Enamorada de los hermanos Dragneel [NaLu/ZeLu] ± a.u ±

| 8 | Caos

Narra Lucy

Acabo de escuchar una explosión... ¡Por favor, que todo esté bien!

Salí rápidamente de la casa de Levy-chan para encontrarme...algo que sinceramente no esperaba. Levy-chan estaba inconsciente con varios rasguños pero nada grave, delante suya estaba Gajeel con muchos cortes protegiéndola como podía, Zeref con muchas heridas graves pero aún en pie y...él. Natsu, destruyendo todo a su paso en su Dragon Force. Juvia, Gray, Erza y los demás estaban igual que Levy-chan, supongo que habrán intentado detener a Natsu pero...no pudieron, incluso Erza no pudo hacer nada. Debo ayudar a todos cuanto antes.

— ¡Natsu! —grité intentando llamar su atención, pero fue en vano.

Zeref sí me escuchó, se volteó hacia mí y me sonrió débilmente.

— Todo esto fue por mi culpa, Lucy. —¿Qué quiso decir con eso?

Me acerqué a Zeref para ver su estado, pero él mismo me lo impidió.

— No te preocupes, encárgate de Natsu. Él hizo todo esto, pero no está consciente. Él te necesita más que yo. —Terminó de decir para desmayarse.

— ¡ZEREF! —Al parecer Natsu reaccionó ante esto, y se acercó hacia mi a una velocidad inhumana.

— Natsu...¿hiciste tú esto? —Y es que no lo creería hasta que él mismo me lo dijera. Estaba realmente cambiado, recubierto de escamas rojas por todo su cuerpo, y sus hermosos ojos jade se habían oscurecido hasta volverse negros. Ahora no parecía ni siquiera un humano, más bien un demonio.

Natsu asintió, pero no dijo nada. Después de esto, me rasguñó con sus garras, donde antes estaban sus manos. Me provocó un profundo corte en mi abdomen, pero eso ahora no me importaba.

— ¡Natsu, debes volver en ti! —le dije como podía sosteniendo con una mano mi abdomen para que se detuviera la hemorragia, pero era inútil. Seguía atacándome sin cesar, y yo apenas podía esquivar alguno.

— Natsu, yo sé que tú no harías esto, por favor. —Sin darme sentí algo cálido en mis mejillas, lágrimas.

Natsu hizo una sonrisa macabra, y dirigió su mirada a Zeref. A partir de ahí, sentí que todo iba a cámara lenta. Sabía sus intenciones, le iba a atacar directamente, y yo a la velocidad máxima que mis piernas me permitían, me puse justo delante de Zeref dispuesto a protegerlo.

— ¿Por qué siempre le defiendes? —preguntó la voz ahora tenebrosa de Natsu.

Yo me asombré con esta pregunta, y sentí en mi corazón que ahora estaba consciente.

— ¡Natsu, solo tú puedes detener todo esto!

Él me ignoró, y empezó a formar una gran bola de fuego en su mano derecha. Yo seguía llorando, y cerré mis ojos fuertemente para ya recibir el golpe.

Cuando ya la bola de fuego era lo suficientemente enorme, la lanzó con todas sus fuerzas, y solo me dio tiempo a decir—: Natsu, no olvides que te amo, así que...no te tendré rencor por esto. —Le di la mejor sonrisa que ahora mismo podía hacer.

Después de eso, sentí como un gran poder impactaba contra mí, y como caía al suelo inconsciente o...en el descanso eterno.

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¡No me matéis, no me matéis! ¡Esto no quedará así, no os preocupéis! ¡Ahora subo la continuación!