Capítulo 13

4.2K 355 49
                                    

Hoy era domingo, el local no debía de abrirlo, así que me quedé en casa con Jeff. El estaba algo irritado, no sé que le ocurría, quizas esté mosqueado por haberlo comparado con un mapache en la mañana. Ya era el medio día llegando a la tarde, y habíamos almorzado hace un rato.

Yo me encontraba sentada viendo la televisión mientras que el estaba sentado en el sillón de al lado mirando el reloj.

—¿Qué te ocurre? —Le pregunté, pero el no giró su rostro para mirarme.

—Se me cayó mi bote de gotitas. —Contestó amargamente.

—¿Gotitas para qué? —Seguía sin comprender, no pensaba que algo así pudiera hacer que estuviera tan mosqueado.

—Gotitas para los ojos, ¿No te dice nada que tenga los ojos tan grandes? —Preguntó, pero me sonó más a una ironía. —Las necesito para idratarme los ojos cada cierto tiempo, y ya me están comenzando a escocer, en poco tiempo estaré medio cegato. —Ahora tiene más sentido.

—Las farmacias están cerradas, no puedo ir a comprartelas. —Le informé sintiendo algo de lástima por el.

—Lo entiendo. Creo que se me cayeron cuando Liu me atacó. Con suerte seguirán por ahí, pero no importa, me iré pronto de aquí. —Mi alarma saltó en cuanto nombró tener que irse.

Sin el no tendría quien me protegiera, sé que no le he dicho nada pero quería hacerlo en el momento más oportuno, apenas teníamos tanta confianza y quizás no acepte protegerme, no es su deber ni mucho menos un favor que el me deba, ahora mismo estamos a mano.

—¡No! —Exclamé alertada. Pero no tardé en restificarme. —No... No puedes, aún sigues herido. —Traté de ocultar que se enterase de lo que tramaba. Pero no funcionó.

—Sé que no quieres que me vaya por algún motivo, no por que esté herido, ¿Qué es lo que quieres? —Esta vez si me miró, su mirada parecía acusadora.

—Quiero que me protejas de Liu, a cambio te dejaré quedarte en mi casa hasta que todo esto termine. —Al menos eso era un intercambio justo.

—¿Y cómo sé que no me intentarás matar? ¿O luego me acusarás a la policía?

—De haber intentado matarte lo huviera hecho esta misma noche. Y en cuanto a la policía... Yo no te delataría, no me pareces un asesino. —Confesé.

—¿Eso significa que crees en mi? —Preguntó con seriedad.

—Sé que no matastes a mi madre, ni a mi jefa. Me basta con eso para creer en ti. —Respondí con el mismo tono serio que usó el.

—Entonces estamos del mismo bando. —Declaró el.

*Pov Liu*

A noche me encontré melodeando a Jeff, no estaba en mi plan intentar matarlo yo, siempre que intentaba matarlo el conseguía librarse y yo era el que salía herido o perseguido por la policía. Pero esta noche no, el andaba por las callas más oscuras debido a la falta de farolas, estaba tan desprevenido que pude atacarlo, pero para mi desgracia solo pude hacerle una cortada antes de que una patrulla de policía que rondaba por la zona nos comenzara ha perseguir, ambos nos fuimos corriendo por diferentes calles.

Lo bueno de todo eso, era que casualmente después de ser perseguido por la policía reconocí a una de las chicas del local, decidí seguirla hasta su casa, para sacarle las máxima información sobre mi nueva enemiga.

Para mi desgracia cerró todas las ventanas, hasta que amaneció y ella volvió ha abrirlas para que entrase aire, no había nadie por esa calle a esas horas de la mañana, así que aproveché esa oportunidad y entré. Después cerré las ventanas.

(...)

Me fue más fácil de lo que me imaginaba amarrarla a una silla, le amenacé con matarla si gritaba, eso pareció asustarla bastante.

—¿Cual es tu nombre? —Pregunté agachandome casi hasta su altura.

—M-Me llamo Rebecca. —Contestó aterrada ante mi cercanía, o más bien ante mi precencia.

—Bien, Rebecca, si contestas a mis preguntas no te haré daño. Pero si te niegas a colaborar... —Me acerqué a su oído sintiendo como ella se tensionaba y comenzaba a temblar más. —Voy a torturarte hasta que mueras. —Dije en voz baja en su oído. Me separé hasta estar a la misma distancia de antes, observando como la chica lloraba más que antes. —¿Vas a colobarar entonces conmigo? —Pregunté a lo que ella asintió. —No te he oído, ¿Vas a colaborar o no? —Pregunté nuevamente para causarle más miedo en el cuerpo.

—S-Sí. —Contestó en un hilo de voz.

—Para comenzar, solo quiero que me des información sobre _____ Brooks, ¿Sabes si tiene más familiares aparte de su difunta madre? —Lancé la primera pregunta.

—No lo sé. —Contestó con algo de miedo.

—No, no, no. Muy mal Rebecca. —Coloqué el trapo en su boca, ella abrió completamente los ojos al sentir como le hacía dos cortes en el brazo. —Respondeme claramente, si o no. —Le quité el trapo de la boca cuando parecía que ya no iba a gritar más por el dolor.

—No. —Contestó al fin como quería.

—Así me gusta, si no te haré dos cortes por cada vez que no me des la respuesta. Dime, ¿Tiene alguna relación con alguien?

—Nunca ha hablado de tener novio ni nada. —Negué con la cabeza, y repetí la actuación anterior causándole dos cortes más en el otro brazo. —No, no tiene, en el local antes de que Morgan muriera los clientes a veces se sobrepasaban con ella, solo eso. —Contestó llorando casi con desesperación.

—Bien, ¿Qué lugares frecuenta? ¿En las tardes en sus horas libres con quién queda? ¿A qué restaurantes va más seguido? —Hice pregunta tras pregunta.

La chica cada vez estaba más desesperada por tener una respuesta a mis preguntas. Pero fallaba mucho, no me proporcionaba tanta información como quería. Ahora mismo, tendría aproximadamente 10 o 12 cortes en cada brazo, le atravesé la mano derecha con un cuchillo y le hice un corte no muy profundo en el estómago.

Iba a preguntarle otra cosa hasta que su móvil comenzó a sonar, lo saqué de su bolsillo y vi quien llamaba. Perfecto...

—Oye Rebecca, recuerdo que antes usabas gotitas para los ojos, ¿Podrías prestarmelas si no te sirven? —Oí la voz de _____ al otro lado de la línea.

—Es una pena que ella no pueda contestar. Ven en seguida, por que yo tengo a tu amiguita y por el momento ya no me sirve. Si no quieres que la mate espero que estés su casa en 15 minutos y nada de policías. —Sé perfectamente que ella me reconoció, antes de que ella pudiera decir nada más colgué con una sonrisa triunfante.

Me senté tranquilamente en uno de los sillones, ha esperar...

¿Debo creerte o amarte? (Jeff the killer y tu)Where stories live. Discover now