Mi pequeña Aventura (Parte I)

(Cap. 18) En otros zapatos.

Al terminar de leer por la mañana bajé a la cocina encontrándome con Joseph y Lily, Joseph estaba terminando de preparar huevos revueltos con tostadas y jugo de naranja. A pesar de no dormir bien anoche tenía mucha energía y temía demasiado por lo que tenía que hacer hoy, Peyton me había mandado un mensaje diciéndome que tenía que reunirme con el administrador de finanzas para que me conociera y me diera el reporte del día de ayer, así como mañana me daría el de hoy, sería la persona que más vería seguido desde ahora. Para mi suerte no tendré que asistir a una reunión hasta dentro de dos días donde se dará por hecho el estatus de la finca convertido en colegio, solo sería una pequeña firma de la cual Peyton hablaría hoy.

-Buenos días- dijo Joseph sonriéndome, se había afeitado la barba y no sabía deducir como se veía mejor.

-Buenos días- dije saludándolos a ambos. –Veo que te quitaste la barba- le dije a Joseph mientras tomaba asiento a lado de Lily.

-Siempre le he dicho que se ve mejor sin ella- dijo Lily quien tomaba de su café.

-Me veo bien con o sin barba- dijo orgulloso. –Solo que ya estaba empezando a molestarme- dijo rascándose su mandíbula.

-Una vez, Harriet- dijo Lily mirándome. –Joseph me envió una fotografía con una barba que tenía tres dedos de larga... fue horroroso cuando lo vi- Joseph soltó una carcajada. –Le prohibí hacer eso de nuevo-

-No se me veía mal- dijo él mirando a su madre. –Había ido a Alaska y duramos meses allá, aunque no lo creas la barba me protegió de mucho-

-Algún día tienes que mostrarme esa fotografía- dije divertida. -Por cierto, el desayuno está increíble- sabía que eran solo huevos revueltos, pero tenían un sabor para morirse, él me miró divertido.

-El té que me tomé anoche me hizo dormir como un bebé... me levanté de buen humor- indicó guiñándome el ojo.

Después de terminar de desayunar tomamos las cosas de Peyton para así subirnos a la camioneta e ir hasta el Hospital, al llegar Peyton despertaba, no había pasado una buena noche, no podía encontrar acomodo alguno con los dolores que tenía, realmente me sentía mal por ella, pero sabía que con unos pocos calmantes y mucha paciencia podría recuperarse con facilidad. Los doctores nos informaron que todos los exámenes habían salido muy bien y que todo el cuerpo de Harriet internamente estaba bien, exceptuando su brazo. Al tener el alta llevamos a Peyton hasta la casa de Nick, una casa acogedora a tan solo unas cuadras de la casa de los padres del mismo en un pequeño urbanismo, de camino nos contó que desde joven logró ahorrar hasta poder comprársela con tan solo veinte años de edad, y en verano solía alquilarla a visitantes cuando él se iba a la ciudad a casa de su hermano o se quedaba en casa de sus padres. Lily le preguntó curiosa porque aquí y no la ciudad, él simplemente le respondió que amaba este sitio.

-Bueno PeyPey, tienes que cuidarte muchísimo... pronto estarás como nueva- dije para después darle un beso en la frente. –Prometo hacerlo todo bien- habíamos conversado un poco después de ser instalada en la habitación de Nick, su novio le preparaba una tarta de manzana mientras que Joseph y Lily acomodaban sus cosas.

-No dudes en llamarme si te surge una duda- dijo algo preocupada.

-Créeme que no dejaré de hacerlo- dije acariciando su mano. –Adiós, nos vemos pronto- dije para después salir de la habitación, al bajar me despedí de Nick y Lily. –Te espero en la camioneta- le indiqué a Joseph para después salir de la casa, sentía ligeras nauseas gracias a los nervios que sentía al tener que tomar el puesto de Peyton por las dos semanas que faltaban.

Al volver a la finca Joseph me llevó con los chicos que estaban trabajando porque debían saber quién iba a suplantar a Peyton estos días, porque, aunque no lo creía ella si iba a supervisar incluso cuando Joseph lo hacía, luego de ello Joseph me dejó con el administrador de finanzas quién había venido a entregarme el reporte de ayer.