¿Enserio?

5.1K 187 6
                                    

Ya eran la tres y la madre de Paola ya estaba esperándonos.

—Paola, ¿quien es ese? —Preguntó la madre al ver que estaba hablando con un nuevo contacto.
—Nadie, un amigo.
—Chicos, os tengo que dejar aquí, hay un control en la calle siguiente y no llevo el DNI.
—No pasa nada señora Parisi. —Dijeron los gemelos al oír eso, nos había dejado en mi casa, pero la suya estaba tres calles más adelantes.

—Chao, Paol. —Me despedí.
—Adiós. —Me dijo con su mirada puesta en el móvil.

Mire a los gemelos, mi madre se había ido un par de días con Broke a las afueras, y sus padres están de viaje de negocios.

—Chicos, ¿os quedáis a dormir?
—Vale. —Contestaron.

Entramos a casa y me puse a hacer palomitas de mantequilla, el primer paquete se quemó, pero el segundo salió perfecto.

—Chicos no creís que deberíamos llamar a Paola, si se entera que estamos viendo: "Dando la nota" sin ella nos mata. —Dije.
—Si, será mejor que la avisemos. —Dijo Brad.

Paola, ¿te vienes a mi casa?
April, mira que hora es.
Estamos viendo: "Dando la nota".
—¿Con palomitas?
Y con chocolate.
En cinco minutos estoy allí, ¡no comáis chocolate sin mi!
Vale.

Paola llegó, y nos pusimos a ver "Dando la nota":

I'm bulletroof, nothing to lose
Fire away, fire away. Cantamos los cuatro.

Paré la película.

—Chicos, ¿queréis un Nesquik?
—Si.— Dijeron Chad y Brad ansiosos.
—¿Y tu Paola?
—Si, y caliente.
—Vale.
—Yo te ayudó a prepararlos. —Me dijo Chad acompañando me.

Nos pusimos a hacer los Nesquiks, y justo cuando estaba sacando el de Paola del microondas Chad paso sus manos por mi cintura, lo que hizo que me girase bruscamente derramando toda la leche caliente sobre el pecho de Chad.

—¡Coño que quema!
—Lo siento, ¿que haces?

Me puse a limpiarle con un trapo la camisa, el con el índice me levantó la barbilla, nos quedamos mirándonos a los ojos, y entonces los dos nos acercamos al otro y surgió... Nos besamos... Era como si nos necesitásemos, me sentía tan... tan.. Completa que se me olvidoó hasta que tenía la taza de leche en la mano y por la pasión la solté, y puse mi mano en su barbilla, nos estabamos quedando sin respiración, pero no queríamos parar, era como si nos diese miedo que no se volviese a repetir, pero algo nos interrumpió.

—Respirar dios, ¡os vais a ahogar! —Dijo brusca Paola.
—Pa-Paola. —Dije avergonzada.
—Coño, os estabais poniendo morados, esos besos acortar los, o si no os ahogaréis, os lo digo por vuestro bien. —Dijo completamente convincente.
—Paola, deja los solos. —Dijo Brad.
—¿Más? Vale, pero por favor acortar los besos dios.

Chad me miraba con cara de niño que nunca había roto un plato, sonrió y se dirigió a la nevera para cojer otra vez la leche.

—Mucho o poco Nesquik? —Me preguntó hechando la primera cucharada.
—¿Sólo dices eso: Mucho o poco Nesquik?
—Si, ah bueno, ¿quieres que la caliente?
—¡¿Más?! —Al minuto me di cuenta de lo que había dicho, el rió. —Mira, no se que te hace tanta gracia, si esto es una broma no tiene ni una mierda de gracia.
—No es una broma, sólo que no se que no sé que hacer.
—¿¡Besarme!? —Volví a decir insconcientemente.

El no se lo pensó y me volvió a besar, paró para sonreír, cuando estabamos a punto de parar de besarnos me mordió el labio.

—No sabes desde cuanto tiempo he querido hacer esto.
—Pero... ¿Yo te gusto?
—April, llevó enamorado de ti, desde los 12 años.
—Chad, ¿de verdad?
—Si.
—¡¿Y porque coño no me lo habías dicho antes?!
—¡Porque teníamos 12 años!
—Bueno, ¡pues con 14!
—Tenías novio, ¿recuerdas?
—Da igual, lo hubiese dejado por ti, me gustabas.
—¿Enserio?
—Enserio. —Afirmé.
—¿Y ahora?
—¿Ahora que?
—¿Ahora te gusto?

Sonreí.

—Eso es genial, se lo voy a decir a mi hermano, ¡Chad!
—¿Que?— Dijo desde la habitación
—April y yo estamos juntos.
—Enhorabuena! —Dijo feliz.
—Chad, trata la bien. —Dijo Paola.
—Tranquila, le trataré de la mejor manera que pueda. —Dijo dándome un beso en mejilla.

Terminamos de ver la película.

—Bueeeno, pues es hora de dormir, aunque vosotros dos vais a dormir poco verdad novietes. —Dijo Paola.
—Ja, muy graciosa.
—Chad despacio que es virgen. —Continuó.
—¡Paola!
—Vale, ya me voy, que descanséis.
—Buenas noches.

Chad, me miró sonriente lo cual le contesté besándolo, no se lo esperaba, así que tardó en responder.

—April, avisame, que no me lo esperaba. —Me dijo sorprendido.
—De eso se trata.
—Bueno, que descanses cariño, me voy al sofá.
—¿Que?
—Si, pensé que estarías más agusto.
—No, sólo estaré agusto si estas conmigo.

El sonrió y se tumbo, yo apolle mi cabeza en su pecho y lo abrace, de verdad necesitaba sentirme protegida y querida, ahí morfeo me sedució.
Me desperté por el olor a chocolate caliente que venía de la cocina, me levanté y vi a Paola con un café y a Brad con un Nesquik y Chad con una taza de chocolate caliente.

—¿Y para mi?
—Ten. —Me dijo Chad tendiéndome una taza de chocolate.
—Gracias. —Dije dándole un beso en la mejilla.
—¿Bueno y que tal vuestra primera noche de novios? Nosotros no hemos escuchados ni gemidos ni nada de eso. —Dijo Brad.
—Joder, Brad, cállate. —Dijo Chad sonrojado.
—Ah, se negó, tranquilo hermano, paciencia.
—Brad, al final te tragas el chocolate. —Le dije.
—Joder, que sosos, yo siempre follo la primera "cita".
—Por eso tus relaciones son tan largas. —Le dije.
—Bueno, pero son placenteras.
—Bueno eso habría que preguntárselo a ellas. —Dijo Paola.
—Uuh, buena esa Paol. —Le dije.
—Pues todas quedan muy complacidas, si quieres te lo muestro.—Le dijo a Paola
—Lo siento, tengo novio.
—¿Que? —Dije yo confusa.
—Si, Evan.
—Y no me lo dijistes, que egocéntrica eres.
—Te lo hubiese dicho si no hubieras estado morreandote con un gemelo que yo me sé.
—Ah, sip, se me olvidó.
—Bueno, yo me voy, que he quedado con el.
—Vale, chao.
—Nosotros también, que tenemos que bajar al perro. —Dijo Chad dándome un beso
—Vale.

Se fueron, y me quede sola...

Darle clik a la y comentar churris
∆PD:No me seáis fantasmas∆

El profesor... Mi profesor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora