Homicida y Suicida

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Han pasado 4 meses desde lo de mi padre, ha sido un auténtico caos, mi madre apenas dormía, solo lloraba. Su alma se debilitaba cada vez más. Nadie en la casa podía hacer nada por ayudarla y menos aún un especialista. Su dolor era intenso y perjudicial, para ella y para todos.

Hubo una noche en la que mi madre se coló en mi habitación, yo me hice la dormida. Se sentó en mi cama y volvió a llorar, mi madre estaba muerta. Muerta por dentro, ¿qué es un cuerpo sin alma? Nada.
Besó repetidas veces mi cabeza, me acariciaba el brazo con añoranza y antes de marcharse, colocó un beso en mi mejilla, y se fue. Nunca debí dejar que se fuese.

A la mañana siguiente, el aire estaba extraño, todo estaba raro.
Me sentí con un dolor inexplicable en el pecho, era intenso y lleno de angustia.

Fui a la habitación de mi madre.

2 de Febrero por la mañana, encontré a mi madre muerta.

Recuerdo haber gritado como una posesa, cuando Ben acudió a mí corriendo, él estaba sin camiseta y con su pelo rubio desordenado.
Miró a mi madre y su cara se torno más pálida de lo habitual, miraba con gran horror el cuerpo ahorcado de mi madre. No porque le impresionase, ya que era asesino, si no por todos los sentimientos que se murieron aquel día dentro de mí.

Creí que yo podía ayudarla, y me siento fatal por no haberlo conseguido. Pero me siento aún peor pensando que ella posiblemente muriese pensando que yo la odio por haberme dejado sola en el mundo, porque ella creía ser mala madre, por haberse ido, por no haber sido lo suficiente fuerte. Pero yo entiendo su dolor. Yo también perdí a Toby aquella noche, y ahora la había perdido a ella.
Desde aquel entonces ya no soy tan fría, pero sí que he estado más vacía que nunca.

Hoy me he sentado en el tejado de la cabaña, Ben está a mi lado.

–Algún día no te dolera tanto y podrás seguir.
–Lo suyo fue amor de verdad.
–¿Por qué lo dices?
–El amor entre un homicida y una suicida es el más profundo. Porque él mataría por ella, y ella, moriría por él.
–¿Conoces su historia?
–Mi madre me la contaba una y otra vez. Mi padre mató a mucha gente por proteger a mi madre, pero no pudo con sus monstruos interiores. El homicida se convirtió en suicida. Y la enamorada, también.
–Está todo muy vacío, silencioso sin ellos.
–Lo que han dejado más vacío a sido a mí. No sé que hacer, ni que pensar, ni como actuar.
–Se pasará.
–Hay días que preferiría olvidarme de respirar.
–Caroline...
–Lo sé, lo sé. No debería decir esas cosas, menos delante de tí. No quiero preocupar a la única persona que me queda.
–Solo quiero que sigas adelante, porque me importas de verdad, porque si realmente te pareció bonita la historia de tus padres, no sabes lo bonita que quiero que sea la tuya.
–La nuestra.
Ben me miró confundido y dijo:
–¿Qué quieres decir?

Lo agarré de la camiseta y lo acerqué a mí, profundizando en el choque de nuestros labios.
Esto es algo que me guardé demasiado tiempo y que quería olvidar por el motivo de ser asesina.
Pero lo que la gente no sabe es que, está forma de vida es la que ha llevado a que perdiese a mis padres. Y no permitiré perder a nadie más.

Sangre AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora