Cap. 28: Vendrás conmigo

4.2K 275 18
                                    

Recargo mi cabeza en la parte fría de la almohada, cierro mis ojos y veo como mi amigo se cae al piso con un chorro de sangre. Agarro mi arma y disparo dirección dónde provino el arma que mato a mi amigo Luca. He matado a ese hombre, no lo puedo creer, sin embargo no dejo de lamentarme por Luca, me dedico a participar en la ceremonia de despedida que le hicimos a Luca. Tomo aire y salgo de la habitación, todo mundo se me queda mirando y se acerca poco a poco.

— ¡Es una desgraciada! –se escucha al fondo del pasillo. Pero porque me dirían algo así.

—Como pudo, nos traiciono a todos –se escucha otra vez una voz al fondo.

—Crees que puedes venir y destrozar todo el trabajo del general, eres una traidora y de su sangre, miles de aquí moriríamos por tener ese lugar y tú lo engañaste.

— ¿¡De que me habla!? –digo cuando su mano es elevada y apunto de soltarme una bofetada pero una mano se interpone en el momento. Es Matías.

—Sigue siendo hija del general, hija de tu líder le mereces respeto y tu fidelidad.

—Yo por que seguiré instrucciones de alguien que mato a su padre, a su líder ¿eso fidelidad? Entonces no estoy dentro.

—Entonces ya sabes, te vas, tengo cientos como tú —dice tirando su brazo—Óiganlo todos de una vez, Aarón se fue, su primogénita es ella y todos le merecen lealtad si no están dispuestos a hacerlo es mejor que agarren sus cosas y se larguen.

Matías en todo momento mantuvo la cara en alto tanto que llego a intimidar al chico que se puso contradictorio hace rato. — ¡A sus deberes! Nos vamos en diez horas y quiero todo listo.

—Creo que no podre jamás igualar a mi padre –digo con cara abajo. Matías la levanta y me abraza —Yo creo que estas creyendo todo, no lo hagas. Por ahora yo di órdenes pero necesitamos que te pongas firme, los llevarás con Franco y sabemos que tiene un ejército. Pero por lo mientras tenemos algo que hacer ahora.

— ¿Qué? –pregunto alejándome de sus brazos.

—Te espero en la camioneta, no te pongas el uniforme, iremos afuera –dice por ultimo dándome un beso en la frente.

Entro otra vez a mi habitación y tomo un pantalón, batas, camisa con chamarra y me baje a la camioneta que me menciono. Me adentro y la camioneta se empieza a mover.

— ¿A dónde vamos Matías? –pregunto mientras lo veo.

— ¡A nuestra boda!

— ¡Que! –digo mientras intento abrir la puerta pero no se puede.

—Ya me escuchaste y no pienses en retractarte, soy asesino eso jamás lo olvides. Todo hubiera estado mejor si ese canalla no hubiera vuelto.

— ¡Un papel no dirá nada!—Bájate, ya llegamos.

— ¡No me voy a bajar! –digo mientras sus manos me envuelven para bajar.

Nos salimos de la camioneta cuando se escucha una camioneta enfrenarse a toda fuerza.

—Será mejor que la sueltes –dice Santos saliendo de la camioneta.

— ¡No des un paso más, imbécil! –contesta Matías mientras sube su arma.

— ¡Alto! –grito y me pongo en frente de los dos. —Gracias por preguntarme yo que quiero, se los agradezco. No me casare contigo Matías porque yo lo hare cuando yo quiera y no cuando me obliguen ¿entendiste? No tengo tiempo para sus estupideces –camino dirección a una motocicleta, hago unas maniobras y me monto en ella. —Sabes perfectamente porque mi vida está ligada a él, Matías –digo mientras una sonrisa se asoma en mi cara. —no llegues tarde.

Lecciones Aprendidas © (CP #2)© Where stories live. Discover now