One-Shots (SNV y LR)

Hecho impensable

- Ares, padre de… -
Canon

***

A mitad de la noche en el Monte Olimpo, una presencia divina emergió entre las sombras, moviéndose entre los pasillos, hasta el interior de una habitación con un cierre de puerta muy cauteloso.

Una vez dentro de la habitación, aquella figura divina se quitó la capucha con que había ocultado su identidad: Atenea, la diosa de la guerra.

Y quitándose el manto por completo, reveló lo que estaba cargando como vestimenta: un traje deportivo moderno para la época, y una manta envolviendo su pecho… En el cual cargaba a un pequeño bebé humano, otro de los muchos que había criado con métodos poco creíbles.

Aunque en este caso era distinto.

– Bueno, el viaje no fue tan difícil… Lo complicado fue ver "eso". – suspiró la diosa de la guerra – Pero, en fin, parece que ya no volverás a tu casita.

El bebé volteó a ver a Atenea, quien tenía los ojos muy abiertos.

– No me quieras convencer. Ya vimos lo que pasó allá abajo, así que ni modo. Tendrás que quedarte en esa guardería llena de dioses menores inútiles hasta que tengas edad de quitarle el trono a papi--

– No. No otra vez.

Un sonido de un interrumpir se prendió, con lo cual la luz iluminó la habitación y reveló al par de dioses que estaban viendo el escenario de Atenea: Ares, el dios de la guerra, y Hermes, el mensajero.

– ¡Hyaaaaaa! – Atenea se cubrió una mano para tapar la luz – ¡Oigan, par de idiotas, si fuera una vampiro me acabarían de matar con esa imprudencia! ¿¡Y qué hacen ustedes 2 en mi habitación!?

– Esta es mi habitación. – Ares se cruzó de brazos.

– Estaba tan oscuro allá afuera que te equivocaste… Otra vez. – continuó Hermes.

Atenea chirrió los dientes por lo bajo.

– No puede ser, yo estaba segura que esta es mi habitación… Tal vez mis ondas cerebrales están dañadas por estar cerca de un par de idiotas.

» ¡En fin! – Atenea se dio la media vuelta – ¡Voy a ir a dar un paseo nada sospechoso por la enfermería y luego me iré a dormir--!

– No tan rápido.

Esta vez fue Ares quien tomó la iniciativa, extendiendo su mano para apretar la ropa de Atenea, de forma que la dejase sin escapar.

– ¿Qué haces con ese otro bebé?

– ¿De qué hablas, hermano mayor idiota? – Atenea río por lo bajo un poco nerviosa – Esto es un… Un…

» Un juguete… ¿Puedes creer que los humanos sin tan listos que han creado bebés realistas para jugar?

– No soy tan tonto como crees, ¿O pensabas que ibas a pasar desapercibida con ese bebé los últimos 15 meses?

Atenea abrió los ojos con sorpresa.

– … Según yo eran 14 meses.

– ¡Devuelve ese bebé, de dónde sea que lo hayas sacado, ahora mismo!

El bebé se asustó con el grito de Ares por lo que empezó a llorar; esa fue la oportunidad perfecta de la diosa de la guerra para su plan secundario:

– ¡El que lo moleste se lo queda! – Atenea se volteó y lanzó el bebé a los brazos de Ares, quien por instinto lo tomó – ¡Nos vemoooooooooos ~☆!