Yo no amo a Potter [~•DRARRY•~]

161- Obsequio

DRACO

A pesar de que su madre le ordeno ir a su habitación, el eco en la mansión era terrible y solo lo hizo peor, otra razón para quitarle el sueño; igual no dormia mucho.

Últimamente se arrepentía de muchas cosas, y más cuando no tenia más opcion que pensar en ellas, y lamentaba no haber conocido a su tía Andrómeda en otras circunstancias y de no haberse despedido correctamente.

Las vacaciones decembrinas no podía ir peor, es decir, hablar con Blaise era bueno, pero en casa debía soportar a Alecto, Amycus, Crabbe y Goyle, el par de gordinflones no dejaban de hablar de lo bueno que era su padrino como director y el buen trabajo de los Carrow; par de lambiscones. La persona con quien mas quería hablar, o mas le interesaba, estaba en el calabozo de su sótano y a pesar de que gozaba de un mejor "rango", aun lo tenía prohibido.

Confiaba en que el señor Olivander cuidaría de la chica de igual o mejor forma, pero llevaba días con la intención de bajar y la intriga lo carcomia. Tenia muchas preguntas, y su padre como editor del quisquilloso no dejaba de mostrar su apoyo a la resistencia.

Pero la tarde de navidad, o tal vez noche buena, llego su oportunidad.

No había nadie en casa mas que sus padres y algunos mortifagos que no les prestan mucha atención, la mayoría estaba fuera fingiendo que el mundo magico no podía estar mejor o festejando como si nada pasara. Estaba en la habitación con su madre cuando esta le tendio un par de mantas y abrigos viejos.

—Lleva esto al señor Olivander y a la chica Lovegood, allá abajo debe hacer frio— ella sonrió de oreja a oreja.

—Narcisa...— se adelanto su padre con intención  de detenerla.

—¿Que?— espeto su madre con brusquedad y Lucius Malfoy no hizo mas que retroceder y permanecer en silencio, volvió la mirada a su hijo con una gran sonrisa— que lo oculten bien.

Draco le devolvió la sonrisa y miro a su padre un tanto receloso, si, estaba molesto con el por haberlos arrastrado. Pero feliz con la oportunidad, beso a su madre en la mejilla y fue escaleras abajo, las mantas eran viejas y deshilachado al igual que los abrigos, pero era mejor que lo que tenían en el calabozo.

—¿A donde crees que vas?— lo detuvo Stan al pie de las escaleras al sótano.

—Mi madre ordeno que les llevará esto— respondió con optimismo mostrando lo que llevaba.

—¿Por qué? Ademas no tienes permitido hablar con los prisioneros.

—¡Vamos Stan! Hasta hace unos meses yo también vigilaba a Ollivander— exclamó haciendo su mejor esfuerzo para convencer al checador— y es Navidad! A no ser que quieras hacerlo tu.

El joven mortifago lo medito un momento, pensando si merecía la pena la reprimenda por dejarlo pasar.

—Bien— acepto—, pero que sea rápido y sin varitas— tomo la varita de Draco.

—No creo que la valla a necesitar— dijo sin problema y siguió su camino.

Bajo los escalones con cuidado de no tropezar y al llegar a la puerta de hierro le hablo al anciano como de costumbre.

—¿Señor Olivander? Soy yo, Draco— susurro sin alzar mucho la voz— les he traído un par de abrigos  y mantas,  la temperatura aqui abajo debe estar por los suelos— el anciano salió de la oscuridad apenas escucho su voz, Draco enrollo los artículos lo mas que pudo y los paso por los barrotes—. Hoy es navidad señor Olivander, si me es posible les traeré algo de la cena más tarde.

—Gracias muchacho, no sé como sobreviviría sin ti—sonrio ampliamente—. Has estado perdiendo peso, me preocupa que un día de estos ya no despiertes.

Draco se rio, pero no podía ser mas fingida.

—No se va a deshacer de mi tan fácil, ya se lo dije, usted y yo vamos a salir juntos de aqui.

—Este anciano solo te va a estorbar muchacho, ademas tu y Potter se deben poner al dia con su relación.

—No diga su nombre aqui— se apresuro Draco mirando hacia las escaleras, por suerte nadie escuchaba.

—A tu novio no le gustara verte tan delgado— dijo el anciano provocando una sonrisa melancólica en el rubio.

—¿Que relación? No sabia que Harry Potter tuviera novio— dijo una tercera voz desde la oscuridad, esta a diferencia de la de Draco y Olivander era suave y melodiosa.

—¡Oh niña, que bueno que despiertas! ¡El joven Malfoy nos ha traído un obsequio!

La rubia lo miro con gesto extraño, pero tal vez su frio era mas que su desconfianza porque de inmediato se puso el suéter.

—Siento mucho que te hayan traído aquí Luna y no traer luz, no me dejan bajar con mi varita ni lamparas.

—Con comida y agua es mas que suficiente hijo, aunque las ratas no son tan amables— dijo Olivander.

—¿Eres novio de Harry? — le preguntó Luna directamente.

—No— dijo Draco.

—Si—dijo Olivander y Luna quedo aun mas confundida.

—Es complicado— respondió mirando sus pies.

—Me alegra de verdad, no creo que los gustos de cada quien deban ser un problema, a mi me gusta una chica y a mi padre no le molesta.

—Pienso igual, que no es ningún problema. Pero mi padre no es el tuyo Luna... y solo mi madre lo sabe.

—Deberias hablar con él, cuando le dije a mi padre que me gustaba Ginny...

—¿Ginny?— la interrumpió— ¿Ginny Weasley?

—Si, pensé que no conocías a los Weasley, mas que a Ron por supuesto.

— Claro que los conozco, tu y yo vamos al mismo colegio ¿recuerdas? Y por supuesto que conozco a Ginebra, no se separa de Harry en ningún momento.

—Lo sé—murmuro ella con una expresión que gritaba celos—, le gusta.

—Luna creo que eso es muy obvio...—dijo con una sonrisa burlona que rápidamente se esfumo, la chica parecía afligida— ¿Estas bien?

—En verdad no, ¿Sabes lo difícil que es ser la mejor amiga de la persona que te gusta y que literalmente te platique sobre todos los novios que ha tenido?

—Luna...— murmuro y comprendió que aunque le sonrías al mundo no todo te va de maravilla, y la risueña Luna Lovegood no era la excepción—  No entiendo lo que es... Potter y yo nunca fuimos amigos realmente, pero sentí el mismo dolor cuando lo vi con Chang en Hogsmade... incluso esa vez bebí de mas con Blaise en cabeza de puerco.

La rubia sonrió y tomo la mano del rubio:

—Pero que te digo a ti... todos en Hogwarts saben que Harry te detesta.

—¿Gracias?

—¿Dije algo malo?

—No esta bien, esa es la verdad y no creo que cambie por un tiempo.

—Pero me alegra que Harry pueda estar contigo y no con Ginny, por muy amigas que seamos no estoy de acuerdo con que le de un filtro de amor sin que lo sepa.

—¡¿Que ella le da qué?!

—¡Draco!— grito su madre desde arriba— ¡Tenemos que irnos!

—¡NO! ¡¿Luna que es lo que Ginevra le esta dando a Harry?!— pregunto pero era inútil, la chica se había ocultado en la oscuridad por los gritos.

—¡Dragón!— su madre bajo hasta la puerta del calabozo y lo tomó de la muñeca— ¡Han visto a Potter en Godric, Nagini casi lo atrapa!