|| Between Heaven & Earth || Suga ||

21. Sólo un milagro...

Jung le ordena a Hang que lo amarre en una silla y para ello, lo deja inconsciente de un golpe en el rostro.

— ¡DÉJALO EN PAZ! Es un miserable humano que no te sirve para nada — me esfuerzo por hacer que mi voz suene fuerte y con seguridad aunque mi corazón esté por romperse en cualquier momento al ver que Yoongi sufre por mi. 

— Me sirve para controlarte — me lanza una mirada que me hace paralizar de pies a cabeza. Se acerca a mi con pasos ridículamente audibles, que hacen rechinar el piso de madera de la casa. Vuelve a caminar en círculos a mi alrededor mientras contengo mis ganas de cortarle la yugular. Hang continua sosteniendo el cuello de Yoongi a pesar de que éste este inconsciente; a la primera orden de Jung, puede matarlo sin remordimiento alguno. 

Jung toma mi nuca y me obliga a ver hacia un rincón de la habitación.

— Cuando el reloj dé las 12, todos tus poderes pasarán a mi en el momento que atraviese tu pecho con esto — recorre mi cuello con el filo helado de la espada Jeshvan. Para ello faltan tan sólo unos pocos minutos.

La vida que desperdicié creyendo que era eterna, está a punto de resbalarse entre mis dedos como agua. Así debió haberse sentido Lina en sus últimos momentos. Aterrada, desesperada, arrepentida de no haber hecho todo lo que alguna vez quiso hacer.

— La primera vez que te vi, de verdad me diste miedo. Ahora luces como la mascota de un despreciable humano... — le digo a Hang. Éste me mira con cara de pocos amigos y se aleja unos centímetros de Yoongi.

—... siento lástima por ti, Hang — mis palabras le están dando rabia. Lo presiento. Suelta a Yoongi por completo y se dispone a acercarse a mi, pero Jung lo detiene.

Lo que pensé está dando resultado; al herir su orgullo, lo estoy poniendo en contra de Jung.

— ¡Qué haces, maldito bastardo! — Jung suena algo alterado.

— ¿Vas a dejar que éste estúpido que se cree ser mejor que tú, te domine? —  continuo con mi juego psicológico.

— Tú cállate —  Jung me golpea en el estómago y me quita el aire para evitar que continue con mi objetivo pero ya es muy tarde. Hang dirige su mirada llena de rabia hacia Jung.

En tan sólo cuestión de segundos, Hang y Jung comienzan una pelea violenta. Termino en el suelo de un golpe que me da Jung, alejándome de ellos, aún recuperando mi respiración. Aprovecho la pelea que generé entre ellos para acercarme a Yoongi y desatarlo.

— Hey, Yoongi... reacciona — desato sus manos y golpeo su rostro para que vuelva en sí. Tiene un moretón cerca del ojo izquierdo, donde Hang lo golpeó para dejarlo inconsciente. Cuando se mueve por sus propios medios, es como si el alma me volviese al cuerpo. Reacciona muy despacio, tomándose la cabeza con una mano.

— Ven, no hay tiempo — cuando intento desatar sus pies, Jung me toma por los hombros, me arroja contra el lado contrario de la habitación y termino junto a un ensangrentado Hang.

— Tienen tanto poder y no saben cómo usarlo. Suerte que yo le daré un buen uso — nos dice Jung con la respiración entrecortada. Toma la espada Jeshvan y corre hacia nosotros, apuntándonos con ella. No me lo esperaba, pero Hang me aparta de ellos y continuan con la pelea que tenían hasta hace unos segundos.

— Kim... — la débil voz de Yoongi hace que aparte mis ojos de la pelea y volteo a verlo. Está tirado en el suelo y tiene sangre en el rostro. Al parecer Jung lo golpeó en el momento que me arrojó. Corro hacia él, desato sus pies y lo ayudo a incorporarse, poniendo su brazo por detrás de mi nuca. 

Un silencio repentino llena la habitación. Levanto la mirada para descubrir que la pelea llegó a su fin y no de la forma que me hubiese gustado. Hang yace en el suelo, esforzándose por respirar mientras Jung quita bruscamente de su cuerpo, la espada Jeshvan.

Hace sonar su cuello un par de veces y luego voltea a verme. Seguramente ha gastado sus poderes peleando pero acaba de matar a Hang y sus poderes ahora son suyos. Una mezcla de sudor y sangre recubre su rostro y resaltan aún más las venas de su frente. Lo hacen parecido a un personaje de ficción pero es muy real, para mi desgracia. 

Desafortunadamente, él está del lado de la puerta y no hay manera de que pueda salir por ahí. Con Yoongi herido, no puedo teletransportarme, podría matarlo. Su cuerpo no aguantaría. 

Solo un milagro puede salvarnos.