911 (Wedding Horror)

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CYBERNATURAL

Cast: Zane Woodley, Rhetdell Davenport, Mia Beaufoy, Nathan Montgomery, White Shaw, Cashmere Foxx, Madison Ferragni, Emerick Young, Ned Hamilton, Cheyenne Beacon, Lucy Mellark.

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No debí verlo. Pero tampoco pude evitarlo. Quiero manifestar mi ira por lo que acabo de ver y lo único en lo que puedo pensar es que Kurt está tendido con un orificio de su espalda hasta el pecho, prácticamente puedo ver el ladrillo por debajo. Entonces se me ocurre llamar al 911 siendo mi única y última opción antes de salir corriendo de aquí e irme a un lugar del que no estoy seguro si exista.

—Llamada de emergencias, ¿En qué puedo ayudarte? — pregunta una voz femenina del otro lado del teléfono. Mi exaltación provoca pánico en los gestos de White y en sus movimientos con el brazo asido a la espalda de Kurt.

—¡Alguien quiere matarnos! — bramo.

—¡Calma, calma! — me suplica. —¿Quién quiere matarlos? ¿Puedes decirme en dónde te encuentras y con quién estás? — miro a mi alrededor pretendiendo reconocer el lugar por segunda vez cuando escucho la puerta rechinar, de una oficina cerca. Me agito y corro presuroso con la mente sosegada, nervioso por ése sonido que ahora odio. El pasillo parece otra dimensión, como si fuera otro lugar. Y escucho la voz femenina que me habla todavía. —¿Hola, hola? —

—Estamos en el departamento de delitos cibernéticos, cerca de Battlesboro, ¡Todos los oficiales están muertos y mi amigo también! —

—¿Estás sólo ahora, qué pasa con el sujeto? — me cubro la boca al ver una penumbra por el corredor final. Las luces siguen agobiadas. Lo único que me calma es que ya sé los pasos que da el asesino en un solo día como si buscara tener sangre en sus manos desesperadamente. Si tuviera que pensar en alguien, pensaría en Mia, o más bien, diría que el asesino está buscándome a mí y no a ninguno de ellos.

—...Sigue aquí, no hay manera de salir. — susurro, aún con mis manos cubriéndome.

—Escúchame atentamente, ¿Cuál es tu nombre? —

—Zane Woodley. —

—Bien, Zane. He enviado fuerzas hacia allá...mientras tanto, quiero que te escondas, reúne a todos tus amigos, guarden silencio y por nada del mundo, nada, intenten huir. — dejo escapar un suspiro y no sé si se deba al alivio o porque la verdad es que ya no tengo sentido común. —¿Puedes seguir conmigo? ¿Puedes hacer eso hasta que ellos lleguen? —

—Sí. — gimoteo. Aprieto los puños y me atrevo a deslizarme por los suelos en busca de los demás. White está a "salvo" (Nadie lo está, pero conociendo a éste asesino, sé perfectamente que no volverá a atacar en un mismo punto, quiero creer en eso.) Ned también lo está, pero Mia, Nathan y Cheyenne siguen esparcidos en ésta terrible pesadilla. —¡No los encuentro! — susurro con desespero.

—Sé cuidadoso, ellos no tard...— y se corta. Frunzo el ceño y alejo el celular donde aparee el símbolo que indica que la señal ha sido interrumpida. Seis segundos después, una voz distorsionada vuelve a llamar mi atención, me pego el celular a la oreja y oigo.

—No quería nada de policías, pero me has fallado. — dice.

—Más vale que no huyas o yo mismo iré por ti. — amenazo. Se suelta a reír mientras sigo inspeccionando las oficinas, los pasillos e incluso los huecos grandes.

—Tengo muchos juegos para ti, Zane. ¿Te gustan los juegos? ¿Te gustan tanto como el Internet? — dice. —Siempre te diré que tu peor error fue confiar en Internet cuando éste mismo sólo te recuerda la peor de las peores etapas de tu vida. Te toca vivirlas una segunda vez, ya que me has desoído. — me cuelga y trago saliva tan salvaje que pronto empiezo a sentir que me he rasgado la garganta yo mismo. Alumbro los pasillos con mi teléfono y tal vez esté paranoico pero veo sangre por todos lados, en las paredes, en los suelos como si ya hubiese arrastrado un cuerpo con un corte profundo en el cuello o las costillas. Mientras camino, me tomo el tiempo de pensar de mis mejores momentos que he posteado en Facebook, al cabo de una serie de remordimientos por muchas fotos mal subidas o unos diez comentarios que he hecho, sé que tiene razón. Ésa última palabra, Internet, me causa un terror insondable. Antes de que el asesino me lo provocara, yo, por mi propia cuenta, me hice responsable de hacer que las redes sociales se salieran de control en mi vida.

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