Día 26.

324 33 9
                                    

-¿Por qué desapareciste tanto tiempo? - Preguntó desesperado al verme.

-Me resfrié, por la playa, supongo - Respondí encogiéndome de hombros.

-Tienes muchas cosas que explicar - Dijo en tono serio.

-¿Cómo qué? - Pregunté vacilando.

-En primer lugar, ese corte de cabello - Dijo mirándolo fijamente.

-Quise tratar algo diferente, ¿Te gusta? - Pregunté con una pequeña sonrisa tímida.

-En realidad... - Dijo haciendo una pausa; la sonrisa se borró de mi rostro - Te ves hermosa - Dijo rozando mi rostro, lo golpeé suavemente en el hombro, por idiota - En segundo lugar, ¿Por qué no respondiste mis mensajes?

-No miré mucho el teléfono - Dije sin darle importancia.

-Bueno, me alegra que estés bien, me había preocupado - Sonrió - Aunque otra vez estás tomando café.

-Ya conoces mi rutina.

-Probemos algo diferente.

-¿A qué te refieres con algo diferente?

-A que iremos a comer un helado.

-Yo prefiero el café.

-Vamos - Dijo tirando de mi brazo para que me levantara.

(...)

-¿De qué sabor quieres tu helado? - Preguntó Caleb.

-Escoge por mi - Respondí.

-No es para mi, es para ti.

-No lo sé... es que...

-¿Es que, qué?

-¿Me creerías si te digo que nunca he comido un helado?

-¿Nunca?, ¿Nunca en tu vida?

-No.

-Mi cerebro explotó.

-Sólo escoge y ya.

-Deme dos conos de helado de chocolate por favor - Dijo Caleb al chico del carrito de helados - Sigo sin creer que nunca hayas comido un helado - Dijo ésta vez dirigiéndose a mi.

-Pues creelo.

-Tuviste que haberlo probado alguna vez.

-Nunca lo he probado.

-Yo siempre venía con mis padres cuando era niño.

-Yo no.

-...

-...

-Sonríe.

-No.

-Hazlo.

-Ésta vez no lo haré.

-Aquí están sus helados - Dijo el chico del carrito.

-Gracias - Dijo Caleb entregándole el dinero - Quedate el cambio.

-Gracias - Respondió el chico.

-¿Si te doy tu helado sonríes?

-Lo consideraría.

-Eres difícil.

-Y no te imaginas cuanto.

Stitches. ©Where stories live. Discover now