Epílogo

2.5K 219 27
                                    

Nadie ha dicho que amar fuese fácil, ni que tampoco después de ese beso Ben se haya convertido en un hombre de negocios como lo hizo mi padre.

Nosotros sabemos que simplemente somos críos. Le he explicado a Ben que no hacía falta que él dejase de ser asesino si eso era lo que realmente le apasionaba.

Yo, no ibstante, dejé todo aquel mundo porque no quería perder a nadie más. Quería seguir o almenos intentar llevar una vida normal, porque como es obvio, aquella época marcó un antes y un después en mi vida.

Drowned, tras varias discursiones sobre el tema "asesino" decidió ayudarme a tener la vida normal que siempre merecí. Él quiso sacar a delante nuestra felicidad, pero no nos iríamos del todo, ya que seguiríamos viviendo en la cabaña con Sally, Jeff, etc.

Como ya dije, solo eramos unos simples críos los cuales necesitaban tiempo para moldear un buen futuro.

Yo estaba en mi habitación, sentada en la cama, mirando una foto familiar en la que salíamos mis padres y yo.

-Caroline, ¿podemos hablar?-se asomó Ben por la puerta.

-Claro, siéntate.

-Quería decirte algo, es demasiado extraño y no quiero que te asustes.

-Ve al grano, Ben. Estás asustándome.

-Hay unas personas, que quieren hablar contigo.

-¿Quiénes?

-Pues... Huhm... tus padres.

-Ben, no tiene gracia.

-No estoy bromeando, ¿pueden pasar?

Yo me quedé callada y algo molesta, pero él se levantó e hizo un gesto a alguien en el pasillo para que pasasen.

Y allí los ví. Toby y Emily Rogers, mis padres fallecidos meses atrás. Mi cara lucía completamente pálida y tenía un mareo que no era normal.

-Hola, cariño.-dijo mi madre.

No pude contestar por el shock.

-Hemos venido a decirte que no se nos a concedido estar mucho tiempo en el mundo de los vivos, asi que, siento haberte dejado sola en el mundo. Pero sé que Ben te está cuidando magníficamente de tí.

-Fuimos unos padres horribles y no podemos compensártelo, solo quiero que sepas que haya donde estemos intentaremos protegerte, pequeña. Me alegro que poco a poco comprendas todo el mal por el que tuvimos que pasar, y que seas feliz con Ben.

Mi madre se acercó, colocando un beso en mi mejilla, con sus labios perfectos pintados de rojo.

-Siempre estaremos contigo.





Desperté muy sobresaltada y de un grito.
Ben no tardó en acudir a mí.

-¿QUÉ SUCEDE?
-Nada... -dije disgustada- solo ha sido un sueño.

Me había dormido mirando nuestra foto familiar, solo había sido un sueño.

-¿Puedes dormir conmigo?-le supliqué.

El sonrió y me besó. Se acostó conmigo y me abrazó. Me miraba con ternura hasta que frunció el ceño.

-¿Qué tienes en la mejilla?

Pasé mi mano por mi mejilla, estaba marcada con pintalabios rojo, el mismo que llevaba mi madre, había sido real.
Sonreí.
-Nada, cosas mías.-lo besé.-gracias por todo.

Dormimos abrazados aquella noche.

La primera de muchas que nos esperaban durante toda nuestra vida.
Apartir de hoy, todo sería diferente.







BUEEEENO, MIS PEQUEÑOS MONSTRUITOS.
Esta historia concluye aquí. Toda historia llega a su fin, espero que hayáis disfrutado de ella tanto como yo lo he hecho escribiéndola.
Recordad que podéis comentar todo lo que opinéis sobre ella, y os lo agradecería.

Para cualquier duda también podréis hablarme, etc.

Muchísimas gracias por seguir conmigo durante todo este tiempo, os quiero.

Por ahora tengo pensado seguir unicamente con "Lo que nunca podría decirte", almenos una temporada hasta hacer otro libro, espero que os paséis.

Besos

Sangre AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora