Delusion

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CYBERNATURAL

Cast: Zane Woodley, Rhetdell Davenport, Tiffany Foster.

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Me concentro en su mirada, la cual, para mí respecta, es más importante que mil universos perdidos. Rhetdell sonríe al mismo instante en el que trata de empinarse hasta arriba pero, cuando llego a él, se escabulle de mis brazos antes que me diera cuenta de que se ha echado hacia atrás. 

—¿Y? ¿Qué tal te va en la noche?— me ofrece la bellis y la cojo con calma.

—Esto deja dos oportunidades más. ¿Cierto? Antes de encontrar excusas, me gustaría que pasaras.—

—Zane, será mejor irme. Es tarde, cancelé de última hora nuestra cena.— siento amargura en sus frías palabras. Le tomo del brazo.

—Por favor.— 

Rhetdell se aflige y tanteamos en los próximos peldaños del pórtico hasta entrar en casa. Muy sola, por cierto. Dejo la bellis en un diminuto búcaro a pesar de la insignificante cantidad de agua y me vuelvo hacia él, quién está situado frente a la puerta con tormento.

—Cuando Shailene hacía enfurecer a Paul, sin importar por qué, él trataba de dejarlo pasar.— argumento, él presta atención y hace muecas mientras me ve acercarme. —Paul solía contar hasta cinco, el número uno era una opción, el dos el pensamiento, el tres la reacción, el cuatro la valentía y el cinco el acto. —

—¿Cuál era el acto?—

—Recordar que esa persona con la que estaba enfurecido, era la misma persona con la que quería pasar el resto de su vida.— Rhetdell me mira fijamente, con gesto abstraído. 

—Buen argumento. Zane, sólo quería una buena noche, para ti.—

 —Créeme que lo sé, en verdad no sé que hacemos, ¿Tú sabemos lo que hacemos?— echa una mirada de la que no puedo escapar, casi tan intensa como la vez que le espiaba en el bosque.— Lo bueno nunca dura tanto. Querrás huir ahora.—

«Cuidado,puede que ahora corras el riesgo de enamorarte más y de sufrir aún más.» 

—No huiré de tu vida porque no puedo. —masculla.

—Sí que puedes.—

 —Sí pero no quiero.—

—¿Por qué te aferras tanto a mí? Olvido citas, soy diferente, todos los que estimo pueden morir en un segundo.— berreo entre dientes.— Si te vas, puede que encuentres a alguien mejor.—

—No quiero seguir buscando algo que ya encontré.— dice.— Y si me aferro a ti; es precisamente porque eres diferente y lo diferente me atrae.—

—Pura mierda.— replico.—Ve y busca a alguien perfecto.— troto hasta la puerta y la abro, extendiendo los brazos hacia afuera. 

No puedo callarme lo que necesito decir, llega un momento en donde abres los ojos y miras tu vida de mentiras, una vida falsa con sentimientos falsos, exactamente lo que dijo Cashmere. Rhetdell camina a la puerta y la cierra mientras me toma por la cintura.

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