Día 30.

256 31 9
                                    

-Hola - Dije sentándome tímida a su lado.

-¿Qué pasó ayer? - Preguntó frío.

-Es una larga historia - Dije sin más.

-Tengo tiempo - Dijo; suspiré - Dime, ¿Quién es Ben?

-Respiré profundo antes de hablar - Ben es mi papá - Dije finalmente.

-Bueno, eso lo supuse, por cuando tu mamá dijo: "Tu papá acaba de llegar.", pero, ¿Por qué me sacaste corriendo cuando dijo eso? - Preguntó con la mirada fija en el parque.

-Esa es la parte larga - Respondí.

-Resúmela entonces.

-A él no le gusta que salgamos de la casa.

-Rápidamente una expresión de confusión se manifestó en su cara - Explícate más - Dijo.

-Él no deja que salgamos de la casa, nunca - Dije, lo que hizo que su expresión cambiara a una de sorpresa.

-No entiendo, entonces, ¿Cómo estás aquí?

-Vengo cuando él no está en casa, no me quedo mucho tiempo porque podría llegar en cualquier momento, por eso siempre debo irme sin explicación.

-Caleb aún tenía los ojos como platos - Bien, pues eso explica muchas cosas, pero hay algo que aún no entiendo.

-¿Qué? - Pregunté.

-¿Por qué no le gusta que tú y tu mamá salgan de su casa?

-Esa parte es aún más larga.

-Y yo tengo aún más tiempo.

-Bien - Inicié - Hace un par de años, mi hermana salió de casa a caminar un rato, pero... - Paré, sentí que mi estómago se revolvía.

-Pero... ¿Qué? - Preguntó poniendo su mano en mi hombro.

-Pero él nunca regresó - Dije con nostalgia, no me gustaba hablar sobre el tema de mi hermana.

-¿Qué pasó con ella?

-Suspiré antes de hablar - La asesinaron en un callejón.

-¿Y quién lo hizo?

Con cada pregunta de Caleb, sentía como si estuviesen presionando una cicatriz, en mi corazón.

-Nunca lo encontraron, era un delincuente - Respondí con tristeza pero a la vez rabia.

-Y los días que no viniste, ¿Por qué fue? - Preguntó.

"Espero que sea la última pregunta." - Pensé.

-Bien... - Dije rascándome la nuca - Mi papá tiene problemas con la bebida.

-Y...

-Y... él se torna agresivo a veces - Dije tratando de ser fuerte, pero sabía que si seguíamos hablando de éste tema, en cualquier momento lloraría.

Caleb no dijo nada, en cambio, besó mi mejilla y me apretó fuertemente contra él.

-¿Ahora me tienes lástima? - Pregunté decepcionada de mi misma por habérselo contado a alguien.

Odiaba que la gente sintiera lástima de mi, me hacía sentir débil.

-No - Dijo él - Siento muchas cosas ahora, pero lastima no es una de ellas.

-¿Qué sientes?

-Confusión y rabia, por ejemplo.

-Oh - Dije sin nada más que decir.

-Pero, ¿Por qué tú y tu mamá no se van de ahí?

-Ella no tiene el valor para dejarlo, le da miedo que nos busque y nos haga algo.

-Te prometo algo.

-¿Qué?

-Voy a ayudarte a salir de ahí - Dijo besando mi mano.

-Eso es imposible, ¿Sabes?

-Nada es imposible, Wen.

-Ésto si.

-Tomó mi cara entre sus manos - Voy a hacerlo, ¿De acuerdo? - Asentí con la cabeza.

No se por qué exactamente, pero creía en sus palabras.

Stitches. ©Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin