Secrettpek

Capítulo 1

- Todo va a ser perfecto- sonrió mamá desde el asiento delantero del auto. Se acercó a papá y le dio un beso en la mejilla mientras este miraba concentrado la carretera.

- Para! Lo vas a hacer chocar- reí burlándome de ellos.

Ella tenía razón, pero todo ya era perfecto.

Había imaginado que cuando cumpliera 17 querría una gran fiesta, con todos mis amigos y todo el típico paquete.

En vez de eso nos dirigíamos al campo a preparar un gran picnic.

Todavía no me habían dado mi regalo, estaban esperando a llegar.

- Cariño? Esta todo bien?- mire a mi padre saliendo de mi ensoñación.

Miraba a mamá completamente confundido, con el ceño fruncido.

Ella suspiro y asintió. Luego le tomo una de las manos del volante y espero.

Quería preguntar si todo estaba bien, pero antes de poder hablar él me interrumpió.

- Cariño, suelta tu cinturón de seguridad por favor- me miraba por el espejo mientras me hablaba.

- Pero....por qué?- no entendía nada.

- Sólo hazlo, rápido cielo- apresuró mi madre.

Lo hice sin preguntar más. Al soltarlo papá volvió a hablar.

- Cariño te amamos, lo sabes no? Siempre lo haremos y estamos orgullosos de ti.

- Eres lo mejor que le pudo pasar a nuestras vida cielo, nunca lo dudes.

Me estaba empezando a asustar seriamente. Mire entre ellos y me di cuenta de que mamá soltaba cortas lágrimas.

Antes de poder preguntar, algo nos golpeó por delante.

Me agarre del asiento y trate de no gritar. Un dolor agudo me llegó al brazo antes de golpear mi cabeza contra el vidrio y perder la conciencia.

Había humo a mi alrededor, demasiado. Los recuerdos llegaron a mi como pequeños rayos y supe en donde estaba, así como también supe que tenía que salir de ahí.

Ignorando el infernal dolor en mi brazo abrí la puerta y caí al piso.

Busqué a mi alrededor a mis padres, pero el humo lo hacía una tarea difícil.

Al ponerme de pie vi el gran camión de gasolina con el que nos habíamos estrellado. En ese momento me di cuenta de que el fuego del auto de papá no tardaría mucho en tocar la gasolina que salía del camión.

Tenía que irme.

Mire de nuevo el auto y entonces la vi.

Los ojos de mi madre estaban desorbitados por el golpe, su frente sangraba y su cuello estaba en una rara posición. Me disponía a correr hacia ella cuando de repente sus ojos me miraron directamente causando que me detuviera de golpe.

"Vete, te amo", dijo sin pronunciar las palabras en voz alta.

Entonces, con lágrimas en los ojos, corrí como nunca lo había hecho. Corrí y corrí hasta que el sonido de la explosión me tiró al suelo.

Luego recuerdo solo sonidos.

El sonido de la explosión confirmando que mis padres estaban muertos, el sonido de mi gritos confirmando que había perdido lo más preciado en mi vida, el sonido de las sirenas cuando la policía, bomberos y ambulancias llegaron.

El sonido de las palabras de los policías confirmando que mi vida estaba destrozada de la peor manera.