Capítulo 9: ¿Acoso sexual?

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Esa mañana cuando llegué al trabajo me llevé una sorpresa. Había terminado unos documentos para James en mi casa, así que entré a la oficina sin anunciarme como ya estaba acostumbrada hacer. Pero no esperé ver la imagen que vi. James estaba sentado en su silla notablemente sorprendido y había una secretaria rubia sentada en su escritorio con la camisa desabotonada. Estaba enseñándole su bracier color rosa, aunque seamos sinceros, solo quería que viera su buen par de senos. Diría que era copa C o D. Cuando la chica me vio entrar se sonrojó y abotonó su camisa lo más rápido posible para salir corriendo de la oficina.  

-Emma, me quitaste la diversión.- Se quejó con burla. Era obvio que él no esperaba que eso sucediera por la cara que tenía hace poco. 

-¿Qué diablos hacían en horas de trabajo?- Le regañé. 

-Yo no hacía nada.- Se defendió subiendo sus manos como si le apuntara con un arma de fuego. -Ella entró y comenzó a decirme algo de que me podía complacer mejor que tú. Se sentó en el escritorio y ya conoces el resto.- Me contó todo con una sonrisa en los labios. James realmente disfrutaba todo lo que pasaba en su vida. 

-¿Mejor que yo?

-¿Crees que no puede?- Me preguntó con una sonrisa de lado. Entendió mal mi pregunta. 

-Tal vez, pero mi pregunta fue en el sentido de que a qué ella se refería con eso.

-¿Olvidaste que me besaste en el ascensor y que se supone que estamos saliendo?

Cierto. Había olvidado eso. -Claro.- Dejé los papeles en su escritorio y salí de su oficina. Pobre chica, aunque me pregunto que hubiera pasado si no hubiese entrado. ¿James habría seguido el juego de ella? ¿Habrían tenido sexo en la oficina? Aunque, ¿Qué me importaba a mi lo que hicieran? 

Cuando llegó el medio día salí a almorzar con Michelle. Esta vez seríamos solo nosotras dos. 

-Tengo buenas noticias.- Me dijo después que nos entregaran nuestra comida.

-¿Qué es?-

-Adivina.- Me dijo extremadamente feliz. 

-¿Cómo quieres que adivine?- No tenía ni la menor idea de que sería. 

-¡Voy a ser mamá!- Me gritó y no pude evitar gritar con ella. 

-¡Ah!- La gente nos miraba como si estuviéramos locas. -¿Cuánto tienes?

-Tengo un mes.

-"Oh my God". ¡Felicidades!

-Sí, gracias.- No podía creerlo, mi mejor amiga iba a ser mamá. -Ahora solo falta que tú te cases y tengas hijos. Quiero que tus hijos y los míos sean amigos, así que corre y acuéstate con Edmond.- Edmond... 

-Creo que eso no pasará.

-¿Qué pasó?- Toda su felicidad se desvaneció con esa noticia. 

-Nada en particular. Simplemente está teniendo un romance escondido con la hermanita de mi jefe y me besó el día de nuestra cita, pero no me volvió hablar desde entonces. Nada especial.- Le dije sarcásticamente y Michelle tenía la boca abierta. 

-¿Hermanita? ¿Qué edad tiene?

-Dieciocho, pero por favor.- Me quejé tirando el tenedor al plato. 

-Ja, ja, ja, já. Te rechazaron por una niña.- Se burló de mi la sucia. -¿Pero te besó? ¿Estando con ella? Es un "player" de mierda.

James.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora