Temporada 2. 13

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En la habitación, Zhang Hao estaba practicando algunas notas en su guitarra. Leía y repasaba la misma parte una y otra vez, intentando perfeccionarla. Quería cantar, pero la vergüenza lo detenía, así que lo hacía en susurros.

Recordó su antigua habitación en casa de su madre, cuando recién conocía a Hanbin. En ese entonces, tocaba las mismas canciones con la esperanza de que Hanbin lo escuchara. Aunque él sí lo escuchaba, Hao nunca se sintió satisfecho. Hubo veces en las que quería romper las cuerdas de frustración.

De repente, la puerta se abrió lentamente sin aviso. Hanbin entró con algunas botanas, caminando despreocupadamente hasta dejar el plato sobre la cama. Hao lo miró con curiosidad, pero algo lo distrajo: el mundo parecía en silencio en su mente. Solo podía enfocarse en Hanbin, en sus expresiones, en la forma en que movía la boca al hablar, en sus pestañas largas… ¿Se estaba enamorando de su novio otra vez?

Antes de que se diera cuenta, Hanbin ya estaba a sus pies, sus manos apoyadas sobre sus rodillas.

—¿Tienes hambre? — ladeó la cabeza con una sonrisa.

Hao lo miró fijamente, sin poder articular palabra. De repente, lágrimas comenzaron a caer sobre las manos de Hanbin.

—¿Por qué lloras? —preguntó Hanbin, alarmado, mientras intentaba secar las lágrimas del rostro de Hao, con una expresión llena de preocupación.

Pero Hao solo sollozaba más fuerte, cubriendo su rostro con las manos, intentando ocultar su llanto.

—Mi amor, ¿qué pasa? —preguntó Hanbin, moviendo el plato a un lado para sentarse a su lado. Con una mano acariciaba su espalda, mientras con la otra apartaba el cabello húmedo del rostro de Hao.

—¿Me lo puedes decir? —insistió suavemente.

Hao esbozó una sonrisa entre lágrimas, dejando a Hanbin aún más confundido.

—Creo que te estoy amando cada vez más… —dijo Hao en voz baja—Y aunque me da miedo, también me hace más feliz.

Hanbin lo miró; sus ojos aún rojos por el llanto. Pero a sus ojos, Hao se veía hermoso. Tan hermoso que Hanbin también comenzó a derramar algunas lágrimas sin darse cuenta.

—¿Me veo feo?, ¿por eso lloras? —preguntó Hao, haciendo un puchero, lo que hizo que Hanbin soltara una carcajada, ocultando su rostro en el hombro de Hao.

—¿De qué te ríes, tonto? —dijo Hao, fingiendo enojo, pero con un tono juguetón.

—Ay… contigo nunca puedo ser serio —respondió Hanbin, todavía riendo.

—Me estoy confesando otra vez y tú te ríes.

—Es que… —Hanbin levantó el rostro, todavía sonriendo—Eres adorable—Le dio un beso fuerte en la mejilla.

Hao se sonrojó, llevando la mano al lugar donde Hanbin lo había besado.

—Te amo mucho, Hao —dijo Hanbin, con un tono más serio. Tomó aire antes de añadir— Más que a nada en el mundo. Incluso si lloras y… te llenas de mocos —soltó una risa, y Hao, avergonzado, se cubrió el rostro.

—¡Cállate! —le dio un pequeño golpe en el brazo.

—No importa qué —continuó Hanbin, entre risas—Te amo muchísimo.

—¿Pero, me veo feo? —preguntó Hao, bromeando.

—No, eres el hombre más hermoso del mundo —respondió Hanbin con una sonrisa sincera.

Hao sonrió también y, tras tomarse unos segundos, se lanzó sobre Hanbin, envolviéndolo en un fuerte abrazo. Los dos quedaron entrelazados, abrazándose con fuerza.

*****

Mientras cenaban, la pareja estaba sentada uno al lado del otro, una cercanía que parecía ser consecuencia de lo que habían compartido recientemente. Antes solían comer frente a frente, pero ahora se aferraban aún más.

Charlaban sobre lo sucedido en la universidad esa mañana, y Hao mencionó que Taerae había tenido una presentación en solitario, donde no solo tocaba la guitarra, sino que también cantaba. Comentó que algunos productores estaban presentes y que esperaba que a su amigo le fuera bien.

Hanbin aprovechó la oportunidad para preguntarle a Hao si él también había considerado hacer algo similar. Hao respondió que aún no, pero que algún día lo haría, ya que hacer todo solo se volvía frustrante a veces.

Después de cenar, se acomodaron en el sofá, abrazados. Hanbin, con un tono serio pero tierno, le dijo a Hao que siempre estaría ahí para él, que al principio había elegido esa carrera porque en la secundaria lo había tomado como un pasatiempo. Pero, desde que conoció a Hao, aquello se había convertido en algo mucho más importante, y ahora, él era su motivación.

—Vaya... ¿Te quieres casar conmigo?— preguntó Hao de repente, con una sonrisa juguetona.

Hanbin abrió los ojos de par en par, completamente sonrojado.

—¡¿Qué?!

—Bromeo-aclaró Hao, riendo suavemente y tranquilizando a Hanbin— Me encanta la vida que tenemos ahora, y haré lo posible para que, aunque algunos aspectos cambien, sigamos siendo felices. Incluso si no seguimos jun-

Antes de que pudiera terminar la frase, Hanbin lo interrumpió, robándole un beso. Hao, sorprendido, intentó volver a hablar, pero Hanbin lo besó de nuevo, con más intensidad.

A pesar de que la posición en el sofá no era la más cómoda, Hanbin no dejó de besar a Hao, y este, sorprendido pero entregado, intentó seguirle el ritmo. Parecía que Hanbin quería silenciar cualquier pensamiento de separación que pudiera haber en la mente de Hao.

Sus labios seguían encontrándose con fervor, y las lenguas de ambos se entrelazaban constantemente. Intentaban tomar aire entre los besos, volviendo el ambiente aún más caluroso.

Hao intentó moverse para encontrar una posición más cómoda, pero Hanbin tomó la iniciativa, ajustándose para que sus labios no se despegaran ni un segundo más.

El mayor entrecerró los ojos mientras todo eso ocurría, no podía creer todo lo que su novio estaba haciendo. ¿Se volvió loco?.

In the end you were my soulmate [Haobin]Where stories live. Discover now