Me va a dar diabetes con ustedes dos —en tono divertido.

— Ya somos varios —comenta Revel, riendo.

Este comentario provoca varias risas, incluso en los padres de Loki, que están muy divertidos y orgullosos de él.

Una vida conmigoWhere stories live. Discover now