Capitulo 4: Las coincidencias no existen

3.3K 274 71
                                    

No sabría como describir todos aquellos sentimientos que estaba experimentando en esos momentos.

Su mirada no se había alejado para nada de aquella persona frente a él. Había tanta similitud en alguien que ya conocía, pero no lo lograba descubrir con exactitud quien era. Hasta el momento en que algo, entre todos sus recuerdos, por fin lo iluminó.

-C-Castiel...- estaba realmente sorprendido. Del millón de personas que esperaba ver en esos momentos, lo que menos se imaginaba, era a ese pelirrojo ex-amigo de la infancia.

-Veo que... Recuerdas mí nombre- mostró una pequeña sonrisa nerviosa. ¿Qué le sucedía? ¿Castiel era así en la preparatoria?

-Eh... Bueno, también recuerdas el mío- estaba realmente inquieto. Algo dentro de sí, provocaba que se pusiese nervioso.

Esos ojos penetrantes, no le permitía desviar la mirada. Estaba fijamente observandolo, como si éste examinara todo su rostro en solo unos pocos segundos. Cuatro años sin verlo, ¿eh?

Para Nathaniel, las palabras se habían hido de un instante para otro y, como se podrá notar, hasta había olvidado que es lo que hacía en ese lugar.

-Y... ¿qué haces aquí?- preguntó inocentemente tratando de sacar tema de conversación. Castiel lo miró algo desconcertado, parpadeando varias veces, para luego mostrar una sonrisa de lado.

-No será que, ¿tratando de comprar una pizza?- el ojimiel se golpeó mentalmente. "¡Es obvio que está aquí por eso! Ésto es una maldita pizzería... ¡Trabajo en un maldita pizzería!"

-A-ah, sí- desvió la mirada. ¿Qué diablos le ocurría?- ¿Y de que pizza quieres?- estaban tardando demaciado en ésto. Por suerte, no había ningún cliente en la pizzería aparte de Castiel y de aquellas otras dos personas que no se enteraban de nada.

El pelirrojo comenzó a pedir el tipo de pizzas que quería, sin desviar ni un momento la mirada en Nathaniel.

-¿Vas a comer aquí o es para llevar?

-Para comer aquí- el ojimiel sintió una satisfacción al escuchar eso. La verdad, quería estar un poco más de tiempo con él. Pero, ¿por qué? Ni él mismo tenía idea.

Era rídiculo. Hace cuatro años, Castiel lo odiaba profundamente que, apostaba, cada vez que lo veía, podría decirse que estuviera apunto de golpearlo. Por qué ahora, después de un tiempo, ¿se lo volvía a encontrar y se sentía de esa manera?

Con este pensamiento en mente, recuperó la compostura. No iba a actuar como en una jodida telenovela.

Terminó de anotar todo, le dijo cuanto tenía que pagar y le dió su ticket, indicandole que en un rato le darían sus pizzas. Después de esto, dió la media vuelta para tratar de regresarse al lugar de donde había salido antes, hasta que llegase otro cliente. Pero Castiel lo interrumpió llamandole.

-Espera, ¿te vas ya?- Nathaniel sintió un poco de molestia por esa pregunta. ¿Desde cuándo se interesaba tanto por él?- Hace tiempo que no nos vemos... ¿por qué no hablamos un momento?

-Lo siento, tengo que trabajar

-No me engañas con eso, estabas a punto de irte al cuarto ese- y con su dedo índice, señalo el lugar de donde había salido Nathaniel.

Hilos del destino [Castiel x Nathaniel]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن