ABBY
Me obligo a cantar en cuanto mi padre me lanza una mirada asesina desde el otro lado de la mesa.
Mamá está trayendo en sus manos la tarta para Colin con una sonrisa en sus labios.
Char está aplaudiendo al son de nuestras voces con energía.
En definitiva, soy la única a la que todo esto le parece una parafernalia absurda. Hasta mi propio hermanastro tiene media sonrisa pintada en la boca y los ojos brillantes.
Aplaudo junto a los demás mientras sopla las velas con el número veintiséis y mi hermano le chincha insistentemente para que pida un deseo.
– ¡Hora de los regalos! - exclama papá.
– Genial – me levanto – Hora de irme. Felicidades, hermano – le hago una reverencia burlona a la que enarca una ceja – Que cumplas muchos más.
– ¿A dónde te crees que vas? - mi padre se engancha a mi brazo mientras salgo de la cocina. Baja la voz mientras me detiene junto a él. Sus ojos oscuros me
miran con cariño y seriedad a la vez – Sé que tienes un regalo para él – susurra con los labios apretados – Mamá se ha encargado de que lo compres esta mañana. Lo vas a traer y se lo vas a dar, ¿entendido?– No – me suelto de su agarre – Me acabo de arrepentir de haberme gastado dinero en él – casi mascullo – Voy a ir ahora mismo a devolverlo. No es ningún niño pequeño; tendrá suficiente con los vuestros. Adiós, papá.
– Abby - su tono frío hace que me detenga al instante. Las sombras algo oscuras bajo sus ojos me reblandecen tanto como para hacerme quedar inmóvil sobre el sitio – Colin nunca ha celebrado su cumpleaños con nadie. Es la primera vez. Si no quieres estar presente por él, al menos hazlo por mi. Vuelve adentro.
– ¿Cómo que con nadie? - trago duro, acercándome a él.
– No ha tenido una familia como la nuestra.
– ¿Y su madre? ¿Y sus antiguos amigos?
– Sube a por tu regalo y tráeselo – evade mi pregunta – Por favor.
Desaparece dejándome con dudas y la cabeza muy confusa. No creo que haya tenido la mejor vida en Estados Unidos si realmente prefiere estar aquí, pero tampoco había imaginado que en veinticinco años de vida, esta fuera su primera celebración.
Con una angustia tensa en el pecho, hago caso a mi padre y voy a por mi regalo para dárselo junto a los demás. No ha sido idea mía, por supuesto, pero mamá me ha obligado a ir a las tiendas con ella y ahora llevo en la mano una bolsa ridícula con un detalle envuelto en papel de corazones multicolores.
– Vaya, chivata, esto sí que no me lo esperaba – murmura cuando espero a que abra todos los regalos para darle el mío - ¿No habrás metido una víbora para que me arranque los dedos de cuajo, no? - comenta en tono divertido.
– No, que va – sonrío – La he metido para que te arranque la lengua, claramente.
– Chicos... - suspira mi padre, muy cansado – Un minuto de paz, por favor.
– No hacía falta, hermana – me sonríe – Ya dispongo de culebras que lo hacen.
– ¡Ábrelo de una vez! - se estresa Charlie.
Desgarra el papel hasta que lo lanza a la mesa y se queda con el casco en la mano, observándolo detenidamente. Es negro brillante, casi como el suyo, con la diferencia de que la visera es transparente y no tupida y tiene unas líneas color verde en la parte trasera que le da un toque más vivo y menos soso.
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LA VENGANZA DEL DESTINO (#3 SERIE DESTINO)
RomanceLIBRO 3 DE LA SERIE "DESTINO" ⚠️ Contenido +18 🔞 Abby Fisher es una chica alegre, confiable y risueña que le gusta vivir su vida sin ataduras, sin limites y sin que nadie le diga lo que tiene que hacer.. Su objetivo principal es terminar sus estud...