𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐦𝐚𝐥𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐲 𝐇𝐮𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 [ Sukuna y tu]

capitulo 35

NATSUMI

Ya había pasado un día desde el incidente en la residencia de los Fujiwara. Pensé que Sukuna no tardaría tanto

De igual manera me negaba rotundamente a dormir en ese futón donde estuvo esa cortesana

Dios, que asco

Le pedí a algunos empleados que remplazaran el futón aunque tendrían que ir a comprar uno nuevo a la capital

Así que en la habitación no había ningún futón. Me senté en el sillón de algodón algo nerviosa

Llevaba durmiendo en este sillón mientras conseguían el nuevo futón

Suspire cansada. Era de noche y no podía dormir

Suki al ver que no había ningún futón en la habitación decidió abandonarme para ir a con Uraume

Además seguía estresada por la aparición de esa cortesana

La puerta corrediza fue abierta de repente. Alce mi vista para ver a Sukuna que llegaba sin la parte superior de su kimono y todo ensangrentado

Respiraba agitadamente mientras apoyo su mano en la puerta.

Dios santísimo. No pude evitar sonrojarme ante la imagen que el me estaba ofreciendo

– Aún estás despierta... Acaso no piensas dormir hoy? – Pregunto con la voz ronca mientras se arreglaba el cabello

– No he dormido bien – Evite el contacto visual con el. Si no me sonrojaria aún más

– Hmm. Y por qué no? – Se limpio algo de sangre que tenía en la comisura de los labios

Me quedé callada sin decir nada, se dió cuenta así que cambio de tema

– No creíste que estuviera muerto?

– Nunca

Mi respuesta pareció gustarle así que amplio su sonrisa egocéntrica

– Es obvio. Soy el más fuerte

Sentí una estaca en el pecho "El más fuerte" Acaso en verdad Sukuna era el más fuerte?

Había algo dentro de mi que sabia perfectamente que no lo era

– Como sea. Vete a dar un baño – Me levanté del sillón para acercarme a el

– Hmm. Si – Se dirigió al balneario mientras yo lo seguía

Me dirigí a la estantería donde se encontraban los perfumes o esencias para el balneario.

Abrí un frasco de esencias de una planta de menta

Inmediatamente la arroje al agua. Volteo a ver a Sukuna que se encontraba desnudandose. Me quedé observando cada detalle....

– Pero que calentuerienta – Se burló de mi al ver como lo miraba