CAP 96.

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Las tres rosas

El viernes por la noche había llegado. Habías comprado tu vestido el día anterior junto con tu hermana. Estabas nerviosa, no estabas segura si sería el vestido correcto o no, y para rematar: irías sola. No tenías pareja que fuera contigo, Daniela estaría con Logan así que ni siquiera podrías estar con ella.

La corneta de la limosina sonó al llegar a la casa de Roraima y comenzaste a sentir los nervios. Tu amiga te tomó de manos y te sonrió:

- Estás hermosa, querida.

- Ambas lo están- completó James mirando a tu hermana tiernamente.

- Oye, oye, ella es mía- interrumpió Logan besándola y riéndose

- Gracias, Rora ¿Vienen con nosotros?

- Heem, no, no. Primero tengo que recoger a alguien en el aeropuerto, ¿Ok?

- Vale- le sonreíste y saliste junto a tu hermana de la casa.

Era una limosina blanca y al entrar los asientos eran de cuero color beige y adentro del mini refrigerador había una botella de champagne con copas de cristal.

- Entonces, ¿La limo la pagó un admirador?- preguntaste todavía sin entender. Tu hermana asintió.

- Pero es alguien especial- se le escapó a Logan y Daniela lo golpeó con su codo. Se miraron por unos segundos y luego te vieron sonriendo para disimular lo ocurrido. Algo raro estaba pasando.

- Oh, casi se me olvida, toma tu máscara- dijo tu hermana, recordaste que el tema del baile era de máscaras y antigüedad.

Tragaste todo el vino que tenía tu copa para liberar la tensión. Por fin te graduarías. Todos estos años pasaron súper rápido. Y finalmente llegaron a tu colegio. Habían puesto una alfombra de color lila y varios estudiantes estaban llegando. El chofer de la limo se bajó para abriles las puertas. Te pusiste la máscara y saliste.

- Buena suerte, Srita. Megan. Esto se lo manda su admirador- el señor te dio una rosa blanca, era hermosa. La tomaste con desconfianza y le sonreíste nerviosa.

- Gracias

Al llegar al salón de la fiesta estaba todo decorado de color lila y blanco. Había quedado todo muy lindo. La música se escuchaba a todo volumen, miraste para ver quién sería el dj, se veía apuesto, tenía una máscara negra al igual que su traje. Te parecía extremadamente conocido, pero la máscara le tapaba la mitad de la frente y la mitad de sus mejillas y por las luces y el humo no pudiste distinguirlo bien. ¿Quién sería?

Sin darte cuenta Daniela tomó tu mano y te llevó a la pista para que comenzaran a bailar todos. Te encantaba tener la máscara porque nadie sabía quién eras así que podías pasar desapercibida como antes. Bailaban y reían y tomaban pasándola más que bien y justo a las diez de la noche llegó "la hora de la verdad". Era momento de elegir a la reina del baile.

- Bien, ya que están todos acá es hora de abrir los sobres- decía el director en el escenario. Todos lo miraban y la música se había detenido, cuando volteaste el misterioso chico se había ido. Comenzaste a voltear intentando buscarlo con la mirada. En el fondo el discurso del director quedó opacado, no escuchabas nada de nada de lo que decía, no te importaba mucho.

De repente lo encontraste, te sonrió de medio lado y sentiste tus mejillas arder. De la nada los demás comenzaron a aplaudir y vitorear, volteaste hacia el director asustada y él te sonreía al igual que los demás. No entendiste qué sucedía hasta que te pusieron una corona de joyería falsa, volteaste y reconociste a Zoe quien además traía otra rosa blanca exactamente igual a la que el chofer te había dado hacía tres horas. La tomaste y te acercaste para abrazarla.

- La tercera rosa está en el público- susurró ella, te sonrió y cuando volteaste las luces estaban sobre el chico misterioso, seguía sonriendo.

Bajaste las escaleras con cuidado de no caer, y mientras más personas pasabas por el lado más cumplidos de iban diciendo. Finalmente llegaste al frente del chico, podrías jurar que sus ojos eran iguales a los de... No, no podía ser. Pero efectivamente traía la tercera rosa.

Alrededor de ustedes los demás comenzaban a bailar nuevamente. El chico misterioso extendió su brazo para que tomaras la rosa, eso hiciste aunque temblabas. Sus manos se iban acercando a tu máscara y te la quitó delicadamente y se acercó para susurrar:

- Felicidades, mi reina- inmediatamente besó suavemente tu mejilla. No hacía falta decir más. Con esas palabras reconociste la voz de Zayn.

Al frente de la ventana -ZaynMalik-Where stories live. Discover now