Capítulo 3. "La despedida" parte 2

87.8K 5.9K 913
                                    


....Pero que buena idea. Tomo el celular de mi regazo y comienzo a jugar para perder el tiempo.

Aunque el juego hace que comience a centrarme, aún siento que las manos me sudan y las piernas me tiemblan gracias a los nervios y al miedo. Ya no tenía a mamá cerca para poder abrazarla ni para decirle que sentía que iba a morir. Cristina iba a estar lejos y no iba a poder platicar con ella como antes.

—Vuelvo trescientos cuarenta y tres con destino a Nueva York, favor de comenzar a documentar el boleto.

Levanto la visto rápidamente y los latidos de mi corazón vuelven a aumentar. 

Ya era hora.

Saco el boleto de la bolsa de la chamarra e intento ver si no se doblaron. Meto el celular en la bolsa de mi pantalón y comienzo a caminar mientras verifico que traigo la mochila bien puesta. 

Me formo detrás de un señor con traje y lo miro un poco rara. ¿Quién viaja con traje en un vuelo de casi tres horas? 

Juntas de trabajo, cabeza hueca.

La fila comienza avanzar de poco a poco y de un momento a otro, yo ya estoy a sólo una persona de entregar mi boleto.

La chica me sonríe y yo, con la mano un poco temblorosa le entrego el boleto mientras le sonrío de lado. 

—Que tengas buen viaje.

—Gracias.— murmuro un poco nerviosa.

Comienzo a caminar por donde el señor de traje lo hace y comienzo a observar a todas partes por cualquier cosa.

A pesar de que es verano, comienza a darme un poco de frío. Sigo caminando y llego a un corredor estrecho, donde se escucha un extraño sonido, como de máquinas trabajando.  Camino hacía la izquierda para poder seguir mi camino y veo un pequeño pasillo donde está como una clase de puente corredizo para que puedas entrar al avión.

Ahora sabía que era ese sonido extraño.

Había dos aéromosas en cada extremo sonriendole amablemente a todo aquel que pasara frente a ellas. Y yo no fui la excepción, también me sonrieron amablemente mientras pasaba a su lado.

Cuando entro al avión, veo a muchas personas y unos asiento demasiado cómodos y lujosos ¿Iba a viajar en un vuelo totalmente de primera clase? ¡Qué emoción!

Miro mi boleto entusiasmada y busco el número de asiento: treinta y dos A.

Miro los hermosos asiento y ya casi puedo sentir la comodidad y la rica comida.

—Señorita, por favor avance, está atrasando a las personas.— me dice una aeromosa.

—Sí, perdón.— intento salir de mi pequeño trance.

—¿Quiere qué le ayude a buscar su asiento?— pregunta amablemente mientras me arrebata el boleto.— Siga caminando,  todavía falta un poquito.

—Gracias.

Comienzo a caminar por el estrecho espacio que hay entre asiento y asiento. Camino un poco rápido mientras sigo buscando.

De un momento a otro, llego hasta donde hay una pequeña cortina y yo sigo sin encontrar mi lugar. Cruzo la aterciopelada y azul cortina y de un momento a otro, mi emoción está desparramada por el suelo.

Mi asiento no es primera clase.

Ahora los asientos en vez de ser cómodos y espaciosos, eran más reducidos, parecían incómodos y la comida no iba a ser como la imaginaba.

Acepta que nos hemos enamorado. ¡Disponible en todas las librerías!Where stories live. Discover now