Prólogo ✞

1.9K 148 18
                                    

Los cardenales comenzaron aparecer alrededor de sus muñecas y en parte de su estómago, los puños no se detendrían así gritara o las lágrimas cayeran de sus ojos. Las orbes castañas estaban ocultas bajo sus párpados, el miedo lo consumía poco a poco al ver aquellos ojos verdes llenos de furia y observar los puños volar a su rostro sin ninguna señal de clemencia.

Solo soltó un grito cuando el grupo de nudillos cayó con fuerza en sus costillas, apretó los labios cuando escuchaba los pasos del pariente que quedo en su custodia alejarse y los gritos de advertencia que daba cuando salía de casa sin ningún permiso.

Sus ojos al fin se abrieron cuando la puerta de su habitación se cerró de un portazo, intento apoyarse en sus codos al suelo, pero le era imposible al dolor que sentía en toda su espalda. Los fuertes latigazos del cinturón de su tío habían sido horribles, hasta quizá podía haberle hecho alguna abertura de cortes; sin embargo, era lo que menos importaba ahora.

Logro arrastrar su cuerpo con ayuda de sus brazos hasta llegar a tomar con sus manos el teléfono móvil que vibraba ya hace dos minutos. Quería hablar con él, quería escuchar su voz y las palabras de cariño que saldrían, soltando los sentimientos que sentía por el hermoso chico de ojos azules. Su sorpresa fue que los mensajes no eran ninguno de su chico, era más que nada el de su mejor amiga; sus dedos picaban por llamar primero a su oji-azul, pero quería primero calmar los nervios de Jenny y sin más apretó el botón verde esperando la contestación de la chica castaña.

- ¡Liam! -tuvo que alejar un poco el teléfono de su oreja al escuchar el chillido de su amiga-. Mierda, Liam, ¿Estas bien? ¿Ese bastardo te hizo algo? ¿Kellin ya te llamo? ¡Voy a cortarle lo...

- Tranquila, estoy bien...-su voz se cortó al intentar impulsar su pecho, alejo más el teléfono cuando se acomodó en el suelo hasta sentir su adolorido trasero en el suelo-. Estoy bien, Jenn.

- No suenas bien, Liam, dame 5 minutos y ya estoy en tu casa. -el dolor desapareció por segundos.

- ¡No! -se arrepintió al instante, guardo su teléfono a sus espaldas y espero que la puerta se abriera, pero esto no sucedió-. Estoy bien, Jenny, mañana nos veremos.

- Pero Liam...

- Mañana n...nos vemos.

Corto la llamada con sus temblorosos dedos y tan pronto entro en modo automático en Contactos en busca de "mi amor". Su garganta la sentía seca, pero no le importo demasiado, no hasta escuchar el ronco sonido de la voz de su amado.

- ¡Kellin, amor! -casi grito de alegría cuando escucho la respiración de su pareja al otro lado.

- ¿Qué pasa? -su corazón se detuvo al momento que escucha la voz enojada de su novio-. ¿Qué quieres, marica, ya empiezas a joder? ¿No te basto la paliza que te acaban de dar por maricón?

Sus labios comenzaron a temblar, el dolor físico había desaparecido al escuchar aquellas palabras dolorosas que salían de la boca de su amante, era como sentir dagas de fuego traspasar su pequeño corazón.

- Kellin...

- ¿Kellin? Sip, ese soy yo. -la risa broto de los labios del oji-azul junto a todos los de sus amigos-. ¿Qué pensabas al juntarme contigo? ¿Novios? ¿Me creías pasar como un afeminado al igual que a ti? Te equivocas homosexual de cuarta, yo no soy de tu especie.

- De...deten...

- ¿Detenerme? Pero cariño te estoy diciendo la verdad. -cada palabra era dicha con asco-. Vamos querido, déjame escuchar tus sollozos de dolor y cuéntame si tu tío ya te golpeo.

- Te odio. -su odio florecía a cada ataque de risa que escuchaba al otro lado del teléfono-. ¡TE ODIO, MALDITO IMBÉCIL!

- ¡Vamos, cariño, sigue!

- Eres el peor ser humano que haya conocido, ojalá nunca seas feliz. -sonrió en su interior a las palabras que se le vinieron a la mente-. Quizá yo me pudra de dolor en este lugar, pero tus gemidos cuando te tomaba como un perro jamás se borrarán de mi cabeza.

Y sin más colgó la llamada.



RECORDAR: Los textos que estarán en cursiva sin negrita son pensamientos en voz alta de Liam, siempre olvida lo que dice.

EDICIÓN// MIEDO || Liam Payne || Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora