Sálvame...

Capitulo 2 Editado.

Mi cabeza dolía, mi cuerpo se sentía pesado, mis ojos parecían dos piedras, trato de abrir con dificultad viendo con claridad las paredes verde agua, me levanto de un salto al saber que no era mi cuarto.

Pero que mierda, ¿dónde estoy?
La punta de mis pies tocaron el piso frío, ropa esparcida por todos lados, un olor espectacular se sentía opacando el desperden.
Vainilla, coco y leche. Cerré los ojos para sentir mejor el olor tan exquisito, pero no tarde en abrirlos cuando escuche unos ruidos, alguien se acercaban.

Trate de levantarme y mi cuerpo no ayudo demasiado perdí  el equilibrio me sentía mareada. Me senté en la cama un poco asustada, no sabía donde mierda estaba. ¿Me acosté con alguien?
No creo. La puerta se abrió lentamente dejando a la vista a un chico moreno, alto muy alto, estaba de costado no se dio cuenta de que estaba despierta, su espalda totalmente desnuda dejaba ver un enorme tatuajes de signos que no entendía, acomodo su cabello castaño y se dio media vuelta mientras se colocaba una camiseta.
Abrió los ojos por completo y luego sonrió.

-¿ Dónde estoy ? y ¿quién eres? -Pregunte rápido tratando de tapar mi cuerpo con las sabanas azules.

-Tranquila- contestó con calma- soy Matthew, pero puedes decirme Matt-me sonríe y se acerca a mí con cuidado-ayer estabas muy borracha o mejor dicho drogada que te desm...

Levanté mis manos señalando que se callara, escuche bien "drogada" yo no consumo drogas.

-Yo no me drogo, eso es absurdo.-grite levantandome enojada.
Busque mis zapatos y mi bolsa pero no los encontraba en ninguna parte del cuarto.

-Tranquila, estabas tomando cualquier cosa que te pasaban en una fiesta que lo primero que hacen es poner colados a todos los invitados-explica, lo observe entre cerrando los ojos y deje que siga hablando. Se acomodó el cabello y remojo sus labios.

-Te desmayaste y no sabía que mierda hacer, no iba a dejarte en cualquier lado en ese estado-camina hacía su ropero y abre la puerta mientras seguía hablando- tu móvil tenía clave así que no me quedo de otra que traerte a mi casa hasta que puedas ponerte de pié por tu cuenta.

Me entregó mi cartera que estaba en el ropero guardado.

-tus zapatos están debajo de la cama.

Sin decir nada me arrodilló en el suelo para buscarlos por mi cuenta.

-Supongo que gracias, pero debo ir a mi casa, ¿podrías llevarme?
Sentí como mis mejillas se ponían tibias que vergüenza, estar tan borracha o "drogada" en una fiesta no era mi estilo. Donde mierda estaba Jennifer?
El chico, Matt me guió hasta su auto para poder llevarme, algunos vecinos nos miraban mientras salíamos de su enorme casa.

-Bonita casa-dije mirando la parte de afuera se notaba que tenía dinero o sus padres.

-gracias-se colocó sus lentes de sol y entro dentro del auto deportivo.

-Dónde vives? -Me pregunto arrancando su coche.

-Manzana 25 en western-conteste abriendo un poco la ventanilla.

- vaya no esta lejos-contesto saliendo a la calle.

No tardamos en llegar, note mi casa rápidamente y también a mi padre parado en la puerta hablando con el señor Wilson el padre de Jenny.

-Mierda-susurre haciendo que Matt me miré.

-¿Qué  ocurre?

-Esa es mi casa-le señale y me volteó a mirarlo-y mi padre me va a matar.

Su risa inundó el movil y estaciono el auto en la entrada. 
La mirada furiosa de mi padre se fijó en nosotros y se encaminó en nuestra dirección. El era un poco exigente y sabía que esto tendría un enorme castigo.

Matt salió rápidamente cuando noto a mi padre enojadisimo. ¿Pero qué hace?
Suspiré y salí también.

-Pero que mierda es esto Brenda-exclamó furioso, observó a Matt y  miró con decepción..

Cerré mis ojos en busca de una buena excusa pero la voz de Matt me hizo abrirlos de nuevo.

-Es mi culpa señor me quede hablando con ella y no me percaté de la hora.

-Crees que me como ese cuentito niño-le lanzó una mirada- Brenda a la casa ahora mismo-dijo casi gritando, Matt elevó las comisuras y  me dice "Llámame"

Asistí sin decir nada y mi padre me siguió sin dejar de mirar a Matt. Estaba a dos pasos detrás de mi, elevo la mano al  señor Wilson y se despidió de él. Sentí el auto de Matt arrancar y irse de aquí.

-¿Dónde estabas? Y quién era ese chico-pregunto ya adentro de la casa, se cruzo de brazos.

Camine sin contestar hasta las escaleras de madera, no quería empezar una discusión.

-Brenda contestame. Tenías que estar en casa de Jennifer supuestamente pero su padre fue a buscarla a una fiesta donde estaba sumamente borracha y ¿tú?-dice con sarcasmo-  vienes con un chico totalmente desconocido, a las 12 del medío día -grito- dime por favor que no te acostaste con él...

-Hay papá-grite- eso no es de tu incumbencia, no soy una cualquiera por si te interesa saber

Subí las escaleras corriendo para irme a mi cuarto, cerrando la puerta con fuerza.

-¿Ésta todo bien?

Pegué un grito del asustó pero rápidamente me tapo la boca.

- shhhh -susurra - no chilles mujer soy yo.

-¿Qué  haces en mi cuarto?-pregunté abrumada.

-Quería asegurarme de que todo este bien. Tu padre estaba o esta muy molestó.

-Ya, esta todo bien no hacía falta que subas aquí para verificar, apenas te conozco.

-se mucho de ti.

Le lanzó una mirada acusadora.
- ¿Ah si? Y se puede saber que es lo que sabes de mí.

-Acabas de terminar con tu novio, tienes 17 años estás en tu anté último año escolar, tu color favorito es el rojo, tu fruta favorita es la manzana -abrí mis ojos de par en par-tienes una mala relación con tu padre y llevamos siendo compañeros desde primer año escolar.

-¿Vas a mi salón? ¿Cómo  mierda sabes todo eso?-ahogue un grito 

-Eres muy transparente nena-dice observando mi cuarto-siempre tomas una manzana del negocio y nunca es verde sólo rojo ahora veo tus paredes color rojo y deducí que era tu color favorito le eh atinado y si somos compañeros.

Dos pequeños golpes  de mi puerta me hizo dar un brinco, sabia que era papá.

Le lancé una mirada a Matt y lo empuje al cuarto de baño él soltó una pequeña risita pero lo callé rápidamente.

-Callate mierda.

-señor si señor.-contestó sonriendo.

Cerré la puerta del baño y corrí a  la puerta.

-si? -Pregunté abriendo la puerta.