Capítulo 9: El espíritu de la tierra

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(Al día siguiente...)

El sol alcanzaba su punto más alto sobre las montañas rocosas del oeste, proyectando sombras cortas y afiladas sobre las paredes desnudas de piedra. Allí, Thorr se encontraba en un claro rodeado de peñascos y formaciones escarpadas, con los músculos tensos y los sentidos alerta. Había pasado horas reparando y reforzando su refugio tras el derrumbe, pero ahora sabía que debía ir más allá de la mera fuerza física si quería superar esta prueba.

(Flashback)

(Cavescity, un año antes de que Spyro comenzara su aventura fuera del pantano...)

Luego de los eventos en Valle Wildgreen Thorr empezó a crecer enfocándose en su ideal de ser fuerte, porque no quería quedarse atrás en una batalla, no quería sentirse impotente o inútil. Sin embargo, en el resto de su vida, su decisión de ser mucho más fuerte y disciplinado nunca le había permitido conectar con más jóvenes dragones (eso, y que no había muchos jóvenes de su edad en aquellos tiempos).

En aquellos momentos, Thorr lograba romper varias rocas muy duras mezclando su fortaleza física y su poder de tierra. Justo cuando acababa de destruir la última roca, su abuelo se le acercó (se mostraba el pesar de los años en su cuerpo, y, probablemente, no duraría más de un par de años).

"Deberías dejarlo ya, Thorr" le decía su abuelo, "Te esfuerzas de sobremanera"

Gorlak señalaba a las patas de su nieto pues, a pesar del poder de la tierra y su fuerza física, este mostraba heridas y tanto golpear las rocas.

"Esto no es nada abuelo..." le dijo Thorr, "Aún puedo seguir. Te juro que me convertiré en el guardián de tierra más fuerte"

Iba a seguir, pero Gorlak le pone una pata en el hombro de su nieto.

"Ser tan disciplinado y serio todo el tiempo no es el camino" le dijo, "Debes equilibrar tu vida entre el esfuerzo y el descanso. Los guardianes sí, actúan como maestros y protectores, pero también forman juntos un equipo. Si algún día quieres ser de los guardianes, habrá otros compañeros que te necesitarán, pero tú también los necesitarás a ellos: sus personalidades, sus valores, sus sueños... todos ustedes se convertirán en un equipo, y deben compartir el mismo deseo. Debes abrirte a tus amigos"

Thorr estaba en duda. Mientras, Gorlak tomó una piedra en sus garras y la apretó levemente. Cuando abrió el puño, esta piedra se había convertido en polvo, ante el asombro de su nieto.

"¿Cómo?"

"Para hacer esto, tienes que conectar con la misma tierra, con tu propio elemento" le dijo su abuelo, "Cuando entiendas ello, podrás tener más fuerza de la que ya tienes, tanto física como mental"

(Fin del Flashback)

"Conectar con la tierra" recordó las palabras de su abuelo.

Thorr inhaló profundamente y se sentó sobre una roca plana, cerrando los ojos para concentrarse. Al principio, todo lo que escuchaba era el rugido del viento y el golpeteo distante de piedras desmoronándose, pero poco a poco, enfocó su atención hacia el suelo bajo sus garras. Colocó sus patas firmemente sobre la tierra, sintiendo su textura rugosa y fría.

Primero, intentó percibir cualquier cosa que se moviera. Al principio, no sintió nada. Frustrado, golpeó el suelo con su cola, pero se detuvo de inmediato.

"Controla tus impulsos, Thorr. No siempre puedes solucionar todo con fuerza," se recordó a sí mismo, inhalando otra vez para calmarse.

El silencio interno fue su respuesta inicial, hasta que, lentamente, una sensación débil y tambaleante alcanzó sus sentidos. Algo pequeño se movía bajo la tierra, un patrón casi imperceptible. Era un grupo de lagartijas desplazándose entre las grietas.

La Leyenda De Spyro, El Camino del GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora